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La investigación concluye que la contaminación del aire provocada por los incendios ha sido subestimada durante década

Un estudio advierte de que los incendios contaminan el aire más de lo estimado

Incendio. El estudio identifica varias regiones con altas emisiones tanto por incendios forestales como por incendios causados por la actividad humana en Asia ecuatorial, en los países de África situados en el hemisferio norte y en el sudeste asiático. (Gaceta UNAM)

Los incendios forestales y las quemas prescritas (es decir, incendios controlados en terrenos silvestres) en todo el mundo emiten cantidades “sustancialmente mayores” de gases y partículas contaminantes de lo que se había calculado hasta ahora, según un estudio publicado este lunes en ACS’ Environmental Science & Technology.

La investigación, realizada por un equipo internacional de científicos dirigidos por la Tsinghua University de Beijing, China, concluye que la contaminación del aire provocada por los incendios ha sido subestimada durante décadas.

“Nuestras nuevas estimaciones aumentan las emisiones de compuestos orgánicos de los incendios forestales aproximadamente un 21%”, señala Lyuyin Huang, investigador en la Facultad de Medio Ambiente de la Tsinghua University y primer autor del estudio.

Además, el estudio identifica varias regiones con altas emisiones tanto por incendios forestales como por incendios causados por la actividad humana en Asia ecuatorial, en los países de África situados en el hemisferio norte y en el sudeste asiático, un hallazgo -avisan- que puede plantear desafíos complejos en cuanto a la calidad del aire.

“El inventario proporciona una base para una modelización más detallada de la calidad del aire, la evaluación de riesgos para la salud y el análisis de políticas relacionadas con el clima”, asegura Lyuying Huang.

La amenaza de los compuestos volátiles

Cada año, grandes extensiones de bosques, pastos y turberas se queman en incendios forestales, liberando una mezcla compleja de vapor de agua, cenizas y compuestos basados en carbono al aire.

Algunos de estos compuestos basados en carbono son gases llamados compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés).

Otros que se evaporan y se convierten en gases a temperaturas más cálidas, son los compuestos orgánicos intermedios y semivolátiles (IVOC y SVOC, respectivamente).

En el aire, estos compuestos parcialmente volátiles forman partículas finas -contaminantes que pueden ser perjudiciales si se inhalan- con más facilidad que los VOC.

Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de los estudios que evalúan las emisiones de incendios forestales han pasado por alto los IVOC y los SVOC debido a su gran número.

El equipo, liderados por Shuxiao Wang, de la Facultad de Medio Ambiente de la Tsinghua University, se propuso calcular las emisiones de IVOC y SVOC junto con los VOC para tener una mejor comprensión del impacto de los incendios forestales en la calidad del aire, la salud y el clima.

Para ello, accedieron a una base de datos del área de tierra quemada para incendios forestales globales en bosques, pastizales y turberas desde 1997 hasta 2023 y recopilaron datos sobre los COV, COVI, COSV y otros compuestos orgánicos de extrema baja volatilidad emitidos cuando cada tipo de vegetación se quema.

Para los tipos de vegetación sin mediciones en campo, se basaron en experimentos de laboratorio para predecir los compuestos orgánicos liberados.

El equipo combinó estos conjuntos de datos y calculó las emisiones anuales en todo el mundo y estimó que los incendios forestales liberaron un promedio de 143 millones de toneladas de compuestos orgánicos en el aire cada año del estudio, un 21% más que las estimaciones anteriores, lo que sugiere que las emisiones de incendios forestales, específicamente los IVOCs y SVOCs, podrían ser más contaminantes de lo que se creía.

Al comparar las emisiones de incendios forestales con su estimación anterior de actividades humanas que liberan compuestos en el aire, los investigadores encontraron que las emisiones causadas por el hombre fueron mayores en general, pero ambas fuentes liberaron cantidades equivalentes de IVOCs y SVOCs.

Además, el estudio identificó múltiples puntos calientes de emisiones tanto para incendios forestales como para actividades humanas en Asia ecuatorial, los países de África del hemisferio norte y el Sudeste asiático.

Los autores creen que los desafíos de contaminación del aire de estas regiones son complejos y requieren diferentes estrategias para reducir las emisiones de incendios y actividades humanas. 

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