El soliloquio no requiere audiencia
Las sillas vacías de Gatell
Lo que usted ve es la soledad ganada a pulso. En el momento crítico de la pandemia, de hombres y mujeres muriendo a las puertas de los hospitales sin lugares disponibles, el vocero federal se queda con el sillerío vacío. ¿Realmente tiene algo que responder en este momento? Probablemente no, sólo sus malos modales, su abundante frivolidad, pero muy poco para llevar a los familias que perdieron seres queridos, a los torpes que insisten en no tomar precausiones para no contagiarse o contargiar a otros o a quienes desean poner el interés colectivo por encima del propio para darnos una oportunidad de futuro.