Cultura

Regreso a la Tierra reúne memorias de Armstrong, Mitchell, Neri Vela…

Son sus reflexiones sobre el planeta desde el espacio. “Traer esos textos es como inventar en español un mundo, a una cultura donde no hay astronautas”, dice Jacobo Zanella.

Regreso a la Tierra reúne memorias de Armstrong, Mitchell, Neri Vela…

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Disfrutar las imágenes del espacio antes de regresar al planeta Tierra y perder la costumbre de caminar después de vivir meses en la ingravidez, son algunas de las anécdotas que narran los astronautas enviados a misiones espaciales y que recuperan Jacobo Zanella y Mauricio Sánchez, editores de Gris Tormenta, en Regreso a la Tierra.

Una de las lecturas de esta publicación, que traduce por primera vez al español las memorias de los astronautas Neil Armstrong, Al Worden, Edgar Mitchell, Valentín Lébedev, Mike Mullane, Rodolfo Neri Vela, Anousheh Ansari, Chris Hadfield, Scott Kelly y Ross Andersen, es el cuidado del planeta.

“Traer esos textos es como inventar en español un mundo, a una cultura donde no hay astronautas. Es crear un nuevo apartado en la imaginación de los lectores: ver la Tierra como si fuera la primera vez, entender la gravedad de manera consciente y todas las cosas con las que nacemos incluyendo los olores porque nunca piensas en cómo huele la Tierra, porque para descubrirlo necesitarías irte y regresar”, señala Zanella.

El editor comenta que pidieron los derechos de autor de varios textos escritos por los astronautas y, una vez obtenidos, los dividieron en décadas, de 1960 a 2010.

“Leímos muchas biografías, empezamos a rescatar los fragmentos que nos gustaban, descartamos los que eran muy repetitivos y armamos la antología. En México y en países de habla española no hay una cultura del espacio, es una literatura rusa y estadunidense, aunque ahora se suman franceses y japoneses, pero son pocos”, explica.

De esa manera, el libro tiene muchas lecturas, comenta Jacobo Zanella. “Se puede leer como libro infantil, de historias o un lector lo leyó como cuando Bernal Díaz del Castillo llega a México y empieza a describir todo lo que vio y eso es un poco lo que hacen los astronautas, regresan a la Tierra con la sensación de que todo es desconocido para ellos y que todo es nuevo”, indica.

Otra de las posibles lecturas es la ambientalista. Por ejemplo, Neil Armstrong, el primer hombre en caminar sobre la Luna, reflexiona sobre el cuidado que debemos tener con la atmósfera.

“Ojalá que los viajes que hagamos en los siguientes veinte años nos abran un poco los ojos. Cuando estás viendo la Tierra desde la Luna, su atmósfera no se puede observar. Es tan delgada —una minucia de la Tierra— que es absolutamente indetectable. Eso debería de sorprender a todos. Vamos a tener que aprender cómo conservarla y usarla de manera inteligente”, escribió.

Una reflexión en ese sentido, también la da Richard Michael Mullane, uno de los primeros astronautas seleccionados para el programa de transbordadores espaciales como el Discovery, quien decide admirar la Tierra desde el espacio antes de regresar a ella.

“Mi vista de la Tierra quedaba completamente libre. Me trajo recuerdos de bucear en el mar Egeo, observando la vida marina a través del visor. Como aquella vez, ahora tenía la sensación intensa de ser parte del elemento en el que me encontraba, no un visitante extraño”, narra.

Mullane continúa describiendo las imágenes que quisiera recordar toda su vida:

“Podía ver la pátina de los océanos de la Tierra. El agua rozada por el viento tenía la textura de una cáscara de naranja, pero en colores que variaban con el ángulo en el que el sil los iluminaba. A pleno Sol, el mar abierto era azul crayola. En ángulos más suaves, los mares reflejaban tonos de gris, plata y cobre. En lugares donde la claridad del agua es excepcional, como el Caribe, las dunas y los valles del lecho marino se podían ver claramente, y su arena blanca diluía el azul del océano para crear un turquesa sorprendente”.

HUMANISTAS. Regreso a la Tierra cuenta con un anexo en donde aparecen frases de astronautas que no se incluyen de manera extensa en el libro, pero que a los editores les parecía interesante compilar a manera de citas.

“En general, a los astronautas les llama mucho la atención el regreso, porque no estaban preparados, no se imaginaban qué tan difícil sería, ellos reciben mucha preparación para irse, pero no para regresar porque cuando tú te vas de viaje no te preparas para regresar a tu casa. A ellos les da gusto regresar pero no lo pasan nada bien”, señala Zanella.

En opinión del editor, al final los astronautas se convierten en humanistas porque están pensando quién es el hombre, qué es la Tierra, quién soy yo. “Son preguntas que se hacen sin proponérselo, otros esperan su muerte porque se cuestionan qué puedo hacer que sea superior a haber estado en la Luna”.

Antes de las redes sociales, la televisión era el medio en donde se mostraban los despegues de las misiones espaciales y hasta ahí quedaba la información.

“Era lo único que sabíamos de ellos, después no nos enterábamos si regresaban y cómo, pero con la redes sociales los astronautas empezaron a tener Instagram y ahí ponían cosas de cuando estaban en el espacio, pero también cuando regresaban. Me pareció interesante que cuando regresaban decían cosas de la Tierra, en cierto sentido, poéticas, hablaban del peso, de la ligereza”, añade.