
Del mismo modo que el uso irresponsable de antibióticos generó problemas en salud pública, en la agricultura se generó una distorsión e incluso rechazo por el uso sin control de herbicidas. Esto provocó prohibiciones radicales, como la del Gliofosato, que han degenerado en contrabando y uso de otros herbicidas que sólo se recomiendan para emergencias porque son más agresivos como el Paraquat.
Lo anterior fue señalado a los lectores de Crónica por el doctor en Agronomía, Enrique Rosales Robles, ganador del Premio Nacional de la Sociedad Mexicana de Ciencias de Maleza 2015 e investigador retirado del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)
“Tenemos decenas de investigaciones hechas en México donde documentamos que el mal manejo de malezas genera pérdidas de entre 20 por ciento y hasta 100 por ciento en los cultivos. Este tipo de pérdidas es diferente al que provocan las plagas de insectos porque con aquí no se mira la destrucción de las hojas o los tallos, es decir la biomasa. Aquí el problema es que las plantas que consideramos malezas compiten con el cultivo y simplemente no crece o crece mal”, detalla Rosales Robles.
Autor de 40 artículos científicos sobre control de malezas en la producción de alimentos y miembro del Sistema Nacional e Investigadores durante 23 años, el doctor Rosales se dedica actualmente a la consultoría privada sobre control de malezas en agricultura, en Río Bravo, Tamaulipas.
En agricultura, la palabra maleza se usa para referirse a plantas que crecen alrededor de los cultivos de interés comercial y compiten con ellos para obtener agua, nutrientes y luz solar disponible. Cuando no se eliminan esas plantas pueden evitar que crezca la planta cultivada, por ejemplo cuando no se retiran las plantas que compiten contra el maíz en sus primeros 40 días.
Dependiendo del tamaño del terreno cultivado y de la intención del agricultor hay plantas que podrían ser consideradas maleza o no, por ejemplo: algún agricultor puede usar el sistema cultural llamado milpa y al mismo tiempo que cultiva maíz sembrar abajo calabaza, frijol e incluso hierbas medicinales, aromáticas o quelites. Otras plantas que pudieran ser consideradas maleza pueden ser retiradas a mano o con herramientas como la hoz. Sin embargo, trabajar con este mismo sistema en grandes extensiones, de más de 10 hectáreas (100 mil metros cuadrados) es excesivamente costoso y requiere de una gran cantidad de esfuerzo físico humano.
“Entendamos que en una hectárea pueden llegar a crecer 120 mil plantas de maíz y pueden ser más de un millón las otras plantas que crecen alrededor y que son muy competitivas. Entonces, el control de malezas con herbicidas es el método más utilizado, aunque sí se podría hacer con machetes o azadones. Esto último es caro e ineficiente porque sólo se puede eliminar las malezas a mano cuando ya crecieron y entonces ya compitieron con el cultivo varios días. Si el terreno es grande se puede usar maquinaria”, explica el agrónomo egresado en 1977 del Tecnológico de Monterrey, con Doctorado en Manejo de Malezas en la Universidad de Texas A & M, en 1998.
En México, el glifosato fue el herbicida más usado durante décadas, pero el gobierno federal emitió un decreto, en diciembre de 2020 para eliminar paulatinamente su uso, argumentando que se trata de una sustancia probablemente cancerígena, según un informe de la Organización Mundial de la Salud de 2015. Este año, el 31 de mayo, la Agencia Europea de Sustancias Químicas determinó que no está justificado clasificarlo como cancerígeno, a partir de una revisión de evidencia científica.
“Lo lógico sería que se vuelva a abrir el tema y que se revise toda la evidencia, pero hasta ahora no se ha planteado”, añadió Rosales Robles.
Diferencias entre agricultura a pequeña y gran escala
Enrique Rosales afirma que para entender correctamente la agricultura en México y el tema de control de malezas se debe distinguir la diferencia de procesos y objetivos de la producción a pequeña y gran escala. “En un cuarto de hectárea o media hectárea se puede sembrando maíz y abajo otras plantas que pueden servir como alimento para ganado o seres humanos, por ejemplo, algún quelite del género amaranthus. Pero esa misma especie, será considerada maleza en un terreno grande donde sólo se busca producir maíz”.
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .