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“No hay tecnología que nos vaya a devolver la biodiversidad perdida”

Javier Warman, director de Bosques de WRI-México dice además que la conservación es ineficaz si no involucra a las comunidades

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El trabajo de Javier Warman se ha enfocado en construir con las comunidades programas de gobernanza ambiental.

El trabajo de Javier Warman se ha enfocado en construir con las comunidades programas de gobernanza ambiental.

WRI-México

México cuenta con 139 millones de hectáreas de superficie forestal y se ha propuesto alcanzar en el año 2030 una tasa cero de deforestación. Sin embargo, a 28 años de la fundación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), los ecosistemas del país todavía padecen daños graves y urgentes de atender porque los políticos no consideran los impactos ambientales en sus planes y estrategias de desarrollo, aseguró a los lectores de Crónica Javier Warman, director de Bosques de la organización no gubernamental World Resources Institute (WRI) México.

En el marco del Día Internacional de los Bosques, que se conmemora este 21 de marzo, el experto en Medio Ambiente y Desarrollo apunta que sólo el 15 por ciento de los bosques del planeta permanece intacto. A pesar de que la deforestación ha sido disminuida en algunas regiones del mundo, el 30 por ciento de los bosques a nivel mundial han desaparecido, mientras que el 20 por ciento se ha degradado.

El experto dice que en la actualidad el tema del cambio climático se ha vuelto “taquillero”, pero se dejan de lado otras emergencias ambientales como la pérdida de biodiversidad, la contaminación con plásticos y la crisis del agua.

El experto dice que en la actualidad el tema del cambio climático se ha vuelto “taquillero”, pero se dejan de lado otras emergencias ambientales.

Cortesía

El especialista expresa que en la actualidad el tema del cambio climático se ha vuelto “taquillero”, pero se dejan de lado otras emergencias ambientales como la pérdida de biodiversidad, la contaminación con plásticos y la crisis del agua.

“Hablamos mucho de desarrollar tecnología para cambiar fuentes de energía y frenar el calentamiento del planeta, pero no hay tecnología que nos vaya a devolver la biodiversidad perdida. Todavía falta trabajo más profundo para modificar conductas en la población. También falta que los políticos consideren al medio ambiente en la toma de decisiones sobre obras públicas. Es increíble que a estas alturas un expresidente de Estados Unidos, o los actuales de Brasil y México, tomen medidas sabiendo que van a causar un daño ambiental”, dice Warman.

“Las personas deberíamos estar conscientes de que la destrucción de la diversidad es un problema gravísimo. Recordando a las caricaturas de Mafalda podemos decir que la pérdida de biodiversidad será el ‘empezose del acabose’ de la vida humana”, indica Warman, al recordar sus lecturas infantiles de caricaturas del periódico "Excélsior", cuando además se planteaba dedicarse a la medicina veterinaria para salvar a los animales.

“Hoy sé que mi trabajo no es convencer a los creyentes, sino a todos aquellos entre autoridades y comunidades que todavía no perciben el valor y la importancia de sus acciones sobre la naturaleza” añade.

Originario de la Ciudad de México, pero con décadas visitando y acampando en áreas silvestres de toda la República, Javier Warman considera que su función como Director de Bosques en WRI no se limita al trabajo en la dimensión biológica de los ecosistemas forestales, pues invierte gran parte de su energía en hacer que los acuerdos internacionales en materia de medio ambiente “crucen” muchas capas de autoridades nacionales, estatales y locales hasta llegar a las comunidades, donde se vuelven acción.

“Trabajo con diferentes dimensiones relacionadas con los bosques, como las interacciones entre ecosistemas y frontera agrícola; los usos que dan al bosque las comunidades dueñas de tierras; la influencia de la cubierta vegetal en la disponibilidad de agua y aire limpio; la gobernanza ambiental. Trabajamos en hacer visibles a las personas los numerosos servicios que les aportan gratuitamente los bosques y que requieren su ayuda para seguir existiendo; incluso el paisaje asociado a los ecosistemas saludables”, indica Warman.

FORMACIÓN.

El experto comenzó a tener contacto con la diplomacia ambiental en los años 90 cuando trabajó en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entonces comenzaba a implementarse la Agenda XXI México-Estados Unidos que incluía protección de áreas naturales en la frontera. Esta experiencia lo ha llevado a enfatizar que ninguna política o acuerdo internacional ambiental va ser eficaz si no cruza todas las capas del gobierno hasta llegar a las comunidades, donde se convierte en acción.

“Me empecé a interesar en la defensa de la naturaleza desde finales de los años 80, cuando el tema de la ecología comenzaba a construirse en espacios públicos; antes de la Cumbre de Río de Janeiro, de 1992”, indica Warman, quien estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, antes de hacer su Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo, en las Universidades de Cambridge y Sussex, Inglaterra.

El especialista señala que en el país ya tenemos una buena masa crítica de personas con conciencia ecológica, pero el tamaño de los problemas requiere acciones más grandes y urgentes.

Javier Warman trabajó en Semarnat en los años 90 y colaboró en diversas la aplicación de diversas políticas ambientales.

Javier Warman trabajó en Semarnat en los años 90 y colaboró en diversas la aplicación de diversas políticas ambientales.

Cortesía

Perspectiva ambiental en política pública

Antes de trabajar en WRI-México, Javier Warman impulsó políticas con perspectiva ambiental en dependencias públicas afuera del sector ambiental como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y Financiera Rural, además desde la propia Semarnat “buscaba llevar acciones que, además de impactar en el propio sector, tuviesen impactos ambientales positivos y de ahí surgieron instrumentos como una cédula ambiental para que los proyectos productivos que reciben subsidios por parte de Sedesol incluyan en su justificación datos sobre su impacto ambiental. Así, incluimos temas como manejo de desechos o agua en proyectos productivos y tejimos las perspectivas del cuidado del medio ambiente y desarrollo social”.

Actualmente, en WRI-México, los especialistas desarrollan recomendaciones de política pública para asegurar la gobernanza efectiva e inclusiva en los recursos forestales del mundo. Su trabajo está enfocado en lograr que los gobiernos reforesten las cuencas altas, medias y bajas (considerando a las especies nativas del área), en que incrementen la conectividad ecológica y la captura de carbono mediante conservación y restauración.

Entre sus proyectos se encuentra la iniciativa Global Forest Watch, que utiliza información satelital moderna para seguir en tiempo real la deforestación mundial.

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