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En México, el 10 por ciento de mujeres con cáncer cérvicocuterino avanzado tiene entre 20 y 30 años

Estas cifras muestran la grave desigualdad en el acceso a la salud de las mujeres: Lucely Cetina, investigadora del INCan

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Hay acciones que podrían ayudar a evitar muchas muertes por cáncer cérvicouterino, pero que no se están realizando.

Hay acciones que podrían ayudar a evitar muchas muertes por cáncer cérvicouterino, pero que no se están realizando.

Cuartoscuro

En México, el 10 por ciento de las mujeres que desarrollan cáncer cérvico-uterino y son diagnosticadas en etapas avanzadas de la enfermedad tienen edades entre 20 y 30 años, lo que puede incrementarse en los próximos años debido a que muchas de esas mujeres viven en comunidades apartadas geográficamente de centros de salud y a que ocurrió una reducción en el trabajo de prevención, detección y atención al cáncer, como consecuencia del confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Los anteriores datos fueron presentados en Cartagena de Indias por la Doctora Lucely del Carmen Cetina Pérez, del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), de México, en el marco del seminario de prensa especializada en salud Roche Press Day, que coindice con la realización del Congreso Latinoamericano de Ginecología y Obstetricia, donde se reúnen mil médicos de 17 países.

Ante periodistas de América Latina y representantes de organizaciones de la sociedad civil, la especialista mexicana en oncología adelantó que en los próximos días el INCan presentará el estudio más reciente con datos epidemiológicos sobre el cáncer en mujeres mexicanas.

“Es terrible comprobar que una enfermedad que es perfectamente prevenible siga causando la muerte a mujeres jóvenes, en plena edad reproductiva. En México, al menos el 10 por ciento de los casos se están presentando en edades entre los 20 y 30 años. Estas cifras nos hablan de varias cosas, pero todas nos indican que hay un problema de grave desigualdad en cuanto al acceso a la salud de las mujeres, sobre todo las de menos recursos económicos”, detalló.

Lucely Cetina explicó que el modelo de atención MICAELA fortalece la atención oncológica con tratamiento en nutrición y manejo del dolor.

Lucely Cetina explicó que el modelo de atención MICAELA fortalece la atención oncológica con tratamiento en nutrición y manejo del dolor.

TRES OBSTÁCULOS

La doctora Cetina fue una de las 24 panelistas que, a lo largo del seminario llamado Roche Press Day, explicaron diferentes desigualdades económicas, sociales, legales y médicas que se han convertido en obstáculos para el acceso a la salud de las mujeres en América Latina.

En el caso de México, la experta del INCan describió tres acciones que podrían ayudar a evitar muchas muertes por cáncer cérvicouterino, pero que no se están realizando.

La primera barrera para frenar el cáncer cérvicouterino es la vacunación de niñas y niños, en contra de la infección del Virus Papiloma Humano (VPH), ya que ese virus puede provocar una infección persistente que genera lesiones en tejidos, que pueden evolucionar en el cáncer. Desafortunadamente, la vacunación contra VPH en México se redujo durante la pandemia y sólo 0.5% de las niñas que podrían ser vacunadas recibió esa protección.

La segunda línea de protección contra el cáncer es el cribado o análisis de detección oportuna de lesiones que anuncian la aparición de tumores, a través de diferentes exámenes, como el Papanicolau o la imagenología. También esta herramienta ha disminuido su eficacia debido al confinamiento por COVID, que se suma a una serie de frenos culturales asociados con el machismo y los obstáculos para que muchas mujeres acudan a realizarse esas revisiones.

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La tercera línea de acción contra el cáncer cérvicouterino es el acceso adecuado a medicamentos oncológicos, lo cual también ha fallado en tiempos recientes, al complicarse el abasto de medicamentos contra el cáncer en los hospitales públicos.

La falta de acceso a estas herramientas de prevención y atención temprana subrayan la inequidad de acceso a la salud .

“Debemos comunicar a las personas y autoridades es que el 97 por ciento de las muertes por cáncer cérvicouterino pudieron ser evitadas. A pesar de que existen herramientas para detectarla y atenderla, esta enfermedad es un verdadero problema de salud en países en desarrollo; es el cáncer más frecuente entre mujeres de África y América Latina, y es una de las principales causas de muerte entre todas las enfermedades. En el Instituto Nacional de Cancerología, el 80 por ciento de las pacientes que llegan con este tipo de cáncer son detectadas en etapas avanzadas”, dijo la doctora Cetina, quien es la directora del Programa Modelo Integral de Atención al Cáncer de Cuello Uterino, del INCan.

Presenta México el modelo MICAELA

Durante el encuentro Roche Press Day, la Doctora Cetina presentó un modelo multidisciplinario de atención al cáncer, llamado MICAELA, acrónimo de Modelo Integral para la Atención de Cáncer Cérvicouterino Localmente Avanzado. Ese programa incluye acciones que van más allá del tratamiento puramente oncológico pues combinan ese trabajo con apoyos en manejo del dolor, atención a co-morbilidades (otras enfermedades que pueden estar ocurriendo al mismo tiempo que el cáncer), así como atención a la nutrición. “Esto es importante porque, por ejemplo, el 80 por ciento de las pacientes con cánceres avanzados presentan desnutrición”, indicó.