Academia

Utilidad de la Ciencia (y los Centros Públicos de Investigación)

La ciencia, la tecnología y la innovación son pilares y palanca del desarrollo nacional

Instituto de Ecología, A.C. (INECOL)

Miguel Rubio Godoy*, director general del Instituto de Ecología, A.C. (INECOL).

Miguel Rubio Godoy*, director general del Instituto de Ecología, A.C. (INECOL).

En tiempos de polarización como los que vivimos, es grato y esperanzador constatar que las distintas fuerzas políticas del país coinciden en dos cosas fundamentales: que la ciencia, la tecnología y la innovación son pilares y palanca del desarrollo nacional; y que el quehacer científico debe beneficiar al pueblo de México. En vista del feliz acuerdo sobre esto, no abundaré en el tema.

Estos tiempos de COVID también permitieron demostrar en los hechos lo que la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI), en general, y los Centros Públicos de Investigación (CPI), en particular, pueden aportar en el esfuerzo colectivo para enfrentar la pandemia: ágilmente, las ingenierías permitieron construir ventiladores mecánicos, la biomedicina puso manos a la obra para desarrollar vacunas, las matemáticas ayudaron a seguir y predecir el curso de la epidemia; entre otros ejemplos de cómo la ciencia nacional respondió pronto ante la emergencia.

Pero hay muchos otros frutos y beneficios de la CTI que surgen de la labor cotidiana y constante de los CPI que quizás no conoce el pueblo de México; en buena medida, por la incapacidad de nosotros los científicos de socializar adecuadamente lo que hacemos. Por eso, agradezco la oportunidad de compartir lo que hace el Instituto de Ecología, INECOL, como ejemplo del quehacer de un Centro Público de Investigación.

Me centraré en los dos puntos que todos reconocemos como aportaciones necesarias de la ciencia nacional: palanca del desarrollo y beneficio para el pueblo de México.

El INECOL promueve el desarrollo con los pies y las manos en la tierra, colaborando con productores primarios para crear métodos sustentables que mejoran el rendimiento y generan riqueza y bienestar. Lo ha hecho al lograr derrumbar el embargo sanitario al aguacate mexicano en los Estados Unidos y permitir el despegue del que hoy es uno de los principales productos de exportación agrícola del país; lo consigue al utilizar enemigos naturales para controlar plagas de las hortalizas, en vez de usar sustancias ecotóxicas; lo promueve al demostrar que se puede aumentar el rendimiento ganadero usando plantas nativas como forraje, que no solo son ricas en nutrientes sino que forman corredores biológicos que comunican fragmentos de bosque; lo hace fortaleciendo la cadena de valor del café de altura para que los productores perciban ingresos que les permitan vivir dignamente y conservar el bosque que abriga sus cultivos y captura agua y carbono en nuestras montañas; favorece la productividad en las granjas piscícolas, al ayudar a los acuicultores a identificar y controlar a los parásitos que dañan a los peces, entre otros ejemplos.

El INECOL también ha generado un gran beneficio concreto para el pueblo de México: ha contribuido directamente a conservar y aprovechar sustentablemente el patrimonio natural del país. Entre otras acciones puntuales, el INECOL creó las primeras Reservas de la Biosfera del continente americano, en Durango – idea que después la UNESCO llevó al mundo entero; también participó en las primeras manifestaciones de impacto ambiental del país, en Laguna Verde y Coatzacoalcos, Veracruz; impulsó el primer y a la fecha, único ordenamiento ecológico territorial regional de una ciudad capital, en Xalapa, que junto con los 10 municipios que la rodean, forma una cuenca ecológica y económica que hay que utilizar racionalmente y proteger; y actualmente, el INECOL colabora con el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, para contribuir a que ambos proyectos estratégicos logren su atinado objetivo de generar riqueza y bienestar para todos los habitantes del sureste de México, pero no a costa de su enorme riqueza biológica – compartiendo la experiencia probada y comprobada por el INECOL de que sí se puede lograr un equilibrio entre el uso sustentable y la conservación de los recursos naturales.

Como estos ejemplos concretos de cómo el Instituto de Ecología apoya el desarrollo sustentable de México y procura el beneficio de su gente, hay muchos, muchísimos más: los 26 Centros Públicos de Investigación sectorizados en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), desde las humanidades, la ciencia y su hija práctica, la tecnología, trabajamos todos los días con un único propósito: contribuir a la construcción integral de un país mejor, en beneficio de las generaciones actuales y futuras.

* Director General del Instituto de Ecología, A.C. (INECOL)

Las opiniones expresadas en este artículo son personales y no necesariamente representan las del INECOL ni del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT)