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Sader: Bombardear nubes aumenta captación de agua; no hay consenso, dicen científicos de la UNAM 

Se lanza yoduro de plata y acetona en las nubes que están arriba de las tres presas que abastecen el sistema Cutzamala · No hay pruebas fehaciente, dicen investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM

entrevista

El avión con el cual se inició el bombardeo de nubes sobre las 438 mil 809 hectáreas de las tres pesas del Sistema Cutzamala.

El avión con el cual se inició el bombardeo de nubes sobre las 438 mil 809 hectáreas de las tres pesas del Sistema Cutzamala.

Tres presas que alimentan el Sistema Cutzamala, el cual abastece de agua a la Ciudad de México, recibirán lluvia provocada, es decir, se bombardearán con yoduro de plata y acetona a las nubes que estén sobre las 438 mil 809 hectáreas que abarcan dichas estructuras. La intención es mitigar la sequía que este año se prevé en el Valle de México con este programa que ya inició.

En entrevista, Santiago Argüello Campos, coordinador general de agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), afirma que el Programa de Estimulación de Lluvia tiene resultados favorables: incremento en 20 y hasta 40 por ciento en la captación de agua de lluvia.

¿Cuáles cifras y análisis estadísticos avalan la eficiencia de este bombardeo?

Es una tecnología que se ha usado desde hace más de 40 años y en ese tiempo se ha perfeccionado, lo cual permite un mayor uso al tener una mejor relación de costo-beneficio.

Trabajamos otoño-invierno 2020-2021 en la zona de Baja California, en particular en el Valle de San Quintín, ahí hemos tenido resultados al igual que en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y en la zona lagunera: una efectividad y medición en el incremento promedio de precipitación esperado –dicho por Conagua– en más de un 25 y hasta 40 por ciento.

En 2021, en la región lagunera, logramos un incremento de hasta 60 por ciento sobre el nivel medio a precipitar. Estos porcentajes se consideran exitosos y eso ha permitido crecer el programa.

SIN CONSENSO

De acuerdo con los investigadores Fernando García García y Guillermo Montero Martínez, ambos del Grupo de Física de Nubes del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, “no existe en la comunidad científica un consenso de evidencia fehaciente en que la siembra de nubes aumente la precipitación sobre zonas de importancia económica”.

En el artículo “Sobre la utilización de tecnologías de modificación artificial del tiempo para el incremento de la precipitación” afirman que los resultados obtenidos de experimentos científicos de “siembra” o “bombardeo” de nubes en que se introducen substancias nucleantes en nubes durante su desarrollo, sugieren resultados muy diversos, casi siempre con evidencia física insuficiente.

“En otras palabras, aún queda pendiente entender cuestiones fundamentales relativas a los procesos físicos del desarrollo de la precipitación. Desafortunadamente, la inversión de los gobiernos se destina típicamente a apoyar programas operativos de modificación artificial del tiempo, pero no se otorgan apoyos para la investigación”, citan.

García García y Montero Martínez recomiendan a los tomadores de decisiones evitar proyectos de bombardeo sin conocimiento previo fundamentado en experiencias de éxito en el incremento de la precipitación y si no se han verificado sus hipótesis físicas de éxito y realizado la validación estadística.

Los investigadores también piden “realizar estudios de análisis y seguimiento de posibles riesgos ambientales por dispersar yoduro de plata o sales higroscópicas”.

RESACATE CON YODURO

Con una inversión quizá inferior a los 11 millones de pesos, el gobierno bombardeará la región que abastece el Sistema Cutzamala, es decir, tres presas: El Bosque, Michoacán; Villa Victoria y Valle de Bravo, Estado de México.

“Se requiere de un equipo interdisciplinario, nosotros estamos coordinando pero participa la Secretaría de la Defensa Nacional que aporta la destreza de los pilotos y equipo de la Fuerza Aérea Mexicana, está la Comisión Nacional del Agua y su Sistema Meteorológico Nacional, además los gobiernos de los estados”, expresa Argüello Campos.

El Programa de Estimulación de Lluvia empezó el 27 de marzo con la instalación de los equipos y la ubicación de los reactivos, en este caso, yoduro de plata. “Esperamos iniciar los sobrevuelos cuando tengamos las condiciones meteorológicas”, añade el funcionario de la Sader.

¿Qué características necesitan las nubes para recibir el yoduro de plata?

En esta metodología no inducimos nubes, entonces necesitamos que haya condiciones de nubosidad: que vengan del Pacífico hacia el centro. Esperamos un porcentaje de humedad en esta nubosidad entre un 50 y 70 mínimo, incluso lo hemos hecho con porcentajes de nubosidad menor, 40, y aunque se espera un menor porcentaje de eficiencia se ha logrado inducir tormentas.

Previendo el informe del Sistema Meteorológico Nacional, el equipo de la Fuerza Área Mexicana, desde el Aeropuerto Felipe Ángeles, generarán el sobrevuelo, estimarán el tiempo y harán el bombardeo de las nubes con aspersores y compresores colocados en la aeronave.

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Argüello Campos explica que el yoduro de plata en acetona es una solución sobre-enfriada y, por tanto, trabaja como una fuente de núcleos de condensación que son los que detonan la lluvia.

El funcionario enfatiza que el hecho de que veamos nubes en los meses de sequía, no significa que lloverá.

“El inicio de la temporada de nubosidad en abril y mayo, previo a que se regularicen las lluvias, no asegura que esa nubosidad pase por la zona que queremos impactar, muchas veces se sigue de largo. Con esta tecnología lo que buscamos es aprovechar esa nubosidad que tiene esas condiciones mínimas de humedad y que usualmente al inicio de la temporada no precipitan, pero induciendo ese yoduro de plata y creando estos núcleos de condensación aseguramos que se genere la tormenta y que precipite”, indica.

¿Cuántos mililitros o metros cúbicos podrían sumar al Cutzamala?

Colocamos pluviómetros en tierra con monitoreo de imágenes satelitales y con eso podemos medir el incremento o impacto de estas precipitaciones en el polígono meta.

Los resultados pueden variar dependiendo de la región y de las condiciones meteorológicas, en nuestra experiencia hemos logrado incremento sobre la media esperada de 25 a 40 por ciento documentado.

Creemos que a partir de que se acabó el fenómeno de La Niña, eventualmente tendremos mayor nubosidad del Pacífico hacia el centro y si la aprovechamos no tengo lugar a dudas que tendremos excelentes resultados.

¿Trabajan con alguna universidad en la mejora de este método?

Hay técnicos privados que están colaborando que tienen ese expertise, está la Comisión Nacional de Zonas Áridas, los meteorólogos de la Fuerza Aérea Mexicana y del Meteorológico Nacional, y hay mucha literatura generada por universidades de todo el mundo.

MÉTODO NO TÓXICO

El bombardeo con yoduro de plata no es dañino a la salud, afirma Argüello Campos.

“Hacemos análisis de agua y suelos, ahí medimos residualidad. La evaluación por años indica que para que pueda tener una afectación al medio ambiente o a la salud humana tendría que haber una residualidad de más 100 partes por millón (ppm), en ninguna parte del mundo se ha encontrado eso, lo más es 0.1 ppm. Y en nuestro caso, en los últimos dos años no hemos encontrado nada de residualidad.

¿Cuál es el monto de la inversión?

Varía según el tamaño del polígono meta, el número de vuelos. En 2022, en un polígono de 2 millones de hectáreas estábamos en 11 millones de pesos, pero no es el único recurso.