Vivimos en una sociedad moderna y, por ende, secular o aparentemente alejada de lo religioso. Esta afirmación es solo en parte cierta. La simulación de lo sagrado nos invade a través de productos culturales del llamado esoterismo de masas. Existe una nueva religiosidad que se está generalizando entre los jóvenes millennials, centennials y alfas, la cual no comprende sacralidades tradicionales ni conserva la solemnidad de los antiguos rituales.
Los rituales postseculares de nuestra Postmodernidad se definen dentro de esta nueva religiosidad, que está en manos de laicos. Estos rituales terminan siendo prácticas lúdicas que algo tienen de significación y trascendencia para sus practicantes. Recordemos a los 30 mil argentinos que despidieron, en marzo del 2024, en un obelisco al fenecido Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, haciendo una Genkidama masiva.
Muchos jóvenes creyentes tienen una verdadera fascinación por las sagas de fantasía y ficción, derivadas del mencionado esoterismo de masas. La línea que divide este esoterismo de la religiosidad tradicional, en ocasiones, es difusa para el nuevo “homo religioso”. Así le ocurrió a una pareja de novios de León, Guanajuato, que, siguiendo sus inclinaciones frikis, decidió celebrar una boda tematizada de Los Caballeros del Zodiaco.
Calificar esta ocurrencia como una simple broma o extravagancia sería superficial. Que unos jóvenes creyeran que era una buena idea disfrazarse para recibir un sacramento es, sin duda, sintomático de la transformación que está experimentando la religiosidad contemporánea.
Esto fue lo que sucedió. El pasado sábado 5 de octubre, una pareja decidió casarse por la Iglesia, lo cual ya es, de por sí, un hecho relevante, considerando que solo dos de cada diez matrimonios civiles terminan en el altar. El templo elegido por los novios fue el Expiatorio de León. Si tematizamos nuestras fiestas de cumpleaños, ¿por qué no una boda? La respuesta es que se trata de un sacramento, no de una celebración secular, lo cual demanda cierta seriedad.
Este hecho no fue aislado. Hagamos un poco de retrospectiva: en Tlaxcala, en 2021, una pareja, en una boda temática mucho más seria pero también más escandalosa, recibió la bendición nupcial de un sacerdote. El novio iba uniformado como un oficial nazi de la Wehrmacht, y la novia vestía un atuendo similar al que usó Eva Braun cuando se casó con Adolf Hitler.
En aquella ocasión, las redes sociales explotaron. El novio dio varias entrevistas explicando esta excentricidad y respondiendo preguntas sobre sus posibles afinidades ideológicas. A veces los reporteros tienden a preguntar lo obvio.
En el caso de los novios de León, nuevamente las redes sociales tuvieron material para viralizar. El video de la boda, con los novios y su cortejo disfrazados de personajes de Los Caballeros del Zodiaco, fue todo un éxito en TikTok. El desfile de “Atenas”, “Ikkis” y “caballeros dorados” de papel metálico se asemejaba a una pasarela de cosplay.
Como siempre ocurre en esta torre de Babel llamada redes sociales, algunos internautas criticaron la ocurrencia, mientras que otros la celebraron y hasta pidieron más bodas temáticas. Un usuario incluso compartió un video mostrando la decoración, el salón y el pastel de la boda.
En una boda convencional, las invitaciones suelen especificar ropa formal o de gala, pero aquí el requisito era caracterizarse como algún personaje del anime de los años ochenta. Para algunos, rentar un traje no es complicado, pero elaborar un buen cosplay requiere de tutoriales de YouTube, destreza, tiempo y algo de dinero. Muchos internautas felicitaron a los amigos de la pareja que decidieron asistir disfrazados, señalando que esos son los verdaderos amigos.
Otro aspecto que llamó la atención fue que la Iglesia permitiera realizar una boda tematizada dentro del templo. Y, ¡oh, sorpresa! Muchos internautas elogiaron a las autoridades católicas por permitir una boda con tales singularidades.
Sin embargo, la Iglesia también respondió y corrigió. La Arquidiócesis de León emitió un comunicado instruyendo a sus sacerdotes a no celebrar matrimonios si los novios no visten con dignidad. Es probable que, de no haber tomado esta medida, más parejas habrían seguido el ejemplo y convertido su boda en una convención de cómic, disfrazándose de personajes de Marvel, Star Wars, Dragon Ball, Naruto, DC Comics, Castlevania, las princesas de Disney o incluso furros con tiernas botargas. Si no se hubiera puesto un alto, la situación podría haber escapado del control de la Iglesia, considerando la influencia del esoterismo de masas sobre los católicos postmodernos.
El Arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, fue claro con sus sacerdotes: no permitir que se repita una boda como la del Expiatorio. No más novios disfrazados. En un comunicado del Arzobispado se lee:
“No se permitirá en adelante ninguna situación que dañe o falte a la integridad de la fe y la dignidad de los sacramentos. Si llegara a presentarse el caso, pido a mis hermanos sacerdotes suspender la celebración”.
Estamos ante un verdadero choque generacional que confronta dos imaginarios religiosos disímiles. Los nuevos católicos, a quienes llamo “multifacéticos”, han sido adoctrinados no solo por la televisión y el cine, como sucedió con sus padres de la Generación X, sino también a través de los nuevos metarrelatos de ficción. Sobre este punto, el Arzobispo de León fue categórico:
“Los sacramentos no son ficción, ni algo imaginario; son realidades que deben interpretar todo el ser de la persona que los recibe y celebra. Por eso se pide a los novios que vayan vestidos dignamente, al igual que todos los asistentes a la celebración de los sacramentos”.
¿Habrá arzobispos más liberales que si les permitan a sus sacerdotes celebrar bodas tematizadas? Con cierta seguridad quizás falten muchos años para que veamos una princesa Zelda desposarse con un Link en una iglesia católica.