
Este miércoles el Museo Franz Mayer abrirá al público la exposición “Bordar el Fuego” de la artista española Marta Moreno, así como una curaduría especial de su sala permanente para dialogar con obra creada ex-profeso por la artista: un total de 29 piezas de bordados que retoman los catálogos de venta de fuegos artificiales, de los cuales 12 fueron realizadas el año pasado especialmente para esta exposición.
Los fuegos artificiales son una de esas tradiciones que han causado mucha polémica en tiempos recientes, en gran medida porque son dañinos para el medio ambiente y asustan a los animales.
A partir de este trabajo, Marta Moreno “nos deja pensar un poco en los fuegos artificiales ‘para llevar’. En el mundo contemporáneo, que es tan controversial si se continúa con una tradición o no, ¿qué sucede con las otras especies y los fuegos artificiales?”, planteó la directora del museo, Giovana Elizabeth Jaspersen García.
“Creemos que recordar la belleza y el impacto que puede tener una práctica como ésta, en muchas ocasiones va más allá del cielo, de la luz. Tenemos otro tipo de registros también que nos permiten seguir dando futuro al pasado y hacer registro de esta tradición hacia los futuros años, sin que dejemos de lado la belleza y lo que ha significado durante cientos de años ver el cielo iluminado con estas hermosas figuras diseñadas y todo lo que significaba hace 200 años”, expresó.

Frente a un auditorio repleto de medios de comunicación interesados en el programa de actividades que el Museo Franz Mayer tiene planeado este año, la directora del recinto anunció la inmediata inauguración de esta muestra, que se hará en colaboración con la galería Proyecto H, en ZONAMACO.
“Nos interesa el diálogo entre pasado, presente y futuro y comprendamos que los Museos de Artes decorativas o aplicadas somos museos de diseño de todos los tiempos, a pesar de que parezca un término anacrónico”, invitó.
Conversación con el curador
En “Bordar el fuego. Marta Moreno” artista contemporánea Marta Moreno utiliza punch needle como técnica para reinterpretar los primeros registros ilustrados de fuegos artificiales, entre ellos el Catálogo ilustrado de explosivos de día y noche, publicado por The Hirayama Fireworks Company, en Japón alrededor de 1877.
“Celebra el papel que los fuegos artificiales han tenido en la cultura, tanto de Asia como de Europa y de Nueva España”, considera Abraham Villavicencio, jefe de investigación y curaduría en el Museo Franz Mayer.
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En recorrido por la sala temporal, que se podrá visitar oficialmente a partir de este miércoles, así como la sala permanente que ofrece una curaduría especial hasta el mes de abril, Abraham Villavicencio, jefe de investigación y curaduría en el Museo Franz Mayer detalla que la mayoría de las piezas fueron creadas por la artista durante una residencia en México, con Proyecto H, quien la representa en nuestro país.
A partir del diálogo e invitación a exponer en el Franz Mayer, la artista creó 12 piezas que presta al Museo para esta exhibición
“El proyecto Hanabi nació como una residencia artística. A finales de 23/24 Marta desarrolla el concepto. Cuando se consolida el proyecto de exposición, tras la residencia, Marta se da a la tarea de hacer las piezas ex profeso”, relata el curador.
Aclara que esta es la segunda ocasión que se hace una colaboración como ésta y el Museo no organiza ninguna venta de obra, ni ha adquirido en su colección obra de Marta Moreno.

Hanabi: “Flores de fuego”
Por una parte, “Bordar El Fuego” presenta el proyecto de la artista. Aquí el público podrá hojear facsímiles de estos catálogos a través de los cuales se vendían distintos diseños de pólvora alrededor del mundo y conocer los diseños de fuegos artificiales tanto de día como de noche, con fondos de distintos tonos azulados que sugieren la diferencia.
“Tenemos distintas ediciones del mismo catálogo porque hubo varias ediciones. No dejaba de ser una herramienta de venta, de marketing, y hoy día forma parte de los grandes tesoros bibliográficos de las bibliotecas antiguas. Por ejemplo, en Yokohama, Japón, es la ciudad donde se encuentran los originales impresos”, apunta Abraham Villavicencio,
Por otra parte, el curador señala la intención de intervenir los espacios permanentes para dar una lectura distinta de la colección permanente.
La curaduría busca reflexionar sobre el importante papel que han tenido los fuegos artificiales dentro de las festividades y aporta algunos “datos curiosos” sobre el mercado de pólvora.
“Según el tipo de explosiones, llevan nombres específicos: hay peces, abejas, sauces, palmeras, crisantemos, peonias y así todo un repertorio de distintos nombres, a veces inspirados por la semejanza con las flores y plantas o por la agilidad con la que van estallando”, indica Abraham Villavicencio.
“Hasta el día de hoy en las fiestas religiosas se siguen utilizando, cuando uno ve esas grandes bombas, pues esos son los crisantemos, cuando llueven son los sauces… todavía son nombres que pueden ser reconocidos en los diseños”.
De acuerdo con el jefe de investigación y curaduría en el Museo Franz Mayer, la artista española aporta una sensibilidad interesante que viene de una formación inicial en el diseño de espacios interiores. “Yo creo que eso también le ha dado esta ligereza a su obra porque a pesar de que tiene un origen bibliográfico erudito, son piezas muy accesibles y muy disfrutables”, apunta.
La exposición se acompañará de un programa de actividades que contempla recorridos guiados con miembros del equipo del Museo y la propia artista, quien dará recorridos una vez al mes y ofrecerá, un taller de bordado. Para más información, consulta la página y las redes sociales del Museo Franz Mayer.