
Rosa Elena Curruchich (1958-2005) y Angélica Serech (1982) artistas Maya Kaqchikel de San Juan Comalapa, Guatemala, son revisadas por Miguel A. López. Co-organizada por el espacio de arte contemporáneo La Nueva Fábrica, Guat. donde se exhibirá en 2026; esta es la exposición más amplia sobre Curruchich con 75 pinturas, ca.1979-ca.2003.
Continuando a su padre, el pintor, Andrés Curruchich (1891-1969), Rosa Elena registró cotidianidad, celebraciones y lugar de la mujer, desafiando la imposición comunitaria donde hombres pintan y mujeres tejen, siendo repudiada al exponer una vez en vida en 1979. Al aprender con su familia a hacer Huipiles; Angélica Serech, ha mezclado arte contemporáneo con procesos artesanales, unidad comunitaria, migración y sororidad; caso similar al de la oaxaqueña Ana Hernández.
Coleccionada en Europa, Serech es representada por la Galería Rebelde, participa en la Bienal de Toronto, 2024 y Australia, 2026. Curruchich y Edgar Calel ganaron para la Galería Ultravioleta el booth del año en la feria Frieze, Londres, 2024. Serech mezcla materiales cómo se ha hecho ancestralmente en Oceanía o África; pero al experimentar formalmente, deriva tardíamente del Arte Textil histórico de Lenore Tawney, Magdalena Abakanowicz, Jagoda Buić, Sheila Hicks, etc. Las pinturas de Curuchich aun cuando tienen gran sentido del color y composición, estética y formalmente aportan nada al arte contemporáneo donde se pretende introducirlas. Así, esta exposición en el Chopo complica las cosas, ya que se suma a la dependencia de ambas a una cultura del arte dominada por el primer mundo.
En concordancia con una exposición histórica como Los Huecos del Agua, 2019, o a diferencia de Maruch Santiz Gómez que reta al canon Euro-americano del arte o un innovador como Fernando Palma Rodríguez más el revelador contrapunto entre Teodora Blanco o María Izquierdo, Carruchich y Serech resultan cultural y discursivamente ricas y relevantes, pero al entrar a competir al arte del primer mundo, evocan a la Transvanguardia Italiana, Neoexpresionismo Alemán, Neomexicanismo o las actuales modas de pintura confesional, arte pseudo antropológico, etnográfico o artesanal; casos afines a esta exposición donde al evitar analizar a fondo las aportaciones estético-formales de Curruchich y Serech —o su desepistemologización— los verdaderos ganadores resultan ser curadores, instituciones y mercado del arte.
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