
Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollan nanocompuestos, definidos como vehículos diminutos conformados por dióxidos de titanio y silicio, que incrementan la eficiencia de los fármacos al dirigir los principios activos exclusivamente a las células enfermas.
La doctora en Ciencias Naturales e Ingeniería y maestra en Tecnología Avanzada, María Luz Carrera Jota, explicó que esta metodología abre la posibilidad de revolucionar los tratamientos contra el cáncer de mama y ovario, mediante terapias menos agresivas que, una vez consolidadas, permitirán que, en lugar de acudir a sesiones de quimioterapia, los pacientes solo ingieran un fármaco capaz de atacar directamente las células cancerosas sin dañar otros órganos.
La investigadora, adscrita a la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), dirige el proyecto denominado “Nuevos nanovehículos para la encapsulación de medicamentos”, con el apoyo de un equipo multidisciplinario de científicos. El objetivo es sentar las bases para el desarrollo de terapias basadas en nanomateriales, que integren estrategias médicas de vanguardia y permitan diseñar tratamientos adaptados a las necesidades específicas de cada paciente.
“Buscamos —dijo— que, en lugar de que una persona asista a quimioterapias, pueda ingerir un medicamento accesible que llegue directamente al cáncer, destruyendo las células afectadas sin dañar órganos o tejidos sanos”.
La especialista del IPN destacó que países como España y China lideran este campo de la nanotecnología aplicada a la medicina, y actualmente enfocan sus esfuerzos en perfeccionar estas metodologías para desarrollar nuevas alternativas contra diversas enfermedades. “En China ya pasaron de la etapa de pruebas en laboratorio a la fase de pruebas en animales”, puntualizó.
La científica, con Nivel I en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, señaló que su proyecto presenta avances promisorios a nivel in vitro. Los nanocompuestos fueron probados en cultivos de células cancerosas de una línea asociada al cáncer de mama, la enfermedad más común entre las mujeres a nivel mundial.
“El objetivo fue analizar si los nanocompuestos eran tóxicos o si podían interactuar de forma segura con las células. Los resultados fueron muy positivos: las células mostraron una viabilidad superior al 80 por ciento, lo que confirma que las nanopartículas no resultan dañinas y pueden funcionar como sistemas inteligentes de administración de fármacos, capaces de transportar y liberar el medicamento cuando se requiere”, subrayó.
Para confirmar estos resultados, se realizaron estudios de fotoluminiscencia mediante el uso de iones de europio —elemento químico empleado en aplicaciones de bioimagen—, que permitieron rastrear y monitorear los nanocompuestos dentro de tejidos biológicos sin dañarlos.
La doctora María Luz Carrera destacó que los resultados obtenidos —cuyo método se buscará proteger mediante registro de propiedad intelectual— abren la puerta al desarrollo de nuevas terapias personalizadas basadas en nanomateriales, que representarán un avance significativo para la ciencia y la medicina mexicana.
COLABORACIÓN CON OXFORD.
Por otra parte, la institución anunció que su director general, Arturo Reyes Sandoval, se reunió con el director del Centro de Inmuno-Oncología de la Universidad de Oxford, Tim Elliott, y con la investigadora mexicana de esa institución, Isabela Pedroza-Pacheco, con quienes dialogó sobre los avances de la investigación conjunta en cáncer colorrectal.
Este encuentro se realizó en el marco del Convenio de Colaboración firmado por ambas instituciones en noviembre de 2024, en el que también participa el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”.
Acompañado por parte de su equipo de trabajo, el doctor Reyes Sandoval destacó la importancia de impulsar ejercicios colaborativos entre instituciones de México y el Reino Unido.
“No se puede hacer esto con un solo grupo de investigación o en un solo país. Tus resultados y descubrimientos tendrán una validez más universal cuando los desarrollas entre diferentes naciones. Por eso soy un fuerte defensor del trabajo colaborativo, y es fantástico tener hospitales e instituciones participando en este esfuerzo, porque además contamos con científicos extraordinarios que realmente desean este tipo de colaboración”, sostuvo.
Durante su presentación magistral titulada “Moving Forward: Mexico Cancer Initiative” (Avanzando: Iniciativa contra el cáncer en México), Tim Elliott explicó que se eligió el cáncer colorrectal como primer eje de colaboración con el IPN debido a las características particulares de esta enfermedad.
Señaló que, de acuerdo con las proyecciones, para 2040 su incidencia podría duplicarse en México, y consideró alarmante que aproximadamente 10 por ciento de los nuevos casos se presentarán en personas menores de 40 años.
El objetivo principal de la investigación refirió, es analizar cómo los sistemas inmunológicos de los pacientes mexicanos responden al cáncer, y adelantó que esperan identificar diferencias relevantes respecto a otras poblaciones ya estudiadas.