
Laura Palomares Aguilera, directora del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, recibió el nombramiento de Vicepresidenta del Comité Científico Asesor de la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), una de las organizaciones impulsoras del mecanismo COVAX, que permitió el acceso equitativo a vacunas contra SARS-CoV-2 en la pandemia.
CEPI es una asociación mundial de organismos públicos, privados, filantrópicos y de la sociedad civil, con el objetivo de desarrollar vacunas para contener futuras epidemias. Con el nombramiento, Palomares es la primera latinoamericana en asumir el puesto.
“A medida que CEPI avanza hacia una nueva fase igualmente emocionante y exigente, es un honor dar la bienvenida al directorio al Dr. Githinji Gitahi, al profesor Samba Sow, a Cyrus Ardalan, a la Dra. Rizka Andalucia y a la Dra. Anita Zaidi, al Dr. Emmanuel Hanon y a la Dra Laura Palomares al Comité Asesor Científico de CEPI, y Yasuhisa Shiozaki como Embajador de Buena Voluntad Global de CEPI”, se lee en el anuncio de los cambios en la junta del organismo.
El mes pasado, el Poder Legislativo del Estado de Morelos, galardonó a Palomares Aguilera con la Medalla de Honor del Congreso del Estado de Morelos 2022, en la categoría Ciencia.
Alicia Palomares es una de las científicas que encabezan el desarrollo de vacunas contra Covid en la UNAM, que ha desarrollado infraestructura con el apoyo del gobierno de Hidalgo.
En febrero pasado, refirió que existen dos laboratorios para investigación en COVID-19, desarrollo de procesos y fabricación de material clínico, además de una colaboración internacional en la Red de Laboratorios Centralizados, donde se evalúa la inmunidad y la eficacia de las vacunas.
“Durante este tiempo identificamos que una de las principales limitantes a nivel nacional es contar con infraestructura para poder fabricar el material clínico. Esto ha limitado el desarrollo de varias de las vacunas en la UNAM. Básicamente tenemos una colaboración con el gobierno del estado de Hidalgo, es una nueva planta piloto que estará establecida en la Ciudad del Conocimiento, en Pachuca, para poder fabricar material clínico”, expresó.
DESTACADA.
Palomares Aguilera es ingeniera bioquímica egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en 1990. En la UNAM tiene una maestría en Biotecnología y doctorado en Ciencias y a partir de 1999 es investigadora del IBt; también realizó un posdoctorado en la Universidad de Cornell (EUA).
La investigación de la ganadora del Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz (2012) se centra en la biotecnología médico-farmacéutica, en particular en la caracterización de proteínas recombinantes complejas, como glicoproteínas y proteínas con capacidad de autoensamblarse.
Trabaja en el desarrollo de tecnologías basadas en proteínas virales, con énfasis en nanobiomateriales, vacunas y vectores para terapia génica. Es reconocida mundialmente por su labor en el área de la ingeniería del cultivo de células animales, en biofísica de virus y en vacunología
ANIVERSARIO DEL IBT.
El pasado mes de abril, el IBt cumplió 40 años, aniversario que fue conmemorado por su comunidad, ex directivos y directivos de la Universidad Nacional. Palomares fue una de las personas que encabezó los festejos del 20 de abril, donde relató sus primeros días en la institución.
Cuando fue alumna del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, alrededor de 1993, Laura Palomares veía por los pasillos andar a Francisco Bolívar Zapata, quien un par de años antes había sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias. Sus amigos le preguntaban si ya lo conocía, si había estrechado su mano o incluso si ya se había tomado una foto con el pionero de la creación de la insulina sintética a través de procesos biotecnológicos.
“Pero a mí no me gustaban esas cosas, me conformaba con verlo en los pasillos. No obstante, ahora tengo el honor de ocupar su misma silla y el privilegio de llamarle Paco”, recordó la actual directora del IBt, creado por el Consejo Universitario y tras la visión de Guillermo Soberón, “el rector magnífico”, hace 40 años.
Actualmente, el instituto se ha convertido en uno de los más prolíficos de la UNAM, entre los que han generado más patentes y mayor vinculación con el sector industrial.
Tras referir el trabajo que se ha realizado en el IBt a lo largo de su historia, de sus fundadores y grandes profesores, enfatizó que se ha convertido en una institución líder en el país en el campo de la biotecnología.
“Iniciaremos los próximos 40 años en un instituto con más brío, juventud y dando el mayor espacio a todos los investigadores e investigadoras, a alumnos de todos los niveles, a sus trabajadores y a toda su comunidad”.
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