“El recelo al conocimiento resulta más grave cuando se ejerce desde el poder”: Raúl Trejo
Regatear el apoyo a la ciencia, difamar y perseguir a científicos son expresiones de una inaceptable animosidad del poder político, dijo Raúl Trejo Delarbre en ceremonia de los Premios Universidad Nacional
Premios Universidad Nacional
La contribución de la UNAM al pensamiento crítico y la reflexión social no pueden ser de menor densidad que el estudio de otras áreas, puesto que "aquí se discuten con libertad los asuntos nacionales y se proponen soluciones; aquí se han defendido las libertades ciudadanas cuando el país ha estado más agobiado por las tinieblas del autoritarismo. La diversidad y la libertad de y en la UNAM apuntalan, hoy igual que ayer, a la democracia en México”, dijo Raúl Trejo Delarbre (@ciberfan), investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM reconocido este miércoles con el Premio Universidad Nacional en Ciencias Sociales.
Durante su discurso de agradecimiento y a nombre de los galardonados, en una ceremonia realizada en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón y encabezada por el rector Enrique Graue, el académico se criticó algunas de las actitudes presentes del gobierno federal en torno al estigma de la comunidad académica del país, sus ataques a ésta, así como a la misma UNAM.
“La intolerancia a las opiniones expertas, el rechazo a los datos y la desconfianza hacia científicos y académicos son actitudes que contaminan la vida pública y confunden a nuestras sociedades”, dijo.
El recelo al conocimiento, añadió, resulta especialmente dañino cuando se ejerce desde posiciones de poder. “Regatear el apoyo a la ciencia, o difamar y perseguir a científicos destacados, como ocurrió hace no mucho en nuestro país, son expresiones de una inaceptable animosidad del poder político”, enfatizó, en alusión al intento fallido del gobierno federal y su fiscalía de encarcelar a académicos ex funcionarios de Conacyt y del FCCyT en un penal de máxima seguridad por cargos que fueron desechados una y otra vez por jueces federales.
“Frente al autoritarismo del pensamiento único que pretende que todos los ciudadanos asuman los mismos puntos de vista y frente a los desatinos de las pseudociencias que buscan reemplazar al conocimiento con supercherías, la Universidad tiene la responsabilidad de reivindicar la libertad y la pluralidad de enfoques, sin demérito del rigor y el análisis de las aportaciones que aquí se realizan”, agregó el académico y columnista de “Crónica”.
NOTICIAS SIN AMARILLISMO.
Raúl Trejo realizó además una breve síntesis del trabajo de los otros 16 galardonados por el Premio Universidad Nacional, entre los que se encuentran Antonio Lazcano, quien fue reconocido en el área de Docencia en Ciencias Naturales. Adicionalmente, se realizó el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos a 15 académicas (os) más. Esto es una noticia relevante más allá del amarillismo y la mala imagen que, desde medios y sectores de la sociedad, buscan mancillar el papel de la Universidad, dijo Trejo Delarbre.
Más académicas reconocidas
“La UNAM es una extensa y compleja institución, el trabajo de su comunidad pocas veces es noticia en los medios, ojalá estos y muchos de los que se interesan por la UNAM –no siempre con buenas razones– encuentren que el trabajo de los colegas que hoy reciben el premio amerita ser noticia”.
Entre los asistentes a la ceremonia se encontraban miembros de la Junta de Gobierno de la UNAM, encargada de seleccionar a la próxima rectora o rector, así como varios de los aspirantes al cargo. Raúl Trejo también hizo mención de este proceso y enfatizó que el próximo rector (a) será “aquel con la capacidad y experiencia para defender con eficacia e inteligencia la autonomía de nuestra universidad”. No han sido tiempos fáciles para UNAM y para el país, acotó, pero ha sido en esta institución donde el liderazgo de Enrique Graue ha permitido trascender estas dificultades.
PLAGIAR LA TESIS.
Raúl Trejo manifestó que, entre las muchas cualidades de la máxima casa de estudios, ha mostrado una de sus debilidades, misma que ha buscado reparar en un contexto político adverso.
“El plagio es una de las conductas más ignominiosas en la vida académica: el que plagia engaña a la Universidad, pero se engaña a sí mismo porque aparenta méritos que no tiene. Por eso, es saludable que la Universidad asuma con franqueza su existencia y hoy tenga instrumentos para sancionar la práctica”. El plagio, como el efectuado por la ministra Yasmín Esquivel, “es una indeseable anomalía en la vida universitaria”, añadió. “Todos los plagios denunciados, sin excepciones, deberán ser sancionados por los comités de ética de nuestra universidad”.
La pretensión para amordazar a la Universidad e impedirle que resuelva casos de esta índole, como el caso de la ministra, “resulta inadmisible y está condenada en el terreno de la ética y, seguramente, en el terreno jurídico” (aplausos en el teatro).