
¿Quiénes son los bellos durmientes mexicanos?
México, con su gran diversidad de ecosistemas y variaciones climáticas, alberga varios campeones de este sueño invernal, entre los que destacan, tenemos a un pariente cercano del protagonista de los comerciales de colchones para dormir, el oso negro mexicano (Ursus americanus), el cual se retira de los reflectores por un tiempo para irse a tomar su siesta.
Otro ejemplo es el murciélago orejudo mexicano (Corynorhinus townsendii) que si le preguntas ¿por qué tienes las orejas tan grandes? Te contestará… para escucharte mejor, él y su primo el murciélago de nariz de cerdo (Choeronycteris mexicana) buscan refugio en cuevas, minas abandonadas y otros espacios que tengan poca luz y poco ruido para poder hacer una pijamada de más de un fin de semana.
Y no olvidemos a las ardillas de tierra (Ictidomys y Xerospermophilus) que pasan todo invierno en sus madrigueras que están bajo tierra. A estos singulares mamíferos los podemos encontrar habitando en los desiertos y matorrales del desierto de Chihuahua y Valle de Perote.

¿Cómo se preparan para el Gran Sueño?
Antes de dormir un buen rato, estos mamíferos siguen un proceso instintivo y asombroso. Comen más de lo habitual para generar reservas de grasa, luego se refugian en madrigueras o cuevas, que ellos mismos construyen o eligen para mantenerse seguro y donde nadie pueda molestarlos para conseguir protegerse del frío y dormir placenteramente.
¿La hibernación tiene pausa?
Claro que sí, es como cuando duermes y de pronto quieres ir al baño o te da hambre y vas a buscar algo de comer al refrigerador. A esto se le conoce como despertares momentáneos y se ha documentado que, en las ardillas, llegan a interrumpir su sueño solo por uno o dos días, los expertos creen que esto pasa para asegurar el buen funcionamiento de sus sistemas como el cerebro antes de volver el profundo sueño.
Algunos mamíferos pequeños, es común que vivan en colonias; es decir, que duerman con otros miembros de su familia para acurrucarse entre ellos y mantener el calor.
Independientemente de que sean animales enormes como los osos, voladores como los murciélagos, pequeños como las ardillas, solitarios o vivir en grupo, es fundamental no interrumpir el sueño de estos bellos durmientes, ya que, de lo contrario, podrían alterar su sueño y su supervivencia. Pero ¿Cuál sería la estrategia para no mermar su sueño? Una de estas es protegiendo sus hábitats, creando estrategias de conservación y orientar a través de talleres educativos, a la población humana que se encuentra interactuando cercanamente, explicando el ciclo de vida de estos dormilones.
1Maestría en Ciencias Biológicas, Facultad de Biología, Universidad Veracruzana
2Red de Biología y Conservación de Vertebrados, INECOL
3Museo de Zoología, Facultad de Biología, Universidad Veracruzana