
En México muchas plantas son utilizadas como adorno en diferentes fiestas tradicionales, entre estas, las fiestas patronales, la celebración anual en honor de algún santo patrón de una localidad, pueblo o ciudad, son muy importantes. Durante estos eventos, se adornan calles, casas y, por supuesto, las iglesias cuyas fachadas son cubiertas con arcos florales. Diferentes plantas son utilizadas para la elaboración de los arcos florales. Por un lado, aquellas con las que se construye la estructura de soporte, como troncos de pino (Pinus spp.), liquidámbar (Liquidambar styraciflua), bambú o carrizo (Arundo spp.) y bejucos (Vitis spp.) para amarrar. Mientras que, para el adorno, se seleccionan inflorescencias de plantas que permanecen durante mucho tiempo en buenas condiciones, esto es, que mantienen sus formas y colores, como heliconias (Heliconia sp.) y de diferentes especies de tenchos o bromelias (Tillandsia multicaulis, T. punctulata, T. heterophylla, T. imperialis, T. usneoides y T. lucida). El adorno se complementa con hojas de plantas que pueden agruparse o moldearse para dar diferentes formas, como las hojas de ciprés (Cupressus sp.), la cucharilla o flor de soto (Dasylirion acrotrichum), y ocasionalmente de dracenas (Dracaena spp.) u otras plantas ornamentales cultivadas.
La elaboración de los arcos es todo un arte, bajo un plan perfectamente establecido por el mayordomo y los arqueros que inicia varias semanas antes del día de la celebración. Cada año, las personas encargadas de su construcción, tienen la responsabilidad de preparar el diseño de la imagen y adornos que contendrá el arco. Por supuesto, también en función las plantas que logran obtener.

La gran mayoría de las plantas utilizadas en los arcos son de origen silvestre, por lo que la colecta de plantas para hojas, inflorescencias y otros materiales se obtienen directamente del campo, y el impacto en las poblaciones de estas especies es muy grande.
Por ejemplo, la cucharilla o flor de soto se recolecta de la zona semiárida del valle de Perote. Para la construcción de arcos se extraen una gran cantidad de plantas. En 2008 se registró la construcción de 70 arcos florales en los municipios de Coatepec, Xico, Teocelo, Tlalnelhuayocan y Acajete, requiriéndose al menos 30 plantas para cada uno; esto es 2100 plantas. Aunque los propietarios de los predios imponen cierta regulación en el tamaño y número de plantas colectadas, dada la cantidad de plantas que se han extraído a lo largo décadas, se ha impactado de manera importante a las poblaciones de la flor de soto.

Por otro lado, las inflorescencias que se utilizan para adornar y dar forma a las figuras en los arcos provienen principalmente de las bromelias, que se colectan de poblaciones naturales de bosques o árboles aislados en bordes y potreros. Para esto se derriban las plantas completas de los árboles, ya que no pueden cortarse las inflorescencias cuando están encima de las ramas. La mayoría de los tenchos utilizados desarrollan una sola inflorescencia, aunque el tencho Tillandsia multicaulis, conocido como pescadito, puede tener hasta 6 inflorescencias por planta. Sin embargo, el número de plantas requerido para adornar un solo arco es muy alto. Se ha estimado que en la construcción de un arco de 3.5 m de ancho y 10 de alto se requieren de alrededor de 1,623 inflorescencias de Tillandsia multicaulis, esto es 276 plantas. Nuevamente, el impacto en las poblaciones naturales es sumamente alto.
La costumbre de ofrecer arcos florales en diferentes festividades se ha extendido, por lo que la necesidad de contar con plantas como la flor de soto y los tenchos para su construcción se incrementado a lo largo del tiempo. Para conservar estas tradiciones culturales, necesitamos conservar las fuentes naturales de las materias primas que permiten su elaboración, ya que varias de las especies utilizadas se encuentran protegidas por las regulaciones mexicanas. Por ello es importante establecer regulaciones en el número de plantas que puedan extraerse del campo, implementar espacios para su cultivo y, por qué no, buscar otras plantas que sean abundantes y que tengan las características necesarias para sustituir a las más utilizadas.
*Red Ecología Funcional, INECOL