Luis Vaca Domínguez, investigador del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), inventó un dispositivo portátil que puede ser acoplado a un teléfono celular para detectar genes que predisponen a diferentes enfermedades cardíacas, pero también diabetes, algunos tipos de cáncer e infecciones respiratorias causadas por virus o bacterias; por ejemplo: COVID e influenza.
El desarrollo tecnológico nacido en la UNAM fue premiado por la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA) con el primer lugar del Premio de Innovación Tecnológica 2023.
Técnicamente, el dispositivo creado por Luis Vaca Domínguez es un sistema de microarreglos altamente sensible a la luz, que identifica mediante una muestra de sangre, saliva, lágrimas u orina, a diferentes moléculas alteradas antes de que provoquen padecimientos que habitualmente se vuelven crónicos y, a veces, irreversibles.
15 AÑOS DE TRABAJO
A lo largo de más de 15 años, el doctor Vaca Domínguez ha trabajado en la línea de investigación que dio origen al dispositivo que conjunta conocimientos de Medicina, Química, Física y Computación.
“Se calcula que 80 por ciento de las personas en el mundo cuentan con un teléfono inteligente, pero apenas el 20 por ciento de ellas tiene acceso a servicios de salud de calidad. ¿Por qué no aprovechar esta popular tecnología al alcance de nuestras manos para acceder a una mejor atención médica?”, se preguntó el médico, maestro en Ciencias Bioquímicas y doctor en Ciencias Biomédicas.
El universitario explicó que cuando se logre reducir y adelgazar su tamaño, que actualmente es voluminoso por la batería, podrá integrarse como carcaza al teléfono celular y realizar sus lecturas mediante luz.
Además, con este dispositivo cada paciente se hace responsable de su enfermedad y su médico, aun a distancia, puede recibir el diagnóstico molecular para interpretarlo y tomar decisiones tempranas”.
Con sus colaboradores y 15 alumnos de posgrado que han trabajado en su laboratorio, implementó el sistema de microarreglos que cuenta con uno de sondas inteligentes y otro altamente sensible de luz.
EQUIPO
El aparato consta de un cartucho desechable en donde se coloca la muestra a analizar y un vidrio donde se imprimen los genes, de ahí un lector los identifica a través de un sistema de iluminación patentado por la UNAM.
Al iluminar el vidrio se produce una imagen de pequeños puntos y se proyecta a la cámara del celular que, a su vez, determina los genes mediante un software creado para esta tarea. Según las coordenadas del punto que se ilumine, es el gen de interés.
Por ejemplo, añadió Vaca Domínguez, en enfermedades respiratorias como influenza se obtiene el subtipo de esta enfermedad con gran precisión. El diagnóstico tarda de 20 segundos a un minuto y medio, depende de cada caso.
Además, su batería permite utilizar el dispositivo durante dos días seguidos antes de recargar nuevamente. Esto ayudará a las autoridades sanitarias llegar a las comunidades más lejanas, donde no hay electricidad, y realizar diagnósticos moleculares.
Igualmente, puede mandarse a cualquier parte del mundo a través del teléfono celular. “Si uno tuviera varios aparatos durante una pandemia, se podría identificar el número de casos en las calles, aeropuertos, centrales camioneras y se mandaría a la Secretaría de Salud para tener un informe en tiempo real y geográfico de lo ocurrido, y así controlarlo a tiempo”, finalizó.
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