Escenario

‘Liga de Supermascotas’: Cuando el corazón y la lealtad vencen a las carencias narrativas

CORTE Y QUEDA. La más reciente apuesta de DC y Warner Bros. nos presenta una encantadora historia de un grupo de inadaptados y aparentes perdedores que se convierten en un sólido equipo que tendrá que salvar al mundo

cine

El filme parece que tendrá más futuro como saga que las anteriores presentadas por DC y Warner Bros.

CORTESIA WARNER BROS.

Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Aquaman, Flash, entre otros grandes héroes salidos de las viñetas de DC son aquellos que forman a la entrañable Liga de la Justicia. Conocemos sus fortalezas y debilidades, sus aventuras inigualables, mismas que han logrado ser adaptadas al cine y la televisión, creando un subgénero de la acción alrededor de ellos, dándoles un toque que se ha ido convirtiendo del entretenimiento puro a la seriedad y autorreferencia, según sea el enfoque.

Estas visiones, que cada vez son más recurrentes, de repente se toman un descanso en la creación de cintas animadas como Lego Batman: La película (2017) que se burla de la oscuridad inherente al hombre murciélago para regalar una entrañable cinta familiar, así como la nueva cinta de verano Liga de Supermascotas, de Jared Stern y Sam Levine, marcando una línea totalmente opuesta a lo visto en sus live actions o incluso en su bastante bien explotado universo animado.

El filme se enfoca en Krypto (Alfonso Herrera/Dwayne Johnson), el súper perro de Superman, un mejor amigo aparentemente inseparable que tiene que enfrentar que su amado dueño tenga una relación con Luis que ponga en peligro la suya. Aunado a ello, el solitario Krypto tendrá que hacer nuevos amigos ante la amenaza de una conejilla de indias, Lulu (Michelle Rodríguez/Kate McKinnon) que busca dominar el mundo, deshaciéndose de todos los superhéroes.

El filme destaca por su doblaje tanto en inglés como en español.

CORTESIA WARNER BROS.

Desafortunadamente, para Krypto no será nada sencillo aprender a llevarse bien con una banda de mascotas en adopción que, por azares del destino, adquirieron súper poderes. Liderados por el hermético pero determinado canino Ace (Alex Montiel/Kevin Hart), que al lado de la cerdita fanática de los superhéroes PB (Mónica Huarte/Vanessa Bayer), la neurótica ardilla Chip (Diego Luna) y la despistada pero sabia tortuga Merton (Verónica Toussaint/Natasha Lyonne) irán descubriendo la importancia y potencial de creer en ellos mismos.

La animación no ofrece nada novedoso conforme a algunas anteriormente presentadas por el estudio. Sin embargo, logra conseguir cierto encanto que nos remite a las viñetas de la Era Dorada de los cómics de DC, incluso a aquellos shows animados de antaño como Aquaman, Las Aventuras de Superman o Los Superamigos, logrando mezclar de buena forma una comedia adulta con la familiar, desarrollando de buena forma a las mascotas y armando un equipo que luce más que la Liga de la Justicia de Whedon o Snyder.

Algo muy destacado es el trabajo de voces, que tanto en inglés como en español le da una identidad propia a cada uno. En el doblaje a nuestro idioma, sorprende la química entre Alex Montiel y Alfonso Herrrera como Krypto y Ace, quienes cargan con la mayor parte de la dinámica del filme. Huarte y Toussaint no se quedan para nada atrás, pero la que se roba el show es Michelle Rodríguez con su interpretación de Lulu, creando una villana que causa ternura, risas y odio a la par.

El filme lideró la taquilla de Norteamérica en su fin de semana de estreno.

CORTESIA WARNER BROS.

En las voces originales, The Rock sigue siendo él mismo con Krypto pero sorprende la sensibilidad de Kevin Hart al dar voz a Ace, dejando de lado la usual sobre actuación cómica para hacer de este can un héroe más hermético que, curiosamente, genera una gran química con Batman (Keanu Reeves haciéndole de Sad Keanu). Diego Luna también destaca con su Chip, mezclando el inglés con el español de vez en cuando. Pero como su contraparte en español, es Kate McKinnon quien hace maravillas con su Lulu, llena de locura y maldad.

La historia puede ser muy sencilla, pero funciona de buena manera y está llena de mensajes para toda la familia que funcionan bien. Existe el tema del creer en uno mismo y la importancia que cada uno tiene por más pequeño, loco o inadecuado que se considere. También se habla de las apariencias, que a veces resultan muy engañosas pero que conllevan grandes sorpresas al quitarnos los juicios preconcebidos.

Pero es la parte de la lealtad y el lazo humano entre las mascotas y sus dueños lo que más se percibe. Ese vínculo que Krypto y Superman tienen es el factor humano del relato, pues ahonda en la importancia que tienen el uno para el otro debido al respeto, al cariño y la gran amistad que se brindan en buenas y malas. Por otra parte está la historia de Ace, que si bien puede ser un tanto triste nos hace pensar acerca del rol que a veces tienen estos queridos animales y que no consideramos del todo.

En cuanto a la lealtad, basta ver esa unión que poco a poco se da entre el grupo de mascotas y el aprendizaje que tienen entre todos, creando a un grupo de inadaptados y aparentes perdedores en un sólido equipo que tendrá que salvar al mundo. Hasta en el rol de la villana, Lulu, se aprecia esa lealtad, una que se mantiene todo el tiempo hacia su dueño y que, al ser traicionada, le cobra muy caro. Asimismo, se percibe la cuestión clásica del viaje del héroe, cuestionando el significado del concepto, implicando que a veces los poderes son el añadido de nuestra verdadera fortaleza interna.

Con secuencias de acción interesantes, buenos chistes y un aire de toon clásico, esta Liga de Supermascotas se convierte en un ejercicio irreverente pero muy ameno por parte de DC, entregando una cinta con mucho corazón que hace que supere sus carencias argumentales y que además cumple el singular cometido que de repente se pierde entre tanta pretensión dentro del género superheróico: divertir al espectador y disfrutar del colorido show de los personajes que las viñetas de grandes personajes nos han regalado. Cuidado, Liga de la Justicia que las Supermascotas llegaron para quedarse.