Cultura

Con motivo del homenaje a José Alfredo Jiménez, que se llevará a cabo en El Colegio Nacional, la institución nos comparte el siguiente fragmento del texto de Concepción Company

“Hablar y vivir en América” (fragmento), de Concepción Company

Concepción Company Company Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional.

Concepción Company Company rendirá homenaje a José Alfredo Jiménez con un análisis lírico y gramatical de sus canciones. La cita es el miércoles 2 de julio, a las 18 h, en El Colegio Nacional. En el marco de esta celebración, compartimos un fragmento del capítulo que escribió para el libro Hablar y vivir en América (Colnal, 2023).

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Actos de habla y cortesía en saludos y despedidas

En términos lingüísticos, saludos y despedidas se inscriben, junto con las cartas, en el concepto de “acto de habla”. Es el término técnico para referirse al hecho simple de hablar o escribir, acción que se realiza siempre en contexto a partir de las intenciones del hablante-escribiente, quien debe tomar en cuenta las inferencias del oyente-lector respecto de lo que va a oír o leer. Un acto de habla alude, por lo tanto, a una acción comunicativa producida por un hablante-escribiente, inferida por un oyente-lector y negociada por ambos, acorde con ciertas reglas lingüísticas y sociales que ambos tienen internalizadas [...]

Los actos de habla están regulados de forma similar al derecho y a las normativas jurídicas que ordenan y hacen viable el funcionamiento en sociedad, ya que los dos ámbitos son convenciones adoptadas entre individuos para una mejor regulación de la vida entre ellos. Empero, a diferencia de lo que sucede en el ámbito jurídico, los actos de habla nunca se ponen por escrito ni se hacen explícitos, y tampoco existen manuales o códigos que indiquen a los hablantes nativos cómo hablar o, en el caso que nos ocupa, cómo saludar o despedirse. Son convenciones, como las normas jurídicas, pero heredadas, intuidas y actualizadas según las coordenadas espacio-temporales-sociales en que ha nacido o se ha educado un individuo [...]

Existen tres tipos básicos de actos de habla: locutivos, ilocutivos y perlocutivos. Cada uno tiene varios subtipos y todos son convencionales, intencionales y están sujetos a principios de pertinencia; esto es, nadie habla y escribe porque sí, sin querer lograr algo o algún efecto, sea cortés, descortés e incluso ofensivo, en su interlocutor-receptor. Los actos locutivos son neutros, por llamarlos de alguna manera, pues responden al hecho de hablar o escribir con estructura y significado; simplemente informan: México es un país de Norteamérica. Los actos ilocutivos tienen intencionalidad —conocida como fuerza comunicativa o fuerza ilocutiva— sobre quien escucha o lee, en la medida en que invitan a una respuesta; en otras palabras, se espera que el oyente reaccione a lo expuesto, solicitado u ordenado por el hablante: —Hace mucho calor. —¿Gustas un vaso de agua?; —Hace mucho calor. —¿Abro las ventanas? Por último, los actos perlocutivos provocan una reacción, positiva o negativa, en el oyente, reacción generada, fundamentalmente, a partir de las inferencias extraídas por el oyente ante las circunstancias y la situación en que se produce tal acto de habla: —Eres un estúpido. —Tú más.

Hay varias diferencias entre los actos ilocutivos y los perlocutivos, aunque ambos comparten la propiedad de intencionalidad o fuerza comunicativa. Por un lado, si los primeros atienden a la fuerza ilocutiva per se, los segundos atienden a los sentimientos o consecuencias emocionales que la fuerza ilocutiva provoca en el oyente. Por otro lado, los actos ilocutivos invitan a una reacción que es bastante previsible, ya que se espera que esté acorde con normas convencionales en una comunidad; en cambio, si bien los actos perlocutivos también producen reacciones en el oyente de manera intencional, éstas no son tan previsibles. Se dice, por ello, que tales reacciones son “no convencionales”, pues dependen de las inferencias que saca el oyente-lector de las circunstancias y de la situación específica de emisión y cercanía o no entre ambos interlocutores. En suma, los actos perlocutivos son no convencionales en la medida en que no es previsible la respuesta del oyente-lector, ya que puede haber una reacción lingüística de muy diverso contenido, como en el ejemplo anterior, o incluso puede ser una reacción extralingüística, como sería el caso, posible ante un insulto, de que el oyente deje de conversar con el hablante que lo ofende o que lo golpee.

Saludos y despedidas son actos ilocutivos del subtipo directivo o apelativo; crean el efecto convencional de que, al leerlos, existe ya la carta, y se pretende con ellos disponer al destinatario-lector para que dé una respuesta positiva ante lo solicitado en el documento [...] Por su parte, el cuerpo de la carta, esto es, su contenido propiamente puede comprender varios actos de habla en su desarrollo, con distintos subtipos. Dependiendo de los contenidos que exponga el escribiente, se secuencian o incluso se mezclan actos varios, de los subtipos aseverativo y directivo, y, con frecuencia también, actos expresivos, que son aquellos que transmiten emociones, sentimientos, disgustos, felicitaciones, agradecimientos, etc. [...]

Como actos de habla que son, saludos y despedidas están vinculados con los conceptos de “felicidad” y “máxima comunicativa”. El primer concepto refiere a la adecuación o carácter afortunado de lo que se comunica; el saludo y la despedida serán felices si el destinatario responde a la carta.

Cartelera de ECN El miércoles se llevará a cabo el homenaje.

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