Cultura

Irene Herner presenta el libro “Siqueiros documentado…”, que reúne y analiza 57 obras de David Alfaro Siqueiros, algunas realizadas durante su reclusión en Lecumberri

“Siqueiros halló lo mitológico que hace vibrar las formas como con las que inventa universos y utopías”

"Siqueiros documentado" El libro fue realizado por Irene Herner en colaboración con Mónica Ruiz. (INBAL)

Cuando estuvo recluido en la Penitenciaría de Lecumberri, entre 1960 y 1964, el artista David Alfaro Siqueiros pintó muchos paisajes.

“Aquello parecía una forma instintiva de evasión. El paisaje de México me venía a las manos cada vez que me preparaba para hacer algo (...). Ninguna realidad delante de mis ojos, trabajaba con la atención intelectual y fantástica de quien traduce en pintura solamente los sedimentos de la memoria”, expresó al respecto.

Estas palabras fueron recuperadas por la investigadora y crítica de arte Irene Herner, en el libro “Siqueiros documentado. Testimonio de un proceso creativo”, recientemente publicado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura este año.

Tras una investigación de más de tres décadas, Irene Herner presenta este volumen en colaboración con Mónica Ruiz, en el que reúnen y analizan 57 obras de David Alfaro Siqueiros, algunas realizadas durante su reclusión en Lecumberri.

“Como le dijo Siqueiros a su amigo, el inolvidable periodista Julio Scherer: ‘para mí no hay belleza que pueda compararse a la acción, ni la del arte por el que he dado la vida’. Este libro se concentra en la segunda oración de este dicho, pues al fin y al cabo, la memoria de la vida es la dedicación y Siqueiros se dedicó a pintar y a pensar el concepto de arte público como una manera de participar con la reconstrucción de México, después de la Revolución mexicana de 1910, en la que fue soldado”, explicó la investigadora durante la presentación del libro.

De acuerdo con Irene Herner, Siqueiros se relacionó con el arte, la teatralidad y la danza a través de iglesias y símbolos eclesiásticos.

“El arte lo miró desde las iglesias católicas, desde las maravillas barrocas como Tonantzintla, pasando por los cristos torturados y sangrantes de sus altares, por las arquitecturas coloniales y lo diverso de sus vírgenes, santos, ángeles y garigoleos cósmicos. En particular lo atrajo la virgen de Guadalupe, que era en lo único que creía su abuelo paterno”, apuntó.

Respecto del llamado que el artista lanzó a los jóvenes artistas del continente americano, señaló que el joven Siqueiros se planteó producir una obra mestiza, “no sólo como sustantivo, sino entendida como verbo, como la acción de yuxtaponer formas y colores con la diversidad de experiencias adquiridas dentro y fuera del territorio mexicano”.

“Apropiación y no copia, formas realistas y no ilustración. Su capacidad de mestizar lució en las obras que produjo en los Ángeles, en Argentina y en Nueva York entre 1932 y 1937, donde yuxtapuso las posibilidades de la pintura con la de los nuevos medios de comunicación masiva. Para él, un arte público debía encontrar la forma de comunicarse masiva”, continuó.

Siqueiros documentado El libro fue presentado la noche del 2 de julio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. (INBAL)

Entre las aportaciones y características de la obra de Siqueiros, la investigadora y crítica de arte sumó la introducción que hizo al lenguaje de la pintura el lenguaje de la fotografía, del cine y de la animación.

“Para él, sus caballetes eran considerados murales móviles o estudios para murales; los cuadros de caballete tenían el destino inevitable de formar parte de muros privados y sentía lástima por ‘aquel final en que van a vivir mis pobres pinturas transportables’. Sin embargo, el artista, al mismo tiempo, consideraba que todas, absolutamente todas sus pinturas eran matriz fotogénicas, es decir: estaban hechas para ser reproducidas mecánicamente”, ahondó.

En ese sentido, le pareció que reunir una selección de sus pinturas en este libro les devuelve su ser públicas y su poética social.

“Siqueiros halló el corazón, el esqueleto, lo mitológico que hace vibrar las formas como con las que inventa universos y utopías”, invitó y destacó que esta publicación también da cuenta de obras que han estado fuera del ojo público, “se trata de un importante rescate de la iconografía del artista”.

DOCUMENTACIÓN.

“Siqueiros documentado. Testimonio de un proceso creativo” se organiza en 9 secciones: Autorretratos, Infancias, Mujeres de México, Bailarinas, Lo grotesco, Paisajes, Árboles y flores, Imágenes del pueblo y Personajes.

“Yo conocí a Siqueiros primero como obras de arte que mis padres, Oscar y Trude Herner, dueños de Galerías Iturbide, traían a habitar los muros de nuestra casa. Unos días después de salir de la cárcel, en 1964, lo conocí personalmente en casa de mis padres, hace algo más de treinta años”, compartió la investigadora y crítica de arte.

Desde entonces, Irene Herner ha documentado más de doscientas pinturas de Siqueiros, entre las más de 750 obras que existen, esta publicación se pueden conocer 57 de ellas, que conforman un “abanico de pinturas explosivas, vehementes, emotivas y cinéticas, realizadas con una técnica impecable, experimental e innovadora”.

“Así, en este libro, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura da cuenta de la construcción de un estilo que ha sido declarado constitucionalmente como Monumento del Patrimonio Artístico de la Nación”, manifestó.

Asimismo, Irene Herner consideró que a través de este trabajo se puede ver a Siqueiros como artista político, “mucho más allá de un activista”, maestro de sensibilidad y sensualidad expresionistas y barrocas.

“La edición de este libro se inició en el sexenio pasado bajo la dirección de Bellas Artes de Lucina Jiménez y llegó a buen puerto en el presente sexenio bajo la dirección entusiasta de Alejandra de la Paz, cuya presencia valoro muchísimo, así como valoro la presencia de Mariana Pérez Amor, de Alejandra Iturbe, de Daniel Garza Usariaga, como presentadores del libro. Y aprovecho para darle las gracias a Aarón Polo López por su difusión y a Gerardo Zedillo por la organización de este evento”, agradeció Irene Herner.

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