Escenario

Eduardo Moreno reflexiona sobre la violencia doméstica en el confinamiento con ‘El abismo’

El cineasta presentó su filme en el Brooklyn Film Festival en Nueva York hace unos días: “tiene esa estructura de querer salir del abismo pero mientras más se intenta, más se cae uno”

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El cineasta mexicano Eduardo Moreno. Foto:

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El director Eduardo Moreno Fernández está de estreno con su más reciente cortometraje de ficción que actualmente se exhibe en el Brooklyn Film Festival en Nueva York, un proyecto en el que busca mostrar la violencia de género que se vivió en México a raíz del confinamiento por el COVID-19. En Crónica Escenario hablamos con este realizador autodidacta de cine de corte independiente acerca del filme y la problemática de la violencia de género que nos muestra en El Abismo.

“El corto toca un tema bastante real y escalofriante, es como una pequeña cinta de terror muy aterrizada al mundo en que vivimos, enfocado en la violencia de género y la doméstica. Después de terminar mi anterior largometraje, Si tan solo pudiéramos dormir esta noche, me encontré en un momento de cuestionarme cuál sería mi siguiente paso. Pensando un poco en los temas que más me preocupan personalmente, en ese momento recordé estos tópicos porque me cuesta trabajo entender cómo por ser quien eres tienes que enfrentar estos temas de agresión o violencia. Es algo que me importa demasiado y entonces pensé hacer algo sobre ello”, expresó de inicio Moreno.

Justamente, el tema no le resulta ajeno pues hay un antecedente de otro proyecto por parte de Eduardo, Moretón, que salió cuando comenzaba la pandemia que se enfocó en la misma problemática. “Ahí hablaba más de la indiferencia ante este tipo de actos pero cuando comienza el confinamiento, reflexioné sobre cómo las condiciones de esa violencia que tanto me preocupa habían cambiado. Ahora, muchas de estas personas no sólo son mujeres, sino que también hay hombres y niños por lo que tomé la decisión de hacer algo que hable de ese tema, de contar este relato que tenga este trasfondo. En sí, el corto resulta más un thriller psicológico, una forma narrativa en donde encontré esos nuevos bríos para exhibir lo que pasaba en estas nuevas dinámicas de la violencia”, explicó el mexicano.

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Si bien la temática resulta ser algo que propone una reflexión de este tópico que se ha acrecentado durante y después de la pandemia, Eduardo Moreno afirma que no busca aleccionar a nadie con un mensaje moralino o propio. “Mi enfoque es el de contar una historia siempre, creo que muchas veces cuando tocas cierta temática se plasman las ideas preconcebidas que uno que tiene acerca de ello y no se trata de dar ese discurso con una carga que se tiene de antes. Me incliné más hacia contar un thriller que se enfocara en el juego del abismo como tal. Quería tener un personaje con el que ya te sientes hundido en un hoyo y por más que trata de salir, sigue hundiéndose. Eso es lo que busca el cortometraje, tiene esa estructura de querer salir del abismo pero mientras más se intenta, más se cae uno”.

Curiosamente, Moreno tiene una facilidad para inclinarse hacia el desarrollo de personajes femeninos en los relatos cinematográficos que cuenta. “Siempre me resulta curioso pero a la vez me gusta escribir y vivir a través de ellos. Esta vez se me hizo el doble de interesante debido al encierro pues fue todo como de película porque estaba todo tranquilo afuera pero por otro lado, hacia adentro, en el encierro, no sabíamos bien qué onda. De alguna manera eso ayudó a nutrir al cortometraje de una atmósfera de incertidumbre, de no saber qué es lo que va a pasar, de transmitir cierta claustrofobia. Existe entonces un juego en la dinámica de la vecina y la protagonista donde se explota ese apoyo o la falta del mismo entre ellas, algo que van a tener que descubrir al ver el proyecto que resultó atrapante e introspectivo”, agregó al respecto el realizador.

A pesar de ser un tema vigente, para Eduardo resultaba alarmante cómo las cifras de esta violencia que refleja en su cortometraje aumentaron tan drásticamente, por lo que no podía dejar de lado el hablar de ello como una especie de responsabilidad social que orille a hablar más abiertamente del tema. “Durante la pandemia se quintuplicaron las llamadas de emergencia pero se considera que eso no es ni la mitad de los casos reales. En esta ocasión, no me recargué mucho en los testimonios de otras mujeres ni de las conocidas de confianza que están a mi alrededor. Tristemente, la violencia está mucho más cercana a nosotros de lo que nos damos cuenta y a partir de empezar a tocar este tema, se han acercado personas muy cercanas para contarme de ciertas situaciones similares en un sentido de confianza, pues a veces les daba hasta pena hablarlo y al ver que tocaba este tipo de tópicos se tuvieron la confianza y valentía de hacerlo. Esa parte sí me ha parecido un tanto desgarradora, personalmente”, declaró.

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La concepción del abismo al que hace alusión el título del corto va más allá de estar atorado en un hoyo sin salida, sino que tiene una carga simbólica acerca de ese gran agujero que existe culturalmente hablando para contrarrestarlo. “Me imagino que estos abismos tienen mucho que ver con la educación en general, sobre todo al poder decir las cosas y plasmarlas. He estado pensando mucho en lo difícil que sigue siendo hablar de estos temas sobre todo en post pandemia. Pero es algo que aún sucede, es una problemática latente. Hubo quienes me dijeron que era muy pronto para hablar de ello, pero opino lo contrario porque si es algo actual, jamás será muy temprano o pronto para aterrizarlo”, dijo.

“Tampoco quiero que se cree la idea de hablar del tema como las víctimas, pues apenas puedo vislumbrar lo que han vivido las mujeres, hombres, todos aquellos que han pasado por eso. Es muy respetable ahí que, si ellos no se sienten cómodos para charlar de ello, no tienen que hacerlo. Mi enfoque va más hacia el asunto de que los medios no quieran poner el dedo en la llaga, mostrar esa realidad que está sucediendo pero que como no te sucede o la experimentas, te vuelves indiferente ante ella. No hay que hacernos de la vista gorda sino llevar estos temas de conversación a los caminos importantes en donde se pueda hablar abiertamente de ello para hacer cambios, no hay que esperar a que pasen más cosas todavía”, aseveró Moreno.

Además, Eduardo confesó que no sólo busca que se hable y se ponga el dedo en la llaga de este problema sino que también genere una incomodidad entre el público que vea El abismo. “Honestamente espero que si la provoque porque la representación de la violencia en la ficción de las cintas puede ser muy divertida o entretener en cintas de acción o terror pero siento que hay cuestiones muy reales que si nos están pasando y de las que tenemos que hablar como sociedad para encontrarle una solución a la problemática, por eso espero que se perciba lo duro de lo que viven las protagonistas”.

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El proyecto fue grabado durante la pandemia, por lo que esto planteó muchos retos a los que Eduardo no se había enfrentado antes en su carrera. “Podría catalogar el proceso como algo muy estresante. Afortunadamente durante el encierro la mayoría de las cosas que hacía de mi trabajo podía realizarlas desde casa para poder sostenerme. Hice varios cortos con el celular, cosas más personales pero al llegar a éste si necesitaba más equipo y gente. Fue de verdad estresante porque cuando comenzábamos no había aún vacunas y eso te ponía a pensar en el bienestar de todos, qué pasaría si alguien se enferma”, mencionó.

“Tampoco se vale sobreponer el arte sobre el bienestar de los demás, así que tratamos de que siempre estuviéramos lo más seguros posibles. Seguimos todas las medidas, pruebas casi a diario, cubrebocas todo el tiempo. Con todo y eso, como anécdota, el primer día de grabación una actriz dio positivo y todos estábamos con dudas. A ella la acababan de vacunar en ese entonces, se hizo otra prueba y resultó un falso positivo. Fue todo un rollo pero creo que salimos bastante bien parados de ello”, afirmó el director de cine independiente.

El abismo tuvo su premier mundial en el Brooklyn Film Festival, presentándolo de forma presencial el día 7 de junio: “Nos emociona presentarlo ahí porque es una ciudad con una historia en el séptimo arte muy importante. Aparte, me parece destacado lo que hace el festival pues esta ocasión su temática va sobre cintas que pueden ofender o incomodar, algo que es interesante porque le da cabida al corto en esta edición y a ver ahora a dónde más nos lleva El Abismo”, mencionó Moreno.

Así, Eduardo comienza su carrera de festivales con este cortometraje que promete dar mucho de qué hablar en su paso por más certámenes durante este año. Sin embargo, “hay muchos proyectos aún por ahí, muchos sueños que no abandono e incluso acabo de terminar un guion, siempre buscando la forma de contar una historia”, concluyó.