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Estudio: Cinco terremotos pudieron sumarse a las causas del colapso de Teotihuacan

Se registraron entre los años 100 y el 650 DC y dañaron o destruyeron edificios de la ciudad prehispánica

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Teotihuacan y su colapso, en un nuevo estudio publicado en “Journal of Archaeological Science: Reports”.

Teotihuacan y su colapso, en un nuevo estudio publicado en “Journal of Archaeological Science: Reports”.

INAH

Al menos cinco grandes terremotos que se registraron entre los años 100 y el 650 DC, podrían sumarse a las causas por las que se colapsó Teotihuacan, señalan los resultados de un estudio publicado en “Journal of Archaeological Science: Reports”.

En el artículo, los investigadores explican la posibilidad de que estos sismos de gran magnitud se sumaran a las causas del colapso de la ciudad, por los daños graves que causaron o incluso la destrucción de sus edificios. Este señalamiento, agregan, no contradice otras teorías sobre el fin de la urbe.

De acuerdo con los estudios, se estima que Teotihuacan tenía más de 100 mil habitantes en el siglo II y para el VII su población se redujo a 5 mil.

Entonces, el estudio “La antigua cultura teotihuacana se vio afectada por megaterremotos”, da una concepción diferente sobre el fin de esta gran metrópoli.

Los trabajos de investigación y análisis de datos fueron realizados por arqueólogos de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, en equipo con expertos del Instituto Geológico y Minero de España y las Universidades de Barcelona, Salamanca, Autónoma de Madrid y Politécnica.

Se sabe que la ciudad teotihuacana tuvo casi 22 kilómetros cuadrados de superficie en su momento de mayor esplendor, mientras que su población se calculó entre 100 mil. Este crecimiento se frenó y a partir del año 550 d.C. inició un descenso de la población, incendios y derrumbes de edificios, lo que marcó el inicio del Período Epiclásico en el altiplano central de México. También sabe que su abandono se relaciona con el éxodo a Xochicalco y el auge de la cultura tolteca en Tula.

INVESTIGACIÓN

El artículo, firmado por los investigadores Adrià Ramos, María A. Perucha, Elvira Roquero, Raúl Pérez, Natalia Moragas, Javier Elez, Pablo Silva, Jorge Giner, Miguel Ángel Rodríguez-Pascua, y Víctor Garuño- explica que los efectos de los terremotos se pueden observar en el Templo de la Serpiente Emplumada y las Pirámides del Sol y la Luna. Estos datos, añaden, se suma a la información arqueológica obtenida durante años de estudios de otros arqueólogos.

En ese sentido, los especialistas elaboraron la teoría de que los terremotos que dañaron la ciudad tuvieron su epicentro en el llamado Rift Mesoamericano en el Océano Pacífico.

De acuerdo con sus estudios, señalan que hubo al menos cinco terremotos masivos entre los años 100 y 650, sismos que obligaron a la población teotihuacana a cambiar y fortalecer su estilo arquitectónico en las Pirámides del Sol y la Luna y la reconstrucción del Templo de la Serpiente Emplumada.

Con estos trabajos, buscaron disminuir el impacto de presentarse nuevos movimientos telúricos, pero no fue suficiente. Un ejemplo de estas medidas antisísmicas es el conocido “bloqueo” de las piedras de sillar, que impide el movimiento horizontal de los bloques de piedra, como hicieron los incas en Machu Picchu.

DOS FUERTES TERREMOS

Los investigadores determinaron que la ciudad sufrió “al menos dos fuertes terremotos destructivos”. Explican que el primero ocurrió entre los años 1 y 150 y el segundo entre los años 405 y 505.

Los daños, dicen los expertos, fueron fisuras en las estructuras, movimiento y giro de bloques de construcción, desmoronamiento de paredes y ruina de las partes altas de las edificaciones las cuales podrían haber influido en la transformación del estilo arquitectónico de Teotihuacán.

DESPIECE

En el Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente” se llevó a cabo la primera jornada del INAHfest y cerrará hasta el próximo sábado, 20 de abril de 2024.

Las actividades de este miércoles fueron académicas y artísticas, las cuales versaron sobre el patrimonio, su conservación, investigación y difusión.

Una de las interesantes, fue la conferencia del arqueólogo Jaime Delgado Rubio, quien habló de la significación de los entierros humanos, desde la mirada de las comunidades. Expuso que habitantes de los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides han sido testigos de la “despersonalización” que las osamentas de los antiguos teotihuacanos reciben cuando se efectúan salvamentos arqueológicos.