
Le dicen machos, muy, pero muy machos. Sin embargo, los machos de Iztapalapa se pintan los labios y polvean las mejillas.
Hay quienes presumen tener más sensualidad que Ninel Conde o Niurka. No es así. Apenas y pueden mover su voluminoso cuerpo cuando empieza a tocar la tambora que los acompaña.
Para muchos, el tradicional carnaval de los Ocho Barrios es el pretexto perfecto para enjaretarse un vestido, colgarse una bolsa y decolorarse el cabello.
Esta tradición es añeja, más de medio siglo; “incluso más vieja que la representación de la Semana Santa”.
Cada año, esta población alberga la fiesta y la alegría.
Hoy será el Cierre de Carnaval. Habrá “guateque”. Se podrá gritar las injusticias y burlarse “de los de arriba” sin ser reprimido. En la calle, aparecerán máscaras de López Obrador, Felipe Calderón y Marcelo Ebrard.
Otros saldrán con las caretas de cera, que hace alusión a los bufones que mandó el rey Herodes a matar al niño Jesús. Esa historia la explicaba bien la señora Lourdes González, fiel a las tradiciones y promotora de las comparsas.
Por eso, los colonos invierten todos sus ahorros en atuendos femeninos. “Aquí, todos los hombres, grandes y pequeños quieren vestirse de mujer; incluso, hay quien se disfrazará de Fabiruchis”, cuenta Carlos Álvarez, uno de los organizadores de la comparsa de Cuauhtémoc y Mariano Escobedo.
Por ejemplo, Tomás Cano Álvarez, de apenas 15 años, compró una falda tableada y zapatillas rojas... “Quiero lucir bien en el cierre. Me voy a parecer a la Ninel”, dice.
Y es que con carros alegóricos, adornados de flores y papel brillante, los habitantes del barrio La Asunción saldrán hoy a bailar. Lo harán acompañados de la reina Zulemi Itzel Agonizante, quien se dice orgullosa de representar a la cuadrilla. Asegura que a la comparsa “de Casa Eustolia” nadie la supera.
A decir de los vecinos, un participante gastó cerca de cinco mil pesos en su vestuario, hay quienes ya tiene su disfraz de años, afirma Daniel Salazar, uno de los precursores de esta tradición.
Entre las anécdotas que cuenta, el hombre de no más de 50 años, recapitula el incidente que vivió uno de sus mejores amigos: “A Miguel, el hermano del panadero, lo confundieron con una verdadera mujer. Y ya con unas copas unos chavos ya se lo querían echar”.
De acuerdo con los integrantes del comité se gasta mucho. Para la fiesta compran sombreros, máscaras, caretas de cera, corbatas, trajes, vestidos, minifaldas, medias, escotes...
PROMOCIÓN. El jefe delegacional en Iztapalapa, Horacio Martínez, informó que buscará un acercamiento con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal con el fin de instalar una exposición fotográfica en las rejas del Bosque de Chapultepec sobre los carnavales que se realizan en esa demarcación.
Indicó que este tipo de eventos son poco conocidos por los habitantes de la ciudad de México e incluso por los turistas nacionales y extranjeros, de ahí que uno de los propósitos de su administración será darles una mayor difusión.
“Los carnavales de Iztapalapa son poco conocidos, por eso vamos a buscar una reunión con la Secretaría de Cultura para montar, el año que entra, una exposición fotográfica en las rejas del Bosque de Chapultepec”.
Asimismo, Martínez Meza dijo que la demarcación tiene previsto publicar un libro sobre el origen y significado de este tipo de festividades.
Indicó que los carnavales permiten preservar las tradiciones y costumbres de los ocho barrios que integran la demarcación.
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