Además de la gran devastación que provocó en Acapulco y otros poblados del estado de Guerrero, el huracán Otis puede considerarse un fenómeno meteorológico inédito por haber evolucionado, en menos de trece horas, desde la categoría de tormenta tropical hasta convertirse en huracán categoría 5, con viento superiores a los 260 kilómetros por hora. Así lo señalaron ayer investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Hasta antes del mediodía del 24 de octubre había pronósticos de que el fenómeno tocarías las costas con categoría de tormenta (vientos con velocidad inferiores a 100 kilómetros por hora); pero a las tres de la tarde, cuando este ciclón es visitado por un avión caza-huracanes, se sorprende al medir que se trata de un huracán categoría 3 (vientos a 205 kilómetros por hora). Finalmente, a las nueve de la noche alcanza la categoría 5 (con vientos superiores a 260 kilómetros por hora), y es con la categoría 5 que toca las costas del país”, explicó en conferencia de prensa el Director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Jorge Zavala Hidalgo

Un análisis público de evento catastrófico fue realizado, durante un panel en que el participaron el Coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín; el Director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera, Jorge Zavala Hidalgo, y el investigador del Grupo de la UNAM especializado Cambio Climático y Radiación Solar, Benjamín Martínez López.

México es un país que siempre ha estado expuesto a los huracanes. Los huracanes son una manifestación atmosférica fundamental de intercambio de calor y de movimiento, para redistribuir energía en el planeta. Están ligados a la temperatura que hay en el océano e impactan predominantemente a zonas de latitud similar a la de México.

“En los últimos años se han dado varios fenómenos de tipo huracán en los mares que rodean a México y a otros en el mundo, que indican que hay cambios en los patrones atmosféricos y mayor intensidad. Hace un par de semanas presentamos un libro en la Coordinación de la Investigación Científica, sobre cambio climático, señalamos el aumento en el número de fenómenos climático que son más extremos, con mayor intensidad y más violentos”, indicó el Doctor Lee Alardín.

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Extremo y súbito

Los universitarios señalaron que la Tormenta tropical aceleró su velocidad de desplazamiento y potencia cuando pasó de aguas templadas a aguas muy cálidas cerca de la costa, que es un contraste característico del Cambio Climático.

“Algunos de los aspectos que tienen que ver con Otis están ligados a los súbito de la formación de la tormenta; a lo súbito de su intensidad y, por lo tanto, a los efectos que tuvo en la costa y en a población”, subrayó Willam Lee.

Añadieron que no se tiene registro científico de un huracán de tal intensidad golpeando a las costas del Pacífico mexicano, pero que la naturaleza del cambio climático permite predecir que se pueden volver a presentar este tipo de fenómenos atmosféricos extremos y violentos.

“En este caso, si revisamos el pronóstico que hizo el Centro Nacional de Huracanes, que está en Miami, Estados Unidos, podemos concluir que su pronóstico que hizo para el desplazamiento de este ciclón tropical sí fue bueno, pero lo que no fue bueno fue su pronóstico de intensidad”, aseguró Zavala Hidalgo.

Benjamín Martínez López, investigador del grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del ICAyCC, reiteró la necesidad de que la ciencia sea reconocida y fortalecida.

“Hace falta mucha más investigación en el país en un tema tan relevante como los huracanes, con efectos tan devastadores. La academia tiene un reto formidable para entender exactamente qué pasó, mejorar los modelos y, a partir de este parteaguas, incentivar a más jóvenes para que se incorporen a este tipo de carreras”, apuntó.

La parte gubernamental, prosiguió, tiene que darse cuenta de que es innegable que debemos mejorar en la academia y en la protección civil. “Es una cuestión muy técnica y esperamos que este evento nos sirva a todos para poner nuestra contribución y lograr un sistema de alertas mejor, que nos permita estar siempre preparados para estos acontecimientos”.

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Políticas públicas consideren al cambio climático

Ayer, la Red Mexicana de Científicos(as) por el Clima (REDCiC) emitió un posicionamiento donde afirma que la destrucción causada por Otis es un ejemplo de que son “necesarias, más que nunca, políticas públicas integrales, que consideren al cambio climático como elemento transversal, en la práctica, en los presupuestos y no sólo en los discursos”. La agrupación integrada por académicos de instituciones como la UACM, UNAM, CentroGeo, TecNM, Tec de Monterrey, UV, Instituto Scripps, UABC y Colef, agregó que “las políticas de desarrollo económico, los ordenamientos urbanos, entre otros, deben tener en el centro la calidad de vida de las personas y los factores ambientales” y que “el cambio climático y los desastres relacionados afectan a casi todos los derechos humanos internacionalmente reconocidos”.