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“El gen del pulque”

“Sólo le falta un grado para ser carne”, debido a sus altas propiedades nutrimentales que en mucho tiempo sirvió para calmar el hambre y curar padecimientos relacionados con los trastornos gastrointestinales

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Los beneficios de beber pulque.

Los beneficios de beber pulque.

Hace tiempo tuve el gusto de conocer a un gran científico a quien admiro por su forma tan amena de compartir su conocimiento en inmunología. En sus seminarios siempre nos contaba que él nunca se ha enfermado debido a su “gran genética” heredada de su padre quien era originario de la sierra de Oaxaca y que murió más allá de los cien años; todo debido a un elixir de los dioses, “el pulque”. Una tradicional bebida mexicana fermentada hecha a partir del agave o maguey, que en cierto dicho popular se afirma: “sólo le falta un grado para ser carne”, debido a sus altas propiedades nutrimentales que en mucho tiempo sirvió para calmar el hambre y curar padecimientos relacionados con los trastornos gastrointestinales. Pero, ¿por qué se le atribuyen estas propiedades? Al hablar de una bebida producida por fermentación, es hablar de miles de microrganismos benéficos, principalmente autóctonos o propios del maguey, como levaduras y bacterias quienes al final del proceso de fermentación generan una bebida con un olor característico a pan y tono dulce enganchador, producido por el alcohol que hace que un solo tarro nunca sea suficiente. Pero ¿Cómo es que estos microorganismos benéficos que se producen en el pulque nos benefician? Se ha comprobado por años que estas bacterias benéficas están estrechamente relacionadas con una buena salud gastrointestinal y producen ciertos metabolitos o compuestos que ayudan a reforzar el sistema inmune manteniendo un estado saludable y fuerte. Pues es así como el padre de este científico llegó a vivir más de cien años y que ahora, esta excelente salud la ha heredado a su familia debido al “gen del pulque”. En uno de sus seminarios nos contó que un día su hija le hablo llorando diciéndole que estaba muy asustada, creía que tenía cáncer. A lo que él, tranquilamente, respondió, - ¿cómo crees que vas a tener cáncer? si tú tienes el ¡gen del pulque! Y efectivamente, solo fue una falsa alarma. Yo creo que es verdad, lo que nos cuenta mi buen amigo y para un ejemplo no me voy muy lejos. Don Leo, mi abuelo, es un hombre fuerte con una mente extraordinaria y lucida que ya quisiera yo tener, un erudito. Aunque sé que si me lee, me diría, -borra eso Martha! Pero no voy a mentir, a sus 92 años, es un apasionado de la lectura y la escritura, y no hay fecha que no recuerde ni evento que olvide. Podría decir que su mente es casi como la de Einstein en el mundo de la literatura. Su día a día es despertar para continuar su maratónica lectura de cuatro libros a la vez, sin antes haber leído el periódico o noticia del día. Así nadie podría tomarlo desprevenido en lo que acontece en el mundo. Desde política, hasta la última noticia del coronavirus. Tiene charla para todo. No sé si sea casualidad, pero su padre era originario de Oaxaca y lo más seguro es que mi bisabuelo gustara también de esa bebida fermentada y así traspasara sus mejores genes a mi abuelo. No lo se dé cierto, pero casi puedo asegurar que así fue. Y si así fue, solo espero que la inmuno-genética antropológica de mis antepasados haga su trabajo y que la vida le dé muchos años para seguir compartiendo al lado de esta maravillosa persona y porqué no...Me haya heredado un poco de ese llamado y particular…”gen del pulque”.

Con cariño, a mi abuelo en el día del padre.