Cultura

Lenine, ganador de seis Grammys Latinos y portavoz de las causas socioambientales, y la banda “Francisco, el Hombre”, ofrecieron el concierto final

Cierra el Festival Cervantino sin la gran afluencia de años atrás al evento final

Cierre
FIC Concierto de cierre del Festival Internacional Cervantino. (Eleane Herrera Montejano)

Con un aforo casi completo, pero no lleno, ni calles aledañas a reventar -como suele suceder-, se presentaron en la Alhóndiga de Granaditas el cantautor Lenine, ganador de seis Grammys Latinos y portavoz de las causas socioambientales, y la banda “Francisco, el Hombre”, quienes tocaron los acordes finales del Festival Internacional Cervantino n°52.

Tras una hora de concierto iniciado por Lenine, llena de aplausos moderados y varios desertores que tras un par de canciones desistieron del ambiente -nadie en los techos o balcones de casas cercanas a la Alhóndiga- el grupo de ska brasileño Francisco el Hombre contagió un nuevo ambiente.

Junto con Lenine, los músicos apelaron a distintos temas sociales y económicos sobre los que reflexionan, “qué dolor me dan los dólares// lágrimas de hipocresía”, cantaron. Mientras tocaban, bajo los efectos de luces y vapor, en la pantalla detrás florecíeron orquídeas, cactus y raíces, en blanco y negro. Tras solo un par de colaboraciones, Francisco el H. se retiró del escenario y reapareció hasta la segunda hora de concierto.

Por suerte, Lenine contó con su propio grupo de fans brasileños en primera fila, quienes celebraron cada canción, alzaron pancartas y terminaron su intervención bailando de pie, paliando el anticlímax del principio.

“Viva Zapata”, “gracias” y “asta la próxima, guanajuato, México” fueron algunas pocas palabras con las que el cantautor se despidió del público. Al reaparecer el grupo de música brasileña, afrolatina de punk-rock psicodélico y electro incitaron al público a alzar las manos y bailar.

“Quememos los armarios”, invitó la vocalista y “yo soy mi propio hogar” dice la canción que dedicaron a mujeres y población Lgbtq+ Además de compartir mensajes sobre la desigualdad social y económica de latinoamerica, Francisco el hombre dejó en claro que su mensaje principal es “pura fiesta” “Vivos se los llevaron”, gritó alguien en el público.

“Vivos y libres los queremos”, contestó el vocalista. También anunció que el concierto se trasmitió en vivo en redes sociales y aprovechó para saludar a su mamá, a lo que el público respondió efusivamente con “ruido para Brasil, porque mi mamá está viendo la transmisión”. Aunque al final el público se encontraba de pie, saltando, gritando y pidiendo “otra”, el grupo se retiró con la que anunciaron “atención, es la última canción” y no tocaron ningún “encore”.

Finalmente, el cielo se llenó de luces de drones bailarines, que durante varios minutos formaron distintas figuras alusivas al Festival Cervantino sobre las cabezas de la audiencia. De ese modo se evitó el uso de fuegos artificiales en la clausura de esta edición. Próximamente, se anunciarán los invitados especiales del FIC 2025.

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