
El médico y uno de los más importantes científicos y divulgadores de la ciencia de México, Ruy Pérez Tamayo, falleció a los 97 años de edad.
Nacido en Tampico, Tamaulipas, 8 de noviembre de 1924, tuvo una brillante carrera en la medicina nacional, además de ser miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional y Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1974.
Ruy Pérez Tamayo recibió el Premio Crónica en Academia de manos del exrector José Narro Robles en 2015, quien lo felicitó por ser acreedor a un reconocimiento que valora su calidad de mexicano y los valores que cultiva, reconociendo al médico, investigador y humanista.
“Ruy Pérez Tamayo ha tenido una vida productiva, brillante y comprometida, en su larga carrera científica e intelectual ha recibido numerosas distinciones, lo que destaco es la doble condición que le caracteriza, de una parte su dedicación a los demás, sus alumnos, sus colegas y sus pacientes; de la otra, su visión de que la ciencia y la educación deben ayudar a resolver los grandes problemas del país, su apegó a la investigación ha resultado en buena parte del compromiso que mantiene con la sociedad”, apuntó Narro Robles.
Al agradecer el reconocimiento, el decano de El Colegio Nacional, Ruy Pérez Tamayo, visiblemente emocionado externó que el premio fue una sorpresa.
Realizó sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue catedrático de patología, y con más de cincuenta y ocho años de ejercer la docencia fue nombrado profesor emérito.
Obtuvo el doctorado en el Instituto Politécnico Nacional. Es además jefe del Departamento de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina en el Hospital General de México. Durante diez años perteneció a la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha dado cursos y conferencias en la Universidad del Valle, en la Universidad de Antioquia, en la Universidad Nacional de Colombia, en la Universidad de Washington, en la Universidad del Salvador, en la Universidad de Yale, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en la Universidad de San Marcos, en la Universidad Estatal de Colorado, en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la Universidad de Kansas, en la Universidad Johns Hopkins, en la Universidad de Rochester, en la Universidad de Howard, en la Universidad de Harvard, en la Universidad Central de Venezuela, en la Universidad de Puerto Rico, en la Universidad de Costa Rica, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y en la Fundación Jiménez Díaz.
El patólogo publicó más de 170 artículos científicos y 87 libros. Entre sus obras destacan Ética médica laica (2002), Diez razones para ser científico (2013) y Patología de la pobreza (2016). Fundó y dirigió la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la UNAM en el Hospital General de México. Premio Nacional de Ciencias 1974 y Premio Aída Weiss 1986, entre otros. En 2013, el presidente de la República develó su busto en la Explanada de Médicos Ilustres de la Secretaría de Salud. Ingreso a El Colegio Nacional el 27 de noviembre de 1980.
Entre sus muchas contribuciones pueden contarse la descripción del efecto de la metionina en la cicatrización de las heridas; describió por primera vez en México la neumonitis reumática, reticulosarcoma de partes blandas, mesotelioma pleural, amibiasis cutánea, criptococosis, enfisema bronquiolar, mesotelioma peritoneal, y señaló las características propias de nuestro medio de la aterosclerosis, los tumores del corazón y pericardio, carcinoma primario del hígado, la tuberculosis, la cirrosis intersticial difusa y el carcinoma bronquiolo-alveolar, y ha contribuido en el estudio de los mecanismos humorales del hiperesplenismo, la reabsorción de la colágena y el papel de las células.
Ingresó en El Colegio Nacional el 27 de noviembre de 1980. Su discurso de ingreso, “Un fantasma en el siglo XX”, fue contestado por el doctor Jesús Kumate.
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