El régimen de Nicolás Maduro afirmó ayer que el partido Voluntad Popular (VP), del jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien una cincuentena de países reconoce como presidente encargado, planificaba los “asesinatos” de varios líderes chavistas usando a paramilitares centroamericanos.

El secretario de información venezolano, Jorge Rodríguez, aseguró que los principales dirigentes de VP, entre los que se incluye el líder opositor encarcelado Leopoldo López y el propio Guaidó, coordinaban acciones para iniciar una “fase de ataque” al régimen.

Según Rodríguez, los opositores entregaron a paramilitares centroamericanos “un listado de cuáles era los líderes (chavistas) que debían ser asesinados”, y agregó que también planeaban atentar contra servicios públicos con bombas, objetivo que también habrían trasladado a estos paramilitares.

Rodríguez mostró presuntas conversaciones en un grupo de mensajería entre los dirigentes de VP, a las que la Justicia venezolana tuvo acceso a través del teléfono celular del jefe del despacho de Guaidó, Roberto Marrero, detenido el jueves de madrugada en su casa.

También dijo que los centroamericanos ejecutarían “falsos positivos” vistiendo el uniforme del ejército venezolano y que estos hechos estarían secundados de un llamado a huelga general y de un “asalto” al palacio presidencial de Miraflores, desde donde despacha Maduro.

Rodríguez señaló que los paramilitares ingresaron al país hace un mes desde Colombia, donde recibieron entrenamiento militar, cuando la oposición intentó ingresar la ayuda humanitaria que se acopia en las fronteras.

Además, acusó a Guaidó de “robar” dinero de cuentas venezolanas en el exterior para financiar estas operaciones de terrorismo, para las cuales se destinarían hasta 700 mil dólares por día.