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Programa Micaela del INCan ha atendido a más de mil 700 mujeres con cáncer cérvicouterino

El programa está dirigido a personas sin seguridad social con cáncer cervicouterino · Uno de sus ejes es la prevención

Salud pública

La Doctora Lucely Cetina encabeza el trabajo de programa Micaela, que el Instituto Nacional de Cancerología puso en marcha hace cinco años.

La Doctora Lucely Cetina encabeza el trabajo de programa Micaela, que el Instituto Nacional de Cancerología puso en marcha hace cinco años.

Micaela /INCan

El Instituto Nacional de Cancerología (INCan) informó que ya son mil 700 mujeres con cáncer cérvicouterino que son atendidas a través del programa Integral para la Atención, Investigación, Difusión y Capacitación del Cáncer Cervicouterino en sus Diferentes Etapas (Micaela), que se enfoca en personas que carecen de servicios de seguridad social.

Este programa ha incrementado la supervivencia y la calidad de vida de las mujeres con este padecimiento, como resultado de un tratamiento multidisciplinario, individualizado y protocolizado, como informó la investigadora en Ciencias Médicas del INCan y responsable del Programa Micaela, Lucely del Carmen Cetina Pérez.

Mientras en Europa y Estados Unidos el cáncer cervicouterino prácticamente ha desaparecido y ya no es un problema de salud pública, en México cada año se registran nueve mil 600 casos y cinco mil fallecimientos por esta causa.

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Desafortunadamente, entre los obstáculos para combatir el cáncer de cuello cervicouterino en mujeres mexicanas hay barreras económicas, culturales y hasta religiosas, como las que impiden que muchas mujeres se realicen la prueba de Papanicolau para detectar células cancerígenas por raspado del cuello uterino.

A los impedimentos socioculturales que se han arrastrado a lo largo de décadas, se sumó la drástica reducción en la vacunación contra VPH en México, durante el confinamiento por la pandemia de COVID19. En ese periodo, sólo 0.5% de las niñas y adolescentes recibieron esta protección.

El programa Micaela inició hace cinco años para atender a personas sin seguridad social con cáncer cervicouterino (CaCu). Uno de sus ejes es la prevención mediante la capacitación e información hacia la población en general, familiares y personas usuarias del instituto. Otro eje es la atención integral a las pacientes en los servicios de oncología médica, nutrición, psico-oncología y algología, entre otros.

SUSTENTADO EN GUÍAS

Médico especialista en oncología, Lucely Cetina Pérez, detalló que los tratamientos oncológicos que forman parte del programa Micaela se sustentan en las guías clínicas nacionales e internacionales, con medicamentos innovadores y altamente especializados.

Las pacientes pueden ser atendidas en el área de Psico-oncología para detectar riesgos de estrés emocional y para que reciban atención psicológica si es indicada, ya que la salud emocional y mental son coadyuvante indispensable para superar la enfermedad.

Micaela también ofrece consultas nutricionales, que están enfocadas en identificar el riesgo de desnutrición antes, durante o después del tratamiento, ya que es muy frecuente en este tipo de pacientes. Las pacientes también reciben servicios de algología, que consiste en control del dolor y de la sintomatología ocasionada por los tratamientos oncológicos o por la enfermedad, permitiéndoles una óptima calidad de vida.

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La investigadora en Ciencias Médicas del INCan informó que en 99.7 por ciento de los casos, el cáncer cervicouterino se debe a la infección por el virus del papiloma humano (VPH); por esto, es necesaria la vacunación a niñas y adolescentes.

Se conocen más de 150 tipos de VPH que pueden afectar al ser humano, alrededor de 40 infectan los genitales y 14 de ellos son considerados de alto riesgo para el desarrollo de cáncer del cuello uterino.

El VPH se detecta mediante pruebas de laboratorio con métodos de biología molecular por PCR o por captura de híbridos, también conocidas como "pruebas del papiloma virus", que son muy sencillas, ya que la toma de muestras es similar a la de citología cervical o Papanicolaou.

Para prevenir este tipo de cáncer es recomendable la vacunación contra VPH a niñas a partir de los nueve años y adolescentes; uso del condón, ya que reduce 70 por ciento la transmisión; detección oportuna y tratamiento de lesiones precancerosas, así como evitar el consumo de tabaco.

En las instituciones del sector Salud se realiza el Papanicolaou a mujeres a partir de los 25 años; cuando el resultado anual es normal por dos años consecutivos, se recomienda llevarlo a cabo cada tres años. La prueba es gratuita y está disponible en las unidades médicas de primer nivel.

Se requiere más detección temprana

El cáncer cervicouterino es curable en 95 por ciento de los casos cuando se detecta en etapa temprana; no obstante, de las 400 mujeres que cada año solicitan atención médica por primera vez en el INCan por esta causa, 60 por ciento se encuentra en etapa avanzada, 20 por ciento en fase metastásica; es decir, con afectaciones a otros órganos, y 15 por ciento en estadio temprano. La supervivencia de las pacientes depende de la etapa en la que se encuentre el cáncer. En fase inicial la probabilidad de curación es de hasta 95 por ciento, y cuando es localmente avanzado, de 60 a 80 por ciento.

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