Por primera vez desde que se creó, en noviembre de 2002, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) incluyó este viernes el supremacismo blanco como una forma de terrorismo en el país.

El secretario del DHS en funciones, Kevin McAleenan, presentó el viernes en Washington la nueva estrategia antiterrorista del Departamento, que considera que el supremacismo blanco es una de las “más potentes ideologías” detrás del extremismo, que provoca grandes y graves actos de violencia en EU.

Este cambio llega menos de dos meses después de que un joven blanco, Patrick Crusius, manejara nueve horas desde Dallas hasta el Paso, Texas, para cometer un atentado pensado para matar mexicanos y que causó 24 muertos en una tienda Walmart, muy cerca de la frontera con México.

McAleenan afirmó durante la presentación que: “En nuestra época, la continua amenaza del extremismo violento basado en la raza, en concreto el extremismo de los supremacistas blancos, es una afrenta abominable a la nación”.

Precisamente al respecto del atentado en la ciudad texana fronteriza, el responsable del DHS agregó que “la mayoría de nuestro equipo de El Paso, que trabaja para proteger a nuestra nación, hacer cumplir la ley y preocuparse por los migrantes vulnerables que llegan a la frontera, son hispanos”.

MÁS RECURSOS. Tras este cambio en la estrategia antiterrorista de EU, configurada por un departamento que se creó precisamente como respuesta al atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, el DHS destinará más recursos a la lucha contra la violencia del supremacismo blanco.

AMENAZA PRINCIPAL. De hecho, el cambio en el documento del DHS significa que el principal enfoque antiterrorista en EU pasará a ser interno, al reconocer que en estos momentos, las principales amenazas terroristas proceden desde el interior y no desde el exterior. Así se había considerado hasta ahora, poniendo la lupa sobre grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico. Sin embargo, McAleenan recalcó que esto no significa que el DHS deje de prestar atención a las redes terroristas internacionales.

CONTRADICTORIO. Hasta ahora, el gobierno de EU había sido reticente en reconocer el creciente problema del supremacismo blanco para el país, justo coincidiendo con la presencia en el Despacho Oval de un presidente que se ha negado repetidamente a condenar la ideología e incluso ha recibido el apoyo explícito de líderes y exlíderes del Ku Klux Klan (KKK).