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Estas delicadas relaciones también dependen del ambiente. Por ejemplo, si la temperatura del ambiente es mayor a los límites de tolerancia del colibrí, los organismos no podrían sobrevivir, sin importar que tantas flores haya

Las interacciones biológicas en el auge del cambio climático

Nexos. Figura 1. El colibrí pico-espada alimentándose de una flor tubular. Fotografía: David Torres y Randy Vickers a través de iNaturalist.

Cuando buscamos comprender el papel que desempeña una especie en su entorno, no basta con observarla de forma aislada. Cada organismo forma parte de una red de relaciones que sostienen la vida en el planeta. Las interacciones entre las especies son uno de los principales factores que influyen en la selección natural, han sido moldeadas por millones de años de evolución, y determinan desde la forma de los cuerpos de las especies hasta los hábitos y hábitats de los seres vivos. Un ejemplo maravilloso es el colibrí pico espada (Ensifera ensifera), que vive en los Andes y el noroeste de Sudamérica, que se caracteriza por tener el pico más largo, en proporción de su cuerpo, de todas las aves del mundo. Este pico no es casualidad: le permite alimentarse del néctar de flores tubulares que otras especies no pueden alcanzar (Figura 1). Su supervivencia está estrechamente ligada a estas plantas y su distribución geográfica depende de estas flores.

Pero estas delicadas relaciones también dependen del ambiente. Por ejemplo, si la temperatura del ambiente es mayor a los límites de tolerancia del colibrí, los organismos no podrían sobrevivir, sin importar que tantas flores haya. Este último aspecto es importante en un contexto como el actual, donde el cambio climático -provocado por el sistema capitalista que prioriza actividades humanas dependiente del mercado- está alterando de forma acelerada los patrones climáticos del planeta. Nos enfrentamos a sequías prolongadas, olas de calor, lluvias atípicas y tormentas más intensas y frecuentes. Estos eventos afectan no solo afectan a las especies de manera individual, sino también a las interacciones que mantiene entre sí (Figura 2). En este contexto es que surge la necesidad de comprender y estudiar ¿cómo estos cambios globales afectarán no sólo a los seres vivos del planeta sino también las interacciones biológicas?

Hasta hace poco los estudios sobre el impacto del cambio climático se centraban en evaluar cómo una especie podría seguir viviendo en su territorio a medida que cambian las temperaturas o las lluvias. Hoy en día existen herramientas, como los modelos de nicho ecológico, que nos permiten evaluar los efectos del cambio climático no sólo en las especies por separado, sino también en las interacciones que las vinculan. Esto nos permite hipotetizar qué pasará con una interacción tomando en cuenta los cambios en su ambiente.  Esta información es clave para identificar áreas prioritarias de conservación y anticipar pérdidas de funciones ecológicas fundamentales.

Relaciones. - Figura 2. El cambio climático influye en no sólo en la supervivencia de las especies sino de sus interacciones. Si las plantas que consume un colibrí desaparecen, el colibrí también. Convirtiéndose en una grave amenaza al mantenimiento de la biodiversidad y los ecosistemas. (Freepik.)

Porque incluso si una especie logra adaptarse a los cambios en el clima, si sus especies compañeras —aquellas con las que interactúan y dependen—desaparecen, ella también podría extinguirse. Es como intentar bailar un danzón sin pareja. Actualmente desarrollamos un proyecto financiado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI - CBF-2023-2024-216), que busca entender cómo el cambio climático puede transformar las relaciones entre plantas —nativas como cultivadas— y sus polinizadores en las zonas montañosas de Veracruz. A través de los modelos de nicho ecológico, analizamos variables como el clima, elevación, vegetación y uso del suelo, para anticipar escenarios futuros.

Los resultados que obtengamos podrán ser utilizados para proteger la biodiversidad, garantizar la polinización de cultivos y asegurar la disponibilidad de alimentos en la región. Evaluar el impacto del cambio climático en las interacciones biológicas no es solo un ejercicio científico; es una herramienta vital para la toma de decisiones. Porque si se rompe el equilibrio de la naturaleza, las consecuencias no tardarán en alcanzarnos. Comprender y conservar las relaciones entre especies es cuidar del futuro que compartimos todos.

1Programa de Maestría en Ciencias, Instituto de Ecología A.C., Xalapa, Veracruz, México. alejandro.rodriguez@posgrado.ecologia.edu.mx

2Departamento de Zoología, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México. ancuervo@gmail.com

3Laboratorio Nacional de Biología del Cambio Climático, SECIHTI, México.

4Red de Ecoetología, Instituto de Ecología A.C., Xalapa, Veracruz, México. wesley.dattilo@inecol.mx

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