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El 70% del desperdicio de alimentos en México nunca abandona el campo

La suma anual de alimentos desperdiciados en México rebasa los 22.7 millones de toneladas, de acuerdo con datos del INEGI y el informe de ERAMO

Sustentabilidad

La encuesta ERAMO documentó que en muchos casos los productores desechan sus cosechas porque no será aceptadas por el mercado.

La encuesta ERAMO documentó que en muchos casos los productores desechan sus cosechas porque no será aceptadas por el mercado.

Cortesía de Genaro Aguilar

El desperdicio de alimentos en México es escandaloso. Cada semana se desecha tanta carne de res que equivale al volumen de la Torre latinoamericana y tantos vegetales comestibles como el volumen de mil 177 construcciones similares al Estadio Azteca.

La suma anual de alimentos desperdiciados en México rebasa los 22.7 millones de toneladas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y de la Encuesta sobre Residuos Alimenticios y Materia Orgánica (ERAMO), elaborada con la participación casi veinte universidades e institutos.

Los datos fueron expuestos y analizados por el Doctor Genaro Aguilar Gutiérrez, investigador del Instituto Politécnico Nacional, quien ha coordinado la Red Latinoamericana de Expertos contra la Pérdida y Desperdicio de Alimentos.

“Estamos hablando de que se desperdicia el 32.8 por ciento de toda la producción nacional de alimentos. Ahora sabemos más porque se han realizado nuevos modelos de investigación ya que antes del año 2020 todos los estudios sobre desperdicios se concentraban en las etapas posteriores a la cosecha”, indicó el Doctor Genaro Aguilar, ante diplomáticos, académicos, organizaciones civiles y empresarios reunidos por la Embajada Alemana y el Laboratorio Bayer en el foro Hablemos de alimentos: cómo reducir el desperdicio.

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“Hoy sabemos que la mayor parte del desperdicio y pérdida de alimentos ocurre en las fases previas a la comercialización; incluso previo al transporte. Estimamos que el 70 por ciento de los alimentos se desperdician en el campo y no se llegan a cosechar o a vender por problemas de precio o características de forma o color que exige el mercado”, agregó el experto del IPN.

Cadena de abasto

La encuesta ERAMO es una herramienta innovadora para investigación estadística sobre desperdicio de alimentos que está a cargo de INEGI y cuya prueba piloto se diseñó y desarrolló en el año 2020 con ayuda de miles de estudiantes y profesores de universidades e institutos presentes en toda la República. A través de entrevistas a productores de alimentos los universitarios documentaron que, por obstáculos en la cadena de comercialización, precios bajos y potenciales pérdidas económicas, muchos agricultores prefieren no enviar sus productos a los mercados pues existe el riesgo de que no les sean pagados a precios que por lo menos rescaten su inversión y en muchos casos incluso deben pagar fletes de carga de regreso, al no poder vender en los mercados y centrales de abasto.

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), está el objetivo 12.3 que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita para el año 2023. De este modo se ayudará a “Garantizar modalidades de producción y consumo sostenibles”, que es ODS número 12.

Antes de la comercialización

Antes del año 2020 todos los estudios sobre desperdicios de alimentos se concentraban en las etapas posteriores a la cosecha. Hoy sabemos que la mayor parte del desperdicio y pérdida de alimentos ocurre en las fases previas a la comercialización; incluso previo al transporte. Genaro Aguilar.

En el caso de México, hasta hace poco no se tenían cifran confiables de la dimensión de la pérdida y desperdicio de alimentos. Por esta razón se diseñó y se ha puesto en marcha la encuesta ERAMO, para “tener una línea base” y saber desde dónde partimos para reducir el desperdicio, como explicó el Doctor Aguilar Gutiérrez.

El académico mexicano dijo que es muy importante explicar a la población que cuando se desperdician alimentos no sólo se trata una noticia negativa para los esfuerzos que buscan acabar con el hambre, también son malas noticias porque al desperdiciarse comida se desperdicia agua, tierra fértil, horas de trabajo y en la descomposición de esos alimentos que no fueron consumidos también hay numerosas emisiones de efecto invernadero.

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“Nosotros calculamos que debido al volumen de desperdicio anual de alimentos en México se emiten a la atmósfera gases de efectos invernadero equivalentes a los que liberarían 14 millones de vehículos convencionales”, dijo el investigador politécnico.

Además, los mismos datos de desperdicio implicarían que, como consecuencia del volumen de pérdidas de cárnicos, lácteos y vegetales, México estaría desperdiciando cada año 39 billones 860 mil millones de litros de agua que intervinieron en la producción de aquello que contaba con buenas condiciones nutrimentales pero no se consumió.

Análisis de academia y gobierno

El Instituto Politécnico Nacional fue uno de los coordinadores de la encuesta ERAMO, que encabeza INEGI y donde participaron universidades, institutos y tecnológicos de diferentes estados. Entre los miembros del Comité técnico estuvieron las Universidades Autónomas de Baja California, Chihuahua, Chiapas, Coahuila, Hidalgo, Nuevo León, Quintana Roo y Zacatecas; así como la Universidad Politécnica de Victoria; el Tecnológico Nacional de México, a través de los Tecnológicos de Celaya, Morelia y Roque; además del Colegio de Posgraduados Veracruz; Tecnológico Superior de Jalisco Mario Molina y el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA).