
No es raro que las coincidencias se asomen en nuestro quehacer diario, como si el trabajo de campo revelara señales que enlazan momentos y lugares. Por iniciativa de un promotor de café de la región húmeda y montañosa, en las faldas del Cofre de Perote, visitamos desde julio algunas localidades, donde él había observado diversos usos que se le dan a Gunnera mexicana, conocida en Veracruz como capa de pobre, mano de león, capote o caña agria. Así, nuestro equipo de etnobotánica emprendió el viaje hacia una experiencia que resultó fascinante, llena de incógnitas y cuyo estudio aún sigue en curso.
Durante nuestro periplo en busca de Gunnera mexicana, nos llegó la triste noticia del fallecimiento del Dr. Arturo Gómez-Pompa, eminente y destacado científico de México. Lo recordamos con profundo respeto y cariño de muchas maneras: como profesor, como amigo, como colega apasionado que compartía su visión con un genuino entusiasmo. Pero hay una especial imagen y que hoy nos une en la memoria: aquella fotografía emblemática del joven explorador en la Sierra de Misantla, sosteniendo los pecíolos de unas majestuosas hojas de Gunnera mexicana. Esta misma imagen está en la portada de su libro titulado “Mi vida en las selvas tropicales, memorias de un botánico” (2016). Su partida también nos hizo evocar aquel magnífico ejemplar de esta especie que se encontraba y daba la bienvenida a los visitantes en la entrada del Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero, concebido y fundado en 1977 por el Dr. Gómez-Pompa.
El género Gunnera, de la familia Gunneraceae, es considerado por algunos autores como uno de los linajes más arcaicos de angiospermas, con una antigüedad estimada de al menos 95 millones de años (Jarzen, 1980). La distribución actual de sus aproximadamente 60 especies se restringe mayormente al hemisferio sur, sin embargo, estudios paleogeográficos mostraron que en el pasado estaba mucho más extendido en todos los continentes. Es interesante observar la enorme variación de tamaño entre las especies, desde muy pequeñas y postradas hasta gigantescas de 6 m de altura, por ello son consideradas entre las hierbas más grandes del mundo. Por otra parte, una de las características más sorprendentes de esta planta es su capacidad de fijar nitrógeno por una simbiosis con cianobacterias del género Nostoc. Esto le permite establecerse como pionera y posiblemente útil en la recuperación de paisajes de montaña (Burgos-Hernández y Castillo-Campos, 2017).
Gunnera mexicana alcanza entre 1 y 3 metros de altura, con hojas de hasta 2 metros de ancho y pecíolos de similar longitud. Se distribuye desde el sureste de México hasta Honduras, habita principalmente en zonas muy húmedas bosque mesófilo de montaña o de niebla, en áreas abiertas o ligeramente sombreadas a orillas de quebradas o sitios rocosos abruptos en altitudes de 1200 y 2400 m (Gutiérrez-Báez et al., 2016; Burgos-Hernández y Castillo-Campos, 2017).
Esos dos gigantes emblemáticos han acompañado este proyecto que ha inspirado la recuperación y difusión de los usos tradicionales de las plantas nativas, motivo por el que luchó el Dr. Arturo Gómez-Pompa y que nos deja como legado y gran reto.
Bibliografía
Burgos-Hernández, M. y Castillo-Campos, G. 2017. Gunneraceae. Flora de Veracruz. Fascículo 171: 1-10.
Gutiérrez-Báez, C., S. Avendaño-Reyes & P. Zamora-Crescencio. 2016. La familia Gunneraceae en México. Bouteloua 26: 49-51.
Jarzen, D.M. 1980. The occurrence of Gunnera pollen in the fossil record. Biotropica 12: 117-123.
1 Posdoctorante de la Red de Ambiente y Sustentabilidad
2 Red de Ambiente y Sustentabilidad
3 Investigador independiente
4 Herbario XAL