La muerte de un carabinero italiano en Roma presuntamente a manos de dos turistas estadunidenses la noche del viernes cuando al parecer buscaban droga ha saturado a los medios italianos.

El impacto del asesinato con ocho cuchilladas del agente Mario Cerciello, de 35 años y recién casado, fue inmediato, pero más allá de los muchos interrogantes del caso, los medios estadunidenses recibieron ayer con indignación una fotografía filtrada al diario Il Corriere della Sera.

En esta aparece el presunto asesino maniatado y con los ojos vendados en una comisaría de Roma, algo que contravendría sus derechos.

El primer ministro italiano en la sombra, Matteo Salvini, restó importancia al hecho y recordó que “en EU a los asesinos se les condena a muerte”, pero la policía anunció la apertura de una investigación.