Cultura

Un gran trabajo el que hizo la Ópera de Bellas Artes, admiro y aplaudo a todo el elenco en especial a Josué Cerón que interpretó magistralmente el personaje del rey

“Un re in ascolto”

Opera. Una escena de la ópera “Un re in ascolto” .

Se presentaron en Bellas Artes el 1, 3 y 6 de julio 2025, tres funciones de la ópera “Un re in ascolto” (1983) del compositor italiano Luciano Berio (1925-2003) quien fue célebre por su incansable búsqueda de nuevos horizontes musicales, fundó laboratorios de investigación, compuso obra variada e impartió cátedra en importantes academias y universidades de varios países. Un dato interesante sobre Luciano Berio es que él compuso un final alterno para la “Turandot” de Puccini, basado naturalmente en el libreto original y en los apuntes y esbozos que el propio autor dejó. En diversas plataformas de internet, puede escucharse ese final de Luciano Berio.

En todas las épocas, los nuevos creadores han expandido el lenguaje artístico consciente o inconscientemente dando lugar con el tiempo a una sana evolución y al nacimiento de nuevas corrientes estéticas. Después de la segunda guerra mundial, los creadores de distintas especialidades artísticas, fueron más allá y quisieron inventar un nuevo lenguaje, lo cual en cierta forma es como dispararse en el pie. Me explico: el arte finalmente es una forma de comunicación, pero de gran calidad y destreza técnica. Y en la comunicación uno es quien emite el mensaje y otro quien lo recibe, pero ambos deben hablar el mismo lenguaje y conocer el significado. Por ejemplo, un escritor crea un cuento y lo hace en mandarín, sólo quien hable y entienda el mandarín podrá leer ese cuento y comprenderlo cabalmente. De manera que hay ahí tres pasos: la creación de un mensaje, la transmisión del mismo y finalmente recepción y comprensión total. Pero eso gracias a que la terminal receptora comprende el lenguaje de quien transmite.

Los compositores de música académica de la segunda mitad del siglo pasado, se lanzaron a la tarea un poco suicida de inventar un nuevo lenguaje, sin contar con un público que conociera y entendiera ese nuevo lenguaje y que pudiera así disfrutarlo. Y desde luego hubo quienes abusaron de ese proceso y cayeron en lo que podría llamarse “exceso de originalidad” ejecutaron sus obras y el público no entendió nada, y eso pasó en la pintura, también en la literatura, en las artes escénicas, en la danza, en el cine… el público no supo o no pudo comprenderlas y terminó olvidándolas se volvieron obras prescindibles, obras que envejecieron y murieron muy rápidamente, o en todo caso exclusivas para un reducido grupo de especialistas. Para entrar en detalles muchos de aquellos compositores renunciaron a la melodía (pero el público no); renunciaron a la armonía, a la forma tradicional, a la tonalidad y a prácticamente a todo aquello que sonara a siglo diecinueve, cuando lo que debieron hacer era enriquecer ese lenguaje, y al tomar tan drástica decisión se salieron de comunicación con el público quien dejó de interesarse en seguirlos. Cabe señalar que en la música popular no ocurrió eso.

La obra que recientemente presentó la Ópera de Bellas Artes, “Un re in Ascolto”, (un rey que escucha) fue estreno en América, se había tocado alguna vez en USA pero en forma de concierto; sin escenificación.

Mentiría si digo que me gustó esa obra pues no está hecha para gustar o agradar a nadie ya que trata de la paulatina pérdida de la cordura del rey, conduciéndole a la sicosis y a la histeria, lo que le lleva mentalmente a un caos total, y la música hábilmente refleja eso mismo.

Un gran trabajo el que hizo la Ópera de Bellas Artes, admiro y aplaudo a todo el elenco en especial a Josué Cerón que interpretó magistralmente el personaje del rey, y a las dos sopranos principales. Cerón mostró dominio y verdad escénica; excelente manejo de su lenguaje corporal y facial. Y en el canto una gran técnica con variedad de colores vocales y dinámicas, además muy expresivo: ¡felicidades!

Todo el elenco estuvo sobresaliente hay que mencionar y felicitar en especial a Cecilia Eguiarte, y a Nicola Beller Carbone, sopranos.

Dirección orquestal: Wolfgang Wengenroth. Dirección de escena: Martín Bauer. Dirección del Coro: Rodrigo Cadet.

Esta experiencia sin duda fue muy enriquecedora para el elenco y también para el público. En lo personal me parece una obra prescindible.

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