
La herencia africana está en todas partes y es particularmente palpable en la música contemporánea, “el rock, el jazz, el pop han tenido una fuerte influencia afrodescendiente”, según expresa el compositor y director de orquesta, Rodrigo Cadet.
Este domingo, Rodrigo Cadet estrenará en México dos composiciones de su autoría y dirigirá al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes a través de un programa dedicado a celebrar la cultura afrodescendiente del continente americano: el concierto “Sin cadenas. La herencia africana en la música coral” será a las 12:15 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
LA HERENCIA
En conversación con Crónica, el compositor y director de orquesta resalta las relaciones entre distintos géneros musicales y la influencia que la cultura afrodescendiente ha tenido en ellos.
“El spiritual se llevó al gospel, el gospel llevó al blues, el blues llevó al jazz, el jazz llevó al swing, el swing llevó al rock y del rock se derivó en muchísimos estilos al también al R&B, soul y todos estos géneros están intrínsecamente ligados a la música que escuchamos hoy en día, en el pop, por ejemplo, hay muchísima influencia del soul y del blues”, sintetiza.
Desde su perspectiva, este concierto es una celebración y reconocimiento de la presencia afrodescendiente y una invitación a ser conscientes de la lucha por la libertad y la igualdad.
Si bien “ya no vivimos en tiempos como los de la segregación”, todavía hay injusticias que visibilizar.
“Quisiéramos que ya no hubiera cadenas, porque la esclavitud aunque en un inicio estaba ligada principalmente a África, ha habido en distintas partes y distintas culturas”, señala.
En ese sentido, la esclavitud es el tema de partida para este programa. “Lo estuve pensando por mucho tiempo para ver cómo tratarlo de una manera respetuosa, pero también dando su lugar a que la presencia africana, sobre todo en América, sí está intrínsecamente ligada a la esclavitud”, ahonda Rodrigo Cadet.
Destaca que el propósito es enfocarse en el legado cultural de esa presencia, así como en los ritmos y estilos que han sido maneras de alzar un canto de libertad, de justicia y de esperanza que ha trascendido tiempos y culturas.
“Está ya integrado en distintas corrientes, estilos que abarcan la música de todo el mundo”.
ESTRENOS Y MÁS
Rodrigo Cadet se considera a sí mismo un compositor clásico, que también ha escrito obras de vanguardia y estética de siglo XX y XXI. Además, se permite experimentar y buscar nuevos lazos entre danza y música y es el caso particular de los estrenos que presentará en Sin cadenas: “Danzón del querer” y “Dicha sin fin”.
“Son una especie de capricho, una relajación en donde me gusta explorar cómo integrar elementos de danzas o de música tradicional de México y de influencia afrolatina con mi estilo personal”, comenta.
Por un lado, el Danzón del querer retoma una estructura tradicional de danzón, como su nombre lo indica, que se anuncia lento y se acelera para llegar al “montuno”.
“Tenía la curiosidad de escribir una pieza que fuera con esta esencia bailable que tiene el danzón, pero que fuera una pieza coral. En esta pieza en particular, el coro tiene algunos movimientos extra, además de solamente cantar, tiene un poco de percusión corporal para darle un remate muy rítmico”, adelanta el autor.
Por otro, Dicha sin fin utiliza elementos rítmicos de cumbia, mezclados con armonías del Latin Jazz y variaciones de salsa. El compositor la escribió el año pasado y está basada en un texto sobre la alegría de vivir “y encontrar en los pequeños detalles esa magia de la existencia, celebrar de manera vibrante cada momento de la vida que es una dicha sin fin”.
Ambas obras fueron comisionadas en Estados Unidos, pero es la primera vez que se tocan en México.
“No es tan frecuente encontrar este tipo de programas, al menos en México, así que creo que vale la pena no perdérselo, es un concierto único”, invita el compositor.
Primero, el programa dará espacio a la música afroamericana, cuyos autores encontraron en el gospel y spiritual un mecanismo de expresión cultural, tanto de liberación como protesta en algunos casos.
“Deep River”, “My Soul’s Been Anchored in the Lord”, “Soon Ah Will Be Done”, “Ezekiel Saw de Wheel”, “City Called Heaven”, “Strange Fruit”, “A Change Is Gonna Come” y “Worthy to be Praised” son algunas piezas que conforman la primera parte.
La segunda parte del programa se concentra en la producción de América Latina y su herencia africana en danzas latinoamericanas. Integra “Los coflades de la estleya” de Juan de Araujo, “¡Ah siolo flasiquiyo!” de Juan Gutiérrez de Padilla, “Asa Branca” del brasileño Luis Gonzaga, el mambo “Qué rico é” del cubano Guido López Gavilán, “Betelehemu” del nigeriano Babatunde Olatunji, así como las ya mencionadas “Danzón del querer” y “Dicha sin fin” .
“Con mucho gusto podemos afirmar que 80% de los compositores y las compositoras del programa son afrodescendientes”, apunta Rodrigo Cadet.
Entre los músicos invitados están Josafat Larios en las percusiones, Alejandra Roque en el contrabajo, José Luis Gutiérrez en el piano.
“El concierto Sin cadenas. La herencia africana en la música coral” será este domingo 13 de julio a las 12:15 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes (CDMX).