“Escribir canciones ya es terapéutico, los acordes mayores van ligados a la felicidad y los menores a la tristeza, tener ese conocimiento son herramientas que me fortalecen al momento de provocar ciertas cosas. Existen melodías que taladran en lo más profundo y me pasa mucho físicamente, por ejemplo, se me ponen los pelos de punta con alguna melodía determinada como si fuera algo divino y esa misma sensación siente quien la escucha”, explicó la cantautora española a Rozalén en entrevista con Crónica Escenario.

La tres veces nominada a los Grammy, ganadora de dos Discos de Platino, cuatro Discos de Oro y un premio Goya, cuyo debut se dio en 2013 con el álbum Con derecho a…, se presentará en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México el próximo 6 de octubre: “Somos ocho músicos en el escenario, cada uno con mucho protagonismo, es como una gran fiesta en la que ocurre de todo, siempre digo que la gente debe llevar zapatos cómodos porque habrá mucho baile y un pañuelo desechable porque también habrá mucho llanto”, aseguró la también psicóloga que durante dos años estudió una maestría en Musicoterapia .

“Será un concierto muy especial, también quiero ver la disponibilidad de algunos amigos para acompañarme ese día, deseo invitar a todo el mundo”, agregó. Como es costumbre en sus conciertos, la compositora compartirá escenario con Beatriz Romero quien se encarga de la interpretación al lenguaje de señas de las canciones interpretadas por la artista durante el espectáculo.

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“Tuve suerte de encontrar a Beatriz, porque no todos los intérpretes son tan artísticos. Creo que ella y yo tenemos una manera muy parecida e interiorizada de ver la vida. Yo vengo de la psicología social con un discurso de inclusión y accesibilidad (en los recintos, por ejemplo), entonces creo que por mi carrera universitaria es lógico que lleve una intérprete, no puedo tener un discurso de inclusión o igualdad si no lo llevo a cabo yo misma, no tendría sentido”, destacó.

Su próximo concierto es el pretexto para la presentación de su reciente material discográfico estrenado a finales de octubre de 2020. Por obvias razones, la presentación del material se truncó. “El disco nació durante el confinamiento. Yo estaba creando las canciones de manera neutral meses antes del estallido de la pandemia, luego entramos a grabar… todo explotó, por supuesto no lo esperábamos, sin embargo no fue del todo malo, porque es el disco que más hemos cuidado porque teníamos el tiempo para hacerlo y siempre lo guardaré en mi memoria como uno de los discos más especiales por el contexto que lo envuelve”, reveló.

El nuevo disco se titula El árbol y el bosque y está inspirado en una idea del músico, cineasta, escultor, pintor y poeta español Luis Eduardo Aute quien perdió la vida en 2020. “El bosque es la sociedad, el sistema, el ruido que muchas veces nos impide ver el árbol que cada uno llevamos y debemos cuidar con el objetivo que todo alrededor se vuelva más sano”, explicó la artista respecto al material cargado de introspección como lo muestra el tema “Y busque”, inspirado en el Cerro del Tepozteco.

“En aquel viaje encontramos un guía que parecía que se estaba inventando todo, pero fue maravilloso y muchas cosas se me quedaron clavadas; para mí subir el cerro es una metáfora del camino de la vida, un camino con forma de serpientes y encontré muchas metáforas que pueden hablar de nuestro día a día, luego cuando llegué a la cima y respire desde lo alto entendí que al final estoy sola conmigo y cuando comprendes que estás bien contigo misma es extraordinario porque es difícil aprender eso, creo que todos estamos en esa búsqueda eterna”, contó.

El material también se compone de un de una gran carga de crítica social como lo muestra el sencillo “La línea”, una canción que expone la crisis migratoria. “Desde hace algunos años, ya tenía pendiente escribir un tema así, por las experiencias que me han contado y situaciones que he visto, Antes de la pandemia Beatriz y yo estábamos en un campo de refugiados en África en donde comienzan muchas historias de gente que llega en barco a España, muchos pierden la vida en el mar en donde nadie las reclama”, explicó.

“Desde niña me preguntó quien tomó un mapa, le dibujó líneas y dictó que de un lado las vidas valen más que del otro. Ahora en España abrimos las puertas a la gente de Ucrania y las cerramos a los africanos, es como si la gente de color no nos valiera pero los ucranianos sí, me parece sumamente injusto. Melódicamente quisimos resaltar la riqueza de Latinoamérica y África, siempre he considerado que la mezcla de cultura enriquece”, añadió.

El nuevo material discográfico está integrado por 11 temas inéditos, además en su formato físico, las canciones se acompañan de 12 postales diseñadas por la artista visual Rocío Montoya. “Cada disco es un paso hacia adelante en cuanto a atrevimiento, son eclécticos. Hay canciones diferentes pero, en específico en este material hay sonoridades distintas que viajan del son cubano, a la cumbia, hasta el funky o el dance, hay mucha locura, pero somos melómanos, tomamos la música como un juego y venimos a jugar”, señaló.

“Después de mi disco anterior (Cuando el río suena… de 2017), que cuenta la historia y expone heridas abiertas no solo de mi familia sino de mi país, porque aborda memorias del conflicto vasco o el amor entre mis padres (soy hija de un sacerdote que se enamoró de mi madre y tuvo que cambiar su manera de vivir), es un álbum que percibo como una constelación familiar, como si hubiera colocado a mis ancestros, fue algo muy sanador e íntimo desde la raíz en un acto de valentía por parte de toda mi familia, llega El árbol y el bosque que es un trabajo más reflexivo, una búsqueda de reconocimiento, un reflejo propio en el espejo pero intentando ver al interior”, detalló.

Desde su lanzamiento, El árbol y el bosque producido por Ismael Guijarro, ha logrado más de 20 mil ventas. “Es un disco muy pensado a diferencia de mi primer disco que creí que nadie escucharía, hay letras de aquel primer trabajo que escucho se me encrespa el ojo, noto muchas fallas pero les tengo mucho cariño, en cambio en el nuevo disco le di mil vueltas a las letras intentando cuidar la poesía, la métrica y la rima; hay canciones que son literalmente poesía pura como en “El día que me muera”, la letra está compuesta por versos de octosílabos inspirados en la copla popular de mi tierra, también, he cuidado discurso sociopolítico, intento plasmarlos de forma más amable”, destacó.

Antes de la fecha agendada en el Metropólitan, Rozalén tendrá una gira por España y se presentará en varios festivales del país ibérico; además recientemente la intérprete estrenó el sencillo “Más besos” y trabaja en un proyecto para celebrar sus 10 años de carrera: “Estoy que no paro, hay mucho trabajo por delante”, concluyó.