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La inversión en infraestructura de saneamiento, crucial para lograr beneficios en salud pública, medio ambiente y calidad de vida, señaló el experto Óscar Monroy Hermosillo

“La industria no reutiliza agua porque es muy barata; el Estado debería encarecerla…”

Planta de tratamiento El agua debería ser reusada con criterios de la economía circular, señala Óscar Monroy Hermosillo.

El agua en México debería ser reutilizada tal y como se hace en una economía circular, en lugar de basar su explotación en la extracción y agotamiento de los acuíferos o trasvases de cuencas, sugirió el doctor Óscar Monroy Hermosillo, profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El reúso de líquidos residuales, ya sea para consumo humano o no, es una medida recomendada por organismos internacionales; según el Banco Mundial, invertir eficientemente en infraestructura de saneamiento es determinante para lograr beneficios de salud pública, mejorar el medio ambiente y la calidad de vida, refirió la cápsula transmitida en AguaCERO (UAM Radio, 94.1), donde se entrevistó al especialista.

En su informe Aguas residuales, de residuo a recurso, señala que el tratamiento de estos desechos tiene un doble valor, pues además de utilidades medioambientales y para la salud, puede favorecer a la economía al recuperarse en distintos sectores; por ejemplo, productos derivados como nutrientes y el biogás es factible aplicarse a la agricultura y utilizarse para la generación de energía.

Los ingresos adicionales que se obtengan de este proceso permiten ayudar a cubrir costos operativos y de mantenimiento de los servicios hídricos públicos. El líquido residual reciclado permite tener varios fines, como el riego de zonas públicas, contra incendios, limpieza de calles y zonas comerciales, lavado de automóviles y limpieza de ventanas de grandes edificios.

En la industria, es posible ser usado en sistemas de refrigeración y como agua de alimentación de calderas y de procesos industriales, también en riego para cultivos, generación de nuevos humedales y regulación de cauces y acuíferos.

El doctor en Biotecnología refirió que en la Ciudad de México la totalidad de las aguas se exporta hacia los distritos de riego en el norte de la ciudad y hacia Hidalgo. “Casi toda el agua que desechamos de las metrópolis se va a la agricultura, y eso si bien es una manera de reúso, no es suficiente. La industria debería reutilizarla, pero no lo hace porque es muy barata; por tanto, el Estado debería encarecer y restringir las cantidades para fomentar su reúso” sugirió.

Una parte del recurso que llega a la capital se destina para llenar los canales de Xochimilco y una menor parte se canaliza a Tláhuac. Para ello se utiliza la planta de tratamiento de Cerro de la Estrella. “Cabe decir que Xochimilco es una subcuenca de la que estamos extrayendo líquido de sus manantiales, y eso no debe continuar así”, advirtió el investigador nacional emérito del SNII.

Aunque ya hay acciones que promueven la reutilización sigue sin haber políticas públicas concretas que obliguen a ejercer ese tipo de prácticas, si bien urbes como Monterrey o la Ciudad de México han tenido algunas acciones en ese sentido, reconoció la doctora Judith Domínguez Serrano, profesora investigadora del Centro de Estudios Demográficos Urbanos y Ambientales de El Colegio de México.

Prácticamente no hay políticas públicas nacionales, aunque el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo ha manifestado expresamente una apuesta para reciclar el agua con base en los principios de la economía circular; es decir, que el agua residual, una vez tratada, se vuelva a usar en aquellos casos que así lo permitan, lo que descarta categóricamente la factibilidad de que ese recurso sea para consumo humano directo.

Lo anterior no es posible porque la normativa no lo permite. Sin embargo, hay lugares donde el agua reusada se puede tratar, es decir, se limpia y se recicla; incluso pasar por procesos de potabilización y remoción de contaminantes y utilizarse para consumo humano. Sin embargo, esto tiene que ver con qué tan eficientes son los sistemas de tratamiento.

En la actualidad existe ya la tecnología, pero no en México. En todo caso, hace falta un verdadero cambio de paradigmas para que la industria –la de alimentos o la química– incorpore esas prácticas en sus procedimientos, tal vez mediante estímulos económicos o fiscales que impulsen estas propuestas, concluyó la especialista en Derecho humano al agua y Gobernanza ambiental, dijo.

LÍDER EN AGUA.

En un contexto nacional marcado por la crisis hídrica, el cambio climático y el avance de modelos extractivos, la doctora Violeta Núñez Rodríguez, investigadora del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), fue reconocida como una de las 50 líderes del sector agua en México 2025.

“Este reconocimiento no es mío, es fruto de un trabajo colectivo”, afirmó con claridad la académica, al referirse a su inclusión en la lista de líderes del agua. “Desde hace años, en la Unidad Xochimilco hemos construido un modelo que parte de la realidad, desde la investigación, la docencia y el vínculo con las comunidades. El sistema modular nos permite comprender el territorio más allá del escritorio”.

Esta labor ha sido enriquecida por la articulación con medios de comunicación independientes como Rompeviento TV, que han amplificado las investigaciones de la profesora sobre el agua, la minería y el litio, posicionándolas en el debate nacional. Gracias a esta alianza, su trabajo ha tenido incidencia en el diseño de políticas públicas, como la reforma a la Ley Minera en 2022, que declaró al litio patrimonio de la nación mexicana y la reforma de 2023 que estableció restricciones para concesiones en zonas sin disponibilidad del líquido vital.

Núñez Rodríguez refirió en entrevista que este tipo de reconocimientos fortalece el trabajo docente, el de estudiantes, colectivos, pueblos y universidades comprometidas con la defensa de los bienes comunes. “Estamos en una emergencia global, y la universidad juega un papel clave, no sólo desde la docencia, sino como actor que incide en los territorios y en las decisiones legislativas que afectan a millones”.

Experta en agua Violeta Núñez Rodríguez. (UAM)

El reconocimiento visibiliza una trayectoria que ha entrelazado el rigor académico con el compromiso social, y que ha incidido en debates estratégicos en materia de política pública, justicia territorial y gestión de los bienes comunes.

La especialista se ha caracterizado por una visión crítica de los procesos de mercantilización y despojo del agua, ya que desde sus investigaciones y el trabajo de campo que realiza con pueblos indígenas y campesinos, ha denunciado el avance de la financiarización del líquido vital, al mismo tiempo que ha documentado las resistencias locales y sus concepciones ancestrales del territorio.

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