Opinión

Aeroméxico, duelo a billetazos

(La Crónica de Hoy)

Es un auténtico duelo a billetazos.

Anoche, de última hora Moisés Saba aumentó su oferta a 213 millones de dólares y mantiene el resto de su oferta con 5% de las acciones para pilotos y capitalización por 250 millones de dólares.

Esa fue el revire de última hora que equivale a 2.33 pesos por acción y es superior al de Banamex.

Todo apunta a que al final el ganador en la subasta por Aeroméxico, será el mejor postor.

Es decir, no contarán ni el proyecto de inversión, ni los planes de reestructuración de la empresa, ni las promesas de ganancia de mediano o largo plazo para los inversionistas.

Sólo contarán los billetes; los dólares que se pongan sobre la mesa.

Con esto se apliará el plazo para nuevas ofertas, hasta 20 días.

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Por: Salvador Guerrero ChJune 30, 2025

Moisés Saba presenta su nueva oferta mediante un nuevo proceso en la puja.

Y Gastón Azcárraga mantiene la esperanza de que la oferta de Saba le abra un nuevo compás de tiempo, aunque reconoce que no tiene una arma secreta, pero sí tiene todo el interés de seguir en el juego. Por otra parte, el objetivo del gobierno es obtener lo más posible.

El Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que encabeza María Teresa Fernández, lo dejó muy claro ayer cuando por la mañana declaró a Moisés Saba como el virtual ganador de la subasta, aunque horas más tarde, después de la contraoferta de los inversionisas asociados a Banamex, ofrecieron un monto mayor.

Al final los inversionistas asociados a Banamex reviraron ayer dos veces. En la segunda oferta de ayer ofrecieron pagar 2.2508 pesos por acción, equivalentes a 206 millones de dólares, más una inyección de capital por 240 millones de dólares.

Saba, para entonces había aumentado de 1.8 a 1.90 pesos por acción.

Por la noche, Moisés Saba anunció que mañana presentará una nueva oferta.

Con ésta última oferta rebasó incluso la oferta de Gastón Azcárraga descalificada por la Comisión Antimonopolios.

La subasta dio un giro de 180 grados al medio día de ayer.

A Saba le quitaron Aeroméxco de las manos porque el grupo de inversionistas —que incluye a la familia Aramburuzabala, la familia Canales Clariond, y los empresarios Valentín Díez Morodo, Juan Francisco Beckman Vidal, Henry Bremond Pellat, Antonio Cosío Pando, Agustín Franco Macías, Ricardo Martín Bringas y Tomás Milmo Santos— se lanzó a fondo con una nueva oferta que superó en monto la de Moisés y su padre.

Con un final de película, el grupo de inversionistas encabezado por José Luis Barraza está enfrentando peso contra peso —o mejor dicho, dólar contra dólar— a Moisés Saba y su padre Alberto Saba, en la primera Oferta Pública de Adquisición (OPA) que se realiza en México.

Como en las más reñidas competencias, también hay fuertes quejas y acusaciones en contra del árbitro: la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Gastón Azcárraga, propietario de Mexicana de Aviación y descalificado por la Comisión Antimonopolios al tiempo que exige tiempo para convencer a ese organismo, advierte sobre una venta apresurada.

Además acusa que se violan disposiciones de la Ley del Mercado de Valores respecto de las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA´s) porque no se disponen nuevos plazos después de cada oferta por parte de los distintos grupos de inversionistas.

Uno de los rivales más fuertes, Moisés Saba también acusa al Instituto de Protección al Ahorro Bancario de parcialidad y discriminación.

Además subraya que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Instituto de Protección al Ahorro Bancario le están jugando chueco porque aceptaron el revire del grupo de inversionistas asociado a Banamex, un minuto después de que debía cerrarse la aceptación de ofertas.

“Un minuto es un minuto y está claro que en el gobierno hay quienes no quieren que yo me quede con Aeroméxico”, declara a este reportero poco después de que se le escurrió de entre las manos el triunfo en la subasta.

“Tal vez porque no soy parte de la casta divina”, afirma.

Abiertamente enfadado, Moisés Saba anuncia que realizará una contraoferta.

Algo están viendo que yo no estoy viendo los inversionistas y el banco.

“No pueden estar equivocados y voy a seguir pujando”.

Saba ha aumentado su oferta considerablemente. Prácticamente la había duplicado desde los iniciales 99 millones de dólares que había ofrecido por una empresa que dijo no valía más.

“Incluso deberían pagarme a mí porque me la quede”, declaró hace poco más de dos semanas a este reportero.

También quedaron atrás sus palabras con las que había advertido que no quería hacer rico al gobierno y que no le metería un peso más a su oferta porque en esa misma medida sería un peso menos de inversión en la propia empresa.

Pero la percepción de Moisés Saba sobre Aeroméxico parece más apegada a la visión de un apostador profesional que sigue en el juego intrigado por lo que traman sus competidores.

Saba se escuchaba realmente preocupado e interesado.

Correo electrónico: marcomares@prodigy.net.mx

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