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Por cada peso invertido en la Universidad Autónoma Metropolitana en el año 2023 se le retornó 1.51 pesos, señala el rector Gustavo Pacheco López, quien recalca en entrevista sus objetivos en matriculación, eficiencia terminal y jubilaciones

La UAM es la mejor inversión en la que México puede poner sus recursos: rector

Rector de la UAM El rector Gustavo Pacheco López, en entrevista con "Crónica" en la rectoría general de la UAM. (UAM)

La ampliación de la matrícula escolar, la revisión de plazas docentes y contratación de nuevos perfiles son algunos objetivos que el nuevo Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) planea para la institución, así como la creación de nuevos índices de medición -en proceso- que contribuyan a las estrategias para lograrlo.

El neurocientífico Gustavo Pacheco López es el primer rector de la UAM egresado de la misma institución, donde estudió la licenciatura en biología experimental, en la UAM-Iztapalapa.

Posteriormente, obtuvo el grado de doctor en ciencias biomédicas y su formación posdoctoral incluye estancias en la Universidad de Duisburg-Essen y en el Instituto Federal Suizo de Tecnología, donde también fue investigador y profesor.

“Nos orienta y se ha planteado como las prioridades de la gestión: el alumnado en el centro y tener también una serie de decisiones basadas en datos o evidencia”, expresa en entrevista con “Crónica”.

Con un ritmo de oratoria propio de los políticos actuales, el rector de la UAM desde el 4 de julio de 2025, desglosa sus objetivos más importantes.

Sus primeros 100 días de gestión se cumplirán el 24 de noviembre, fecha en la que deberá responder por una serie de compromisos. Para ello, el Dr Gustavo Pacheco López ha establecido un plan de trabajo a desarrollar inmediatamente.

“Desde el arranque del proceso de presupuestación para el 2026, que es algo a lo cual ya estamos regularmente enfrentando año con año, hasta procesos que nos llevarán a tener una planificación basada en resultados y que necesitamos también reflexionar de forma conjunta, con el resto de la comunidad universitaria”.

Explica la existencia del Plan de Desarrollo Institucional, que ahora se denomina Agenda Estratégica de Gestión Institucional, con un horizonte al 2030, y la cual “marca orientaciones transversales y orientaciones estratégicas”.

“La ampliación de la matrícula y la ampliación de la cobertura son dos elementos que continuamente han aparecido. Sin embargo, no es lo mismo tener más alumnos porque se aumenta el tiempo de permanencia en la universidad, es decir, el rezago escolar, a tener un mayor ingreso de alumnos”, apunta.

Por ello, plantea concentrarse en ampliar la cobertura (cuántos alumnos se admiten y se pueden atender) y en “hacer tránsitos mucho más eficientes de las trayectorias del alumnado”, es decir, que la mayoría concluyan su formación en el tiempo previsto.

Asimismo, el rector general de la UAM observa que las Universidades en muchos países, incluyendo México, se “conforman” con generar conocimiento y sistematizar la información en artículos de investigación o libros, pero a él no le parece suficiente.

TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA.

En ese sentido, su cuarta prioridad es “transformar el conocimiento en bienestar y prosperidad”, en consecuencia con el tercer artículo constitucional que encomienda el beneficio directo de la sociedad a partir del desarrollo científico y tecnológico.

Se trata de uno de los mayores retos para una institución que genera conocimiento. “La transferencia tecnológica es una forma en la que esto ocurre y que se da con una velocidad relativamente lenta. Hay alternativas en las cuales, por ejemplo, a través de la innovación social las universidades públicas podemos incidir en el bienestar de la población”, señala.

–¿Cómo se concretará esto último, más allá de publicaciones?

–Estamos en una fase de desarrollar indicadores, para medir este avance y definir qué tan rápido llegamos a esas metas.

Detalla que la Universidad desarrolló una agenda, pero no los indicadores adecuados, así que de la mano de la presupuestación para el 2026 se están preguntando ¿cuál es la ampliación que ofrece la universidad?, ¿el tiempo de tránsito del alumnado?, y ¿cuál es la eficiencia terminal?

“¿Cuántos de los artículos que se producen terminan, por ejemplo, en una patente? O ¿cuántos de los libros o capítulos se transforman en política pública y cuántas personas son beneficiadas? Esto es lo que ahora se le llama pasar de la bibliometría al indicador de impacto de la investigación” indica.

Desde su perspectiva, este es un desafío actual por el cual atraviesan las universidades de todo el mundo, a quienes les toca cuestionar su propia función y valía. De modo que, para responder a tal desafío, desde la UAM habrá que complementar los números que suelen ser indicadores sobre ingresos, egresos y cantidad de publicaciones.

Como ejemplo de metodologías complementarias que utilizan métricas distintas y no se conforman con los datos usuales, el rector relata la realización de “un ejercicio inédito en México, que ninguna otra institución de educación superior ha realizado en el país”.

“En el 2024 nos hicimos la pregunta de si había indicadores o posibles métricas adicionales de impacto y se desarrolló un trabajo denominado: La primera aproximación al valor integrado de la Universidad Autónoma Metropolitana”, comenta.

El resultado de dicho estudio fue: por cada peso invertido en la Universidad Autónoma Metropolitana en el año 2023 se le retornó 1.51 pesos.

“Es decir, regresamos el peso y además tuvimos un beneficio de 51 centavos. Es decir, un 50 1% de retorno en 1 año. No existe ningún instrumento que tenga esa tasa de retorno. Por lo tanto, en sus términos, somos la mejor inversión en la que puede poner sus recursos en la sociedad”.

–Ya que estamos en tema de presupuesto, ¿qué se prevé y qué tan cómodo está?

–Estamos en diálogo continuo con el gobierno, con las distintas secretarías, para presentarle nuestros resultados, nuestras expectativas de crecimiento y hasta el momento ha habido sensibilidad para mantener un presupuesto de un financiamiento robusto”, adelanta el rector.

Si bien el proceso de presupuestación está en curso, el rector manifiesta la “confianza de que habrá diálogo en el proceso de prescripción que acaba de iniciar” y que encontrarán las formas de concretar un presupuesto que permita la operación de la universidad.

-¿Tienen un estimado de cuánto se necesita para todo lo que ya se tiene planeado?

“La universidad tiene una serie de indicadores, tomando el presupuesto de 2025, se pueden hacer proyecciones en el caso de los ajustes inflacionarios, que normalmente es lo que se asume que deberá de ser lo mínimo”, explica.

“En este momento no hemos recibido los techos presupuestales de Hacienda y será muy probablemente a principios de septiembre cuando tendremos ya claridad del presupuesto de egresos de la Federación, en donde Hacienda calcula y distribuye las asignaciones para las universidades federales”.

Aunque no hay de momento un número definido para el 2026, Gustavo Pacheco López sostiene que seguramente reflejará un reconocimiento de la valía que tiene la UAM para el país.

“El presupuesto que nos otorga el Congreso de la Federación ha reconocido las condiciones que demanda una universidad con las características que tiene: somos la universidad con la mayor proporción de estudiantes doctorales del país por mucho y formar un estudiante doctoral requiere de una inversión de recursos cuantiosa”, añade.

Además de actualizar 83 planes de estudio a nivel licenciatura, según el rector de la UAM, su gestión tendrá que articularse en torno a las demandas sociales, que en este momento presentan un “bono demográfico”.

“Estamos llegando a los picos de mayor proporción de personas que demandan educación superior y esto no va a volver a ocurrir: se está agotando el bono demográfico y estamos envejeciendo aceleradamente”, advierte.

“Es ahora cuando necesitamos universidades y es ahora cuando la Universidad Autónoma Metropolitana tiene que hacer su máximo esfuerzo para ampliar la cobertura, para mejorar la eficiencia terminal y para ser pertinente con lo que espera el país”.

Rector de la UAM El neurocientífico Gustavo Pacheco López es el primer rector de la UAM egresado de la misma institución. (UAM)

RETIRO Y CONTRATACIONES.

Por otra parte, de acuerdo con el doctor Gustavo Pacheco López, el desarrollo académico de su gestión implica reconocer un momento de transición que vive la UAM.

“Después de 51 años de actividades, una proporción sustancial de personal académico ha llegado a la conclusión de su vida laboral y estará también en un proceso de recambio y renovación del personal de la plantilla académica”, adelanta.

“Actualmente hay más de 700 plazas en rezago de dictaminarse y esto significa que tenemos que acelerar el paso de dictaminación, para poder atender ya ese rezago”, continúa.

Asimismo, calcula que a esas cifras se acumularán “varios cientos más” en los siguientes años, por “una situación también de finitud de vida laboral”, relacionada con las edades de retiro del personal.

“Se tendrán que concursar al menos 250 plazas al año. No significa que son 250 nuevas plazas, sino que habrá un recambio de al menos 250 nuevas contrataciones, aprovechando/atendiendo esto que está ocurriendo (rezago de las contrataciones y que van a ocurrir nuevos retiros)”.

“La expectativa, al menos en 4 años, pensamos que lo mínimo que se tendrán que contratar son mil nuevas profesores y profesoras”, apunta.

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