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COVID-19 fue un obstáculo para atender correctamente a pacientes con cáncer: estudio

El informe también pone de manifiesto que la pandemia tuvo un impacto desproporcionado en las mujeres de América Latina y el Caribe, acentuando la desigualdad de género en la salud

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1: En once países latinoamericanos y caribeños hay reportes de que COVID19 dificultó el acceso a quimioterapias.

1: En once países latinoamericanos y caribeños hay reportes de que COVID19 dificultó el acceso a quimioterapias.

Fred Hutch

En México, la pandemia de COVID-19 tuvo impacto significativo en la atención médica para pacientes con cáncer, ya que 67 por ciento de las organizaciones de pacientes informaron que las personas con ese padecimiento experimentaron retrasos para obtener tratamientos y atención de salud, y el 15 por ciento informó que los pacientes no pudieron recibir sus tratamientos.

Las anteriores expresiones fueron documentadas en el estudio “El impacto de la pandemia de COVID-19 en el cuidado del cáncer en América Latina”, realizado en 11 países por las organizaciones Americas Health Foundation, EY-Parthenon team, Catalyst Consulting Group y el laboratorio farmacéutico suizo Roche.

De acuerdo con las organizaciones de pacientes consultadas en México, el 74 por ciento recibió reportes de retrasos en cirugías oncológicas; el 60 por ciento recibió reportes de sus pacientes en los que se quejaron de retrasos en diagnósticos y 65 por ciento tuvo algún reporte de pacientes por retraso de quimioterapias.

El estudio también encuestó a médicos, cuyas respuestas indicaron que las interrupciones de la quimioterapia fueron comunes, según el 76 por ciento de los entrevistados. Adicionalmente, los profesionales de la salud informaron que más del 10 por ciento de sus pacientes faltó al menos a una cita, como consecuencia del confinamiento por COVID-19.

Pacientes y cuidadores

El estudio, editado y difundido por la Americas Health Foundation, contiene un apartado especial con información sobre el impacto que tuvo en pacientes con cáncer y sus cuidadores la estrategia para reducir la exposición al coronavirus.

A partir de los datos recabados, el estudio concluye que aproximadamente 473 mil personas (entre un rango de 219 mil a 739 mil) serán directamente afectadas por un cambio en la etapa clínica del cáncer, morirán debido al retraso del tratamiento, o caerán en catástrofe financiera y empobrecimiento, debido a la sobrecarga de trabajo que experimentan los sistemas de salud por COVID-19.

El informe también pone de manifiesto que la pandemia por COVID-19 tuvo un impacto desproporcionado en las mujeres de América Latina y el Caribe, acentuando la desigualdad de género en la salud.

El 80 por ciento de los médicos encuestados informó que los programas y las actividades de prevención del cáncer en la región se vieron significativamente afectadas, y 96 por ciento de ellos mencionaron una reducción específica en la cantidad de mamografías de tamizaje. Esto impactará a millones de mujeres, ya que el cáncer de mama es el más común en las mujeres de la región, y es a menudo curable si se detecta en etapas tempranas, lo cual fundamentalmente es posible gracias a estos importantes programas preventivos de tamizaje de rutina.

PROBLEMAS INTERCONSTRUIDOS

Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en la América Latina, con más de 700 mil muertes registradas en el 2020. En el caso de México, se registraron más de 90 mil muertes durante el mismo año, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Cabe resaltar que la tasa de defunciones aumentó durante la última década, pasando de 6.18 defunciones por cada 10 mil personas en 2010 a 7.17 por cada 10 mil personas en 2020, lo que refleja la importancia del impacto económico en la sociedad y en los sistemas de salud.

Una variable que sumó, en 2020 a la evolución de la epidemiologia del cáncer fue la aparición de la pandemia del COVID-19. La velocidad y gravedad con la que se transmitió el corinavirus SARS-CoV-2 comprometió los sistemas de salud en México y América Latina, causando estragos en su capacidad de brindar cuidados a pacientes con patologías y enfermedades no transmisibles, como el cáncer.

El estudio “El impacto de la pandemia de COVID-19 en el cuidado del cáncer en América Latina” evaluó el impacto de la pandemia en 18 variables clave vinculadas al cuidado del cáncer en 11 países de la región, a través de encuestas de percepción con organizaciones de pacientes, profesionales médicos de centros oncológicos y un modelo matemático para estimar el impacto económico de la pandemia en lo relativo al cuidado de cáncer.

“Los resultados del estudio dejaron en evidencia los grandes desafíos que ya veníamos analizando de cerca antes de la pandemia. Sin embargo, la carga que han tenido que afrontar nuestras redes de atención en estos últimos dos años ha reforzado la necesidad de actuar ahora para fortalecer nuestros sistemas de salud y capacitarlos para brindar los cuidados necesarios para todos los pacientes, aún en situaciones de emergencia sanitaria”, afirmó Rolf Hoenger, Área Head, Roche Pharma para América Latina.

El informe también deja en evidencia las repercusiones que tuvo la pandemia en la salud de la mujer en la región, y refuerza aún más la desigualdad de género en la salud que existe. Cerca de 96 por ciento de los médicos encuestados, mencionaron una reducción específica en la cantidad de mamografías de tamizaje, las cuales son clave para detectar el cáncer de mama en su etapa más temprana y curable.

En cuanto a la carga económica que esto genera, el cáncer de mama representa un costo de 3 mil 900 millones de dólares, aproximadamente el 50% del impacto económico total estimado.

La doctora Mariana Rico, directora médica del Americas Health Foundation y autora del estudio, enfatizó que la atención fragmentada de los pacientes con cáncer ha sido un problema recurrente en Latinoamérica, contrastando con el estándar contemporáneo del cuidado del cáncer que incluye un abordaje coordinado con equipos multidisciplinarios.

“La pandemia, entre todos los desafíos que trajo, también agravó esta fragmentación, resultando en atención poco oportuna y muchas veces de calidad subóptima”, indicó Mariana Rico.

Junto con los hallazgos, el estudio destaca las siguientes medidas a implementar para fortalecer los sistemas de salud y mejorar su capacidad de respuesta: Los gobiernos deben reconocer y comprender la carga generada por la pandemia en el cuidado del cáncer para implementar estrategias integrales que mitiguen este impacto. Y, en consecuencia, priorizar la detección temprana y el acceso oportuno al tratamiento, así como evitar interrupciones en el tratamiento de todo tipo de cáncer para reducir la tasa de mortalidad y mitigar el impacto económico. Esto se logrará si se trabaja en una óptima distribución de recursos en la región mediante la optimización de las capacidades existentes y acudir a la tecnología para aprovechar el uso de datos y la telemedicina.

A través de esta colaboración entre expertos médicos, organizaciones de la sociedad civil y la industria farmacéutica, el estudio busca contribuir, a los esfuerzos de los gobiernos y los sistemas de salud de la región, para identificar soluciones integradas a cada desafío, con el fin de estar mejor preparados ante cualquier crisis o emergencia como lo ha sido esta pandemia.

La variante de SARS-CoV-2 que predomina en la Quinta ola de COVID-19 es Omicrón.

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Massachusetts General Hospital

QUINTA OLA EN MÉXICO

El 24 de junio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que México experimenta una quinta ola de COVID19, con menor mortalidad gracias a las vacunas. Las subvariantes BA.12.1, BA.4 y BA.5 de ómicron impulsan esa quinta ola, según el epidemiólogo Alfonso Vallejos Paras, de la UNAM. La Secretaría de Salud informó que la mayor parte de los casos están en los grupos de 18 a 29 años, seguido del grupo de 30 a 39 años. Entre el jueves y viernes se registraron 42 fallecimientos.