
Ojos desorbitados que parecen salirse de sus cuencas, bocas abiertas en gesto de lamento o agonía, labios zurcidos... así es el universo pictórico de Jorge Navarro (1983), artista plástico que exhibe la muestra Lo raro; lo otro; (lo extraño) en la Galería ArtSpace, una propuesta que une pintura y literatura.
La obra de Navarro revela la influencia de Francis Bacon, Francisco de Goya y Egon Schiele; sin embargo, sus emplastes de tonos ocres también están inspirados de psicoanálisis, mitología grecolatina y de las letras de Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé y Joseph Conrad.
Navarro recuerda que su padre solía leerle relatos mitológicos cuando era niño, en el departamento de interés social donde vivían, en la alcaldía Iztapalapa. “Muchas de las situaciones y los conflictos personales casi siempre se explicaban a partir de una situación mitológica”, relata. Esos conflictos están presentes en su obra.
Para Navarro, la unión entre pintura y literatura es natural, por el valor narrativo que le atribuye. Así, la literatura es una guía que, finalmente, desemboca en sus lienzos cargados de óleo, que distribuye con espátulas creando combinaciones cromáticas enérgicas.
Actualmente reside en Xalapa, Veracruz, ciudad donde produjo las 48 piezas que integran la muestra. Cada cuadro nace de escenas plásticas inspiradas en sus lecturas. “Cuando te confrontas con la lectura, te confrontas con ideas que resuenan. Todo el proceso mental está ligado a lo narrativo y lo discursivo”, afirma.

Navarro estudió diseño gráfico en la actual Facultad de Artes de la Universidad Nacional Autónoma de México y siempre mantuvo un vínculo cercano con los talleres de arte. Con el deseo de profundizar en su interés literario, cursó un posgrado en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, donde investigó el discurso de la mentira y la simulación en el arte contemporáneo.
Con base en este bagaje, Navarro concibe la pintura como una manifestación del pensamiento y, sobre todo, como un acto y un proceso más que un resultado. “Mi pintura se aleja de la ilusión; me interesa que se inscriba en un discurso y en una discusión actual. No se trata solo de representar, sino de postular”.
Respecto al contexto social en el que se inserta su obra, considera que a la pintura contemporánea la atraviesa el conflicto y una representación agresiva. “Ese es un síntoma de las sociedades actuales. El conflicto guía el devenir histórico, pero vivimos una etapa marcada por crisis de identidad y conflictos armados, que impactan en el pensamiento contemporáneo”.
Sobre su proceso creativo, comparte que disfruta de la materialidad del óleo y de moldearlo: “Generalmente lo aplico con espátulas de distintas formas. También trabajo con cualquier objeto que genere textura o trazos, incluso utensilios de cocina como cucharas, cuchillos, rastrillos o tenedores. No siempre se nota, porque muchas veces solo queda la mancha guiada”.
Una vez que aplica el óleo en crudo sobre el lienzo, comienza a distribuirlo hasta que emergen los primeros vestigios de un rostro, y a partir de ahí desarrolla la obra. No hace bocetos, explica. “Para mí es muy fácil encontrar un rostro; de repente, brota”.
A veces parte de una idea definida, pero la propia pintura toma otro rumbo. Entonces la deja reposar, y tras algunos días la retoma. Así surgen sus obras, donde lo siniestro y lo raro están siempre presentes.
LO RARO; LO EXTRAÑO
La muestra Lo raro; lo otro; (lo extraño) se compone de cuatro módulos: “Simultáneas”, donde se cuestiona la noción del objeto pictórico como “único e irrepetible” a partir del uso de una misma carga de óleo.
“El corazón de las tinieblas”, inspirada en la obra homónima de Joseph Conrad, presenta piezas bicromáticas en negro y oro sobre fondo blanco. Las formas ondulantes “buscan encarnar figuras que unen lo animal y lo monstruoso: dos signos relacionados con lo otro”, explica Navarro.
En el módulo “Una temporada con Rimbaud”, desarrollado durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, el artista evoca la obra del poeta francés, particularmente el poema en prosa Una temporada en el infierno, escrito, muy probablemente, también en aislamiento.
Las piezas de la serie “Lo raro; lo extraño” dialogan con la obra del filósofo Mark Fisher, y buscan provocar extrañamiento y perturbación frente a la belleza “canónica”.
En la sala hay pinturas que, en palabras de Navarro, “sobrepasan lo grotesco” y que para él resultan significativas, ya que transmiten “una dosis de calma, porque no somos ese monstruo que estamos viendo”.
La muestra Lo raro; lo otro; (lo extraño) se presenta en la Galería ArtSpace (Campeche 281, Hipódromo, Cuauhtémoc, CDMX), y puede visitarse de lunes a sábado, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.