“Ray Bradbury fue el poeta de la literatura fantástica”
El Colegio Nacional publica “Estación Bradbury...”, que recoge los ensayos de colegiados que participaron en su homenaje en 2020, para conmemorar el centenario de su nacimiento
El colegio nacional
“Ray Bradbury fue un gran defensor del libro, porque en él hallaba un pasaporte a otras latitudes, que permitían expandir el horizonte de los lectores. En una de sus numerosas apariciones públicas (…) declara que, si no se lee no se tiene poder de decisión”, escribe el poeta Vicente Quirarte sobre otro poeta, el de la literatura fantástica.
Mientras Quirarte escribe sobre Bradbury y sus paralelismos con Edgar Allan Poe y Guillermo del Toro, el biólogo Antonio Lazcano realiza una lectura política de la obra del escritor; a su vez, dentro de las mismas páginas, el lingüista Luis Fernando Lara expone el desafío de entablar una comunicación con extraterrestres, algo más complejo que lo relatado en las “Crónicas marcianas”.
La pasarela de intelecto sigue: El escritor Juan Villoro escribe sobre la cercanía de lo extraño, de cómo Bradbury vuelve lo fantástico a nuestro ámbito; en tanto, el radioastrónomo Luis Felipe Rodríguez hace un análisis entre su obra y la de Arthur C. Clarke, sus paralelos y divergencias. La astrofísica Susana Lizano retoma las “Crónicas marcianas” para relatar qué es lo que en la actualidad sabemos de Marte.
En tanto, Francisco Segovia retoma la misma publicación para hacer una comparación que ya Bradbury hacía en su libro: la llegada y conquista terrestre en Marte, como lo hicieron los españoles en Mesoamérica. A lo largo de su escrito, despliega también sus poemas marcianos.
El neurocientífico Pablo Rudomin aborda la gran novela “Fahrenheit 451” para hablar sobre la censura y no desaprovecha para relatar una anécdota personal de su familia con el escritor de Illinois. El geofísico Jaime Urrutia aprovecha la obra del escritor para establecer una relación entre la ciencia y el arte.
Los ensayos de estos intelectuales se vierten en el libro “Estación Bradbury: un visionario en El Colegio Nacional”, que recoge a su vez el homenaje realizado por la institución en 2020 con motivo del festejo del centenario del nacimiento del escritor. Ahora, la institución edita algunas de las reflexiones que hicieron en un encuentro virtual debido a la pandemia, un tiempo de crisis que reflejaba la preocupación del escritor sobre el desastre humano, como apunta Villoro.
El libro fue presentado este miércoles en el Aula Magna de El Colegio Nacional con la presencia de Antonio Lazcano, Luis Fernando Lara y Vicente Quirarte, quien coordinó la publicación, así como el encuentro de 2020. “Quisimos hacer una conmemoración de Bradbury para que fuera un acto más libre, que no fuera solo la presentación del libro, sino que fuera una celebración del autor”, refirió Quirarte.
En su participación, Lazcano refirió que, si bien existen muchos padres de la ciencia ficción, quien quiera que fuese, se podría usar como paráfrasis para decir que Bradbury “es el poeta de la literatura fantástica”, referencia cuya cita no recuerda, dice el biólogo.
Recordó que Bradbury fue producto de una generación de niños que crecieron bajo el New Deal, por lo que cualquier ciudad o pueblo de Estados Unidos contaron con el tipo de biblioteca pública donde Bradbury obtuvo su fuente de conocimiento literario “que refinó de forma extraordinaria”.
El libro de Bradbury que más ha conmovido a Lazcano, acotó, es “Fahrenheit 451”, donde el bombero Guy Montag “aprende combatiendo la censura apelando a sí mismo, ni es el único en la historia”, como lo hizo Alcibíades o ante la quema de manuscritos en la Edad Media.
Montag hace lo mismo: “esa rebeldía singularizada contra la censura me hizo pensar en toda la cantidad de obras pictóricas escultóricas como resultado censura”.
Bradbury, recordó Lara, no hacía ciencia ficción, sino ficción, como el mismo escritor señaló. Añadió que, en la publicación, los autores fueron entrecruzando sus caminos y se trata de una obra que se puede leer muy bien de un ensayo a otro. Dijo además que el homenaje realizado hace un par de años tuvo un gran valor no sólo en México, sino internacionalmente.
Sobre su ensayo, refirió, escribe sobre cómo en “Crónicas marcianas”, Bradbury utiliza la comunicación telepática para resolver el problema. “Pero no resuelve el interés por una comunicación extraterrestre, no pensemos en una así, sino una que se puede hacer”.
Una opción podría ser comunicarse mediante las matemáticas, fenómeno universal capaz de entenderse en otra parte. No obstante, no es un lenguaje que tiene sentido, sino se lo damos. “No nos engañemos, no es mediante una transmisión de elementos matemáticos que podremos comunicarnos con extraterrestres, necesitamos del contacto de unos con otros y ver qué pasa”.
Antonio Lazcano rememoró a Bradbury y la imaginación marciana que nos legó a través de las imágenes que ahora tenemos la oportunidad de apreciar, enviadas por los rovers y sondas espaciales enviados por los humanos. “Cada vez que uno ve estas fotos deslumbrantes imagino que, en ese silencio con vientos huracanados, pero sin voces de seres inteligentes, ese viento oculta los ruidos del fantasma de Bradbury que anda por ahí todavía”.