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El cerebro es cantante y bailarín

Si quieres saber de dónde viene la capacidad humana de bailar y cantar, sigue leyendo, nos invita este artículo de Ciencia UNAM

Ciencia UNAM

Cuando cantas o bailas, tu cerebro es el encargado de hacer toda la magia.

Cuando cantas o bailas, tu cerebro es el encargado de hacer toda la magia.

Diseño Bárbara Castrejón/Ciencia UNAM

Acéptalo, de vez en cuanto te gusta echar un palomazo o intentar nuevos pasos al ritmo de la música. Si quieres saber de dónde viene la capacidad humana de bailar y cantar, sigue leyendo.

Ventajas del baile

“La danza es una experiencia multisensorial es decir, involucra la vista, el oído, el tacto, la propiocepción, que es la brújula del cuerpo que nos dice en qué posición y en qué dirección está cada una de las partes del cuerpo, además del sistema vestibular, el cual es fundamental para mantener equilibrio”, comentó la maestra Valeria Alavez, del Taller Coreográfico de la UNAM.

La danza ofrece varios beneficios grupales e individuales, por ejemplo: ayuda a tener una mejor atención sostenida, favorece la experiencia emocional, propicia una mejor cohesión social e incluso, es buena para la comunicación.

Pero ¿cómo es posible que una sola actividad pueda tener tantos beneficios? Resulta que cuando bailamos nuestro cerebro libera una serie de neurotransmisores como las endorfinas, las hormonas que relacionadas al placer; la serotonina, que nos ayuda a tener un buen estado de ánimo y la oxitocina, famosa por su relación con los sentimientos de apego y amor.

Por si esto no fuera suficiente, la maestra Valeria destaca que un buen bailongo de vez en cuando mejora la inmunoreactividad, el equilibrio calórico, favorece la coordinación, el tono muscular y la salud cardiovascular.

Además, como se trata de una actividad que suele hacerse en grupo, brinda muchos beneficios a nivel psicológico y social. Por ejemplo, se sabe que ayuda a desarrollar habilidades de afrontamiento socioemocional y mejorar la autoestima.

De acuerdo a la investigadora, hay dos teorías que tratan de explicar el ser humano bailarín. La primera dice que se trata de una función biológica relacionada con la supervivencia y la reproducción;mientras que la segunda plantea que fue por la exaptación, es decir, que comenzó teniendo una función, para luego evolucionó a una nueva finalidad.

La danza fue uno de los temas del Sexto Festival de Neurociencias, Neurofest, en donde diferentes especialistas se dieron cita para hablar de las neuronas y todo lo que hacen por nosotros.

¿QUÉ PASA EN NUESTRO CEREBRO CUANDO ESCUCHAMOS MÚSICA?

Si lo tuyo es cantar, la doctora Alicia Castillo, investigadora de la Licenciatura en Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UNAM, también participante en el Neurofest 2022, comentó que “el canto activa las mismas zonas que el lenguaje”, es decir, los lóbulos temporales y parietales; además de la corteza prefrontal ventromedial, la cual, está relacionada con los centros de placer

El lenguaje y por lo tanto, el canto tienen implicaciones genéticas, siendo el gen más importante el FoxP2. Curiosamente, ese gen también se ha encontrado en otras especies como los murciélagos.

“La música es un neuroprotector porque conecta todo el cerebro. Por ejemplo, sabemos que cuando escuchamos nuestras canciones favoritas, se activa la formación reticular, relacionada con la vigilia. Está a su vez se conecta con el hipotálamo, la estructura cerebral que controla funciones como la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el hambre. “La música puede influir en todo eso”, comenta la especialista.

¡AL RITMO DEL TIKTOK!

Ahora vayámonos al éxito de Tik Tok. Millones de jóvenes han experimentando una gran satisfacción al imitar los bailes de otros desde esa red social.

Esto podría ser porque cuando tu cuerpo se mueve al mismo ritmo de la música, experimentas una doble sensación de placer; por un lado, respondes a las melodías, ya que tu aparato motor está ligado al sistema de recompensa, el cual está formado por estructuras como el núcleo accumbens y el área ventral tegmental.

Cuando un bebé tiene menos de 2 años, es importante que los cuidadores se encarguen de estimularlo con movimientos físicos y música, ya que a esa edad tiene un periodo sensitivo que lo ayuda a desarrollar su sentido del ritmo.

Para finalizar, no olvides que cuando escuchas música o bailas vives una experiencia holística, es decir, que además de todo lo que pasa en tu organismo, los ritmos se conectan con nuestros sentidos y con nuestros recuerdos, por lo que no es nada raro que cada que entramos en contacto con alguna de estas dos artes, se detone un festival de emociones en nuestro interior.

*Colaboración de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia