Servidor público significa servir a los demás; administrar lo que no te pertenece con más fidelidad que lo propio, la corrupción comienza cuando se olvida este principio — Edmundo Salas Garza, un servidor público que se distinguió por su honestidad y vocación, capturó sus experiencias éticas y profesionales en su reciente novela, Tiempo de Salmones.
En tiempos donde parecería que la honestidad en el servicio público es inexistente y solo rige la corrupción, emerge este libro que es un relato autobiográfico y una profunda reflexión sobre la vida pública y los desafíos morales que persisten en México.
La obra, inicialmente pensada como Confesiones de la memoria, fue consolidada como una novela donde la coherencia y la honestidad del autor son indiscutibles, de acuerdo con las presentadoras María del Carmen Pardo López, Marta Beatriz Loyo Camacho y Miriam Suárez de la Vega, todas con Doctorado.

La Casa de Coahuila, en la CDMX, fue la sede para la presentación de la obra de Salas Garza, en un atiborrado auditorio de amigos, personas, actores, y hombres del servicio público, como el exsecretario de Educación Pública (SEP), Miguel Limón Rojas, gran amigo del autor.
Nacido en Saltillo, Coahuila, un 11 de marzo de 1953, Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México, con dos Maestrías, y un sólido paso por instituciones de la educación pública de México y la Secretaría de Gobernación, aporta singulares experiencias de sus días en la función pública hasta momentos íntimos personales.
El autor comparte sus experiencias en Migración, Indigenismo, y Seguridad Nacional, en momentos cruciales de la historia nacional como la insurrección zapatista y el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, con una perspectiva tan única como fresca sobre estos degradantes eventos.

Las presentadoras, de amplio conocimiento y estructura lingüística, explicaron que los recursos del erario, de acuerdo con Salas Garza, deben administrarse con mucha más fidelidad y eficacia que si fueran propios, pues no pertenecen al funcionario.
“Ser un servidor público requiere voluntad, servicio, y sobre todo, ser absolutamente honesto y profesional en toda regla; estos principios son cruciales para navegar en un entorno político marcado por la degradación y la corrupción”, problemas que el autor considera que no han mejorado en décadas.
Nadar Contra la Corriente de la Corrupción

Las presentadoras señalaron que el título, Tiempo de Salmones, es una poderosa metáfora que alude al acto de nadar en sentido contrario a la corriente.
“Simboliza la lucha por mantenerse íntegro y evitar la seducción del poder y la complicidad que a menudo imperan en la administración pública; la novela se convierte en un debate ético que cuestiona la resistencia y la conciencia del yo frente a los dilemas morales”, afirmaron.
Salas Garza decidió escribir estos testimonios porque sabe que existen muchos servidores públicos con vocación y principios, aunque lamentablemente no se encuentren en los altos mandos.
A lo largo de su novela plasma las complejidades de la política mexicana y las luchas internas de un hombre que se negó a corromperse.
Su novela es un testimonio de la resiliencia humana y un homenaje a aquellos que, como el autor, han navegado por las aguas turbulentas de la historia sin perder su integridad, ni su buen nombre.
“La enfermedad se propaga cuando la cabeza se corrompe” expresa, y afirma la necesidad urgente de contar con un servicio civil de carrera profesional y honesto en México, algo que se ha intentado sin frutos reales, explicaron.
El texto es descrito por las presentadoras como un híbrido literario que combina la novela confesional, la crónica y la poesía, lo que permite múltiples lecturas.
“La memoria se erige como narradora omnisciente y protagonista, modelando los recuerdos y revelando aspectos íntimos del protagonista; el autor exhibe su vulnerabilidad al revelar pensamientos, fallos, y deseos íntimos, incluyendo una confesión erótica que transgrede lo prohibido y desnuda al sujeto”, revelaron.
Detallaron que la escritura de Salas Garza es ágil, con un notable buen humor, y utiliza descripciones maravillosas que permiten al lector imaginar las escenas y participar de lo relatado.
Las imágenes desfilan como si el libro fuera un guion cinematográfico o una novela gráfica; un ejemplo de su talento poético y su rutina de escritor es que se levantaba temprano a escribir en la madrugada.
“Una de las narrativas más impactantes y personales que recorre la obra es la historia de su abuelo paterno, Jesús Salas Barraza. El abuelo, a quien Edmundo Salas no conoció, participó y coordinó el asesinato de Pancho Villa en 1923; Salas Garza creció sabiendo que su abuelo había sido un valiente que buscaba eliminar a un bandido”, explicaron.
Años después, el autor descubre un grave error historiográfico al encontrar una fotografía del abuelo en un museo, etiquetada como si fuera Pancho Villa, creando una “confusión histórica” donde el matador es confundido con el muerto.
Este recuerdo de su abuelo, el “tirador de fantasía,” le sirvió como una guía moral para desarrollar una visión crítica del status quo de la historia contada y enseñada.
El Racismo en México
Añadieron que en su trayectoria profesional, Salas Garza relata su trabajo en diversas regiones y dependencias, incluyendo Chiapas, donde fue delegado del Instituto Nacional Indigenista (INI).
Su experiencia le mostró el trato inhumano y racista hacia las comunidades indígenas, y la necesidad de buscar opciones para mejorar sus condiciones.
También abordó temas complejos como los migrantes, cuya situación sigue marcada por la violencia, los abusos y la corrupción.
Educación Pública, pérdida
Posterior a la presentación del libro y los incontables abrazos y fotografías solicitadas al autor, el reportero conversa en exclusiva con él para conocer su postura sobre la Nueva escuela Mexicana, daso su paso por la SEP, y la dirección general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE).
Sobre la educación pública, Salas Garza afirma sin dudarlo que “está perdida, así como el rumbo del país”; observa un retroceso de 20 ó 30 años en la Educación Básica.
Enseguida cuestiona que las becas sean la verdadera solución y argumenta que se han perdido varias generaciones en los últimos años.
Para revertir esto, plantea la necesidad de incrementar los recursos a la educación pública y llevar internet a todas las aulas del país, en cada municipio y escuela rural, no solo a las direcciones.
Voluntad, Valores y Servicio Civi de Carrera
¿Qué se requiere para que un servidor público ejerza su cargo con honestidad en medio de tantas tentaciones Maestro?
Con voz clara, enérgica y tono norteño, responde que se requiere tener primero voluntad y servicio.
“Lo que nosotros fuimos decidimos ser, servidores públicos por vocación, no fue porque fracasamos en la vida privada o en otras actividades; se requiere vocación, ser servidor público significa eso, servir a los demás”, expuso.
Explicó que en segundo lugar, “se requieren principios, valores, entender que para servir bien a los demás como servidor público tienes que ser honesto y profesional, ser un profesional entero en toda la regla, y ser absolutamente honesto porque los recursos no te pertenecen y cuando no te pertenecen los tienes que administrar con mayor fidelidad y honestidad que si fueran tuyos”.
¿Hay en este momento buenos servidores públicos, qué les recomendaría usted a ellos?, se le pregunta.
¡Sí!, responde enseguida y añade; “quise escribir estos testimonios porque hay muchos servidores públicos, desgraciadamente no en los altos mandos, pero sí en los mandos medios e inferiores, muchos servidores públicos que tienen esa vocación de servicio y tienen esa voluntad de principios”.
Planteó que el problema surge porque “cuando la cabeza se corrompe, todo el cuerpo está enfermo; entonces necesitamos mejorar, tenemos los mismos problemas que hace tres décadas, incluso más acuciosos”.
Sugiere que “necesitamos avanzar en tener servidores públicos profesionales y honestos y eso requiere un servicio civil de carrera profesional, que no se ha hecho verdaderamente en México, no ha dado frutos reales ese servicio porque no se hizo bien, se hizo sobre las rodillas y además no funciona porque no lo permiten los mandos superiores”.
Cultura de servidumbre, no de Servicio
La novela de Salas Garza también expone las tensiones burocráticas y jerárquicas en el gobierno, donde la subordinación servil y el temor al despido y a la crítica impiden a los mandos medios ofrecer mejores alternativas.
El autor, influenciado por su mentor Miguel Limón Rojas, buscó una travesía congruente, integrando a las comunidades y priorizando lo sustantivo sobre lo adjetivo, como “la defensa del puesto”.
La lectura de Tiempo de Salmones es una invitación a reflexionar sobre la honestidad, la memoria, y la resistencia en un país con graves problemas sociales y la corrupción que no permite las soluciones.
Edmundo Salas Garza, con alma de poeta, es un escritor de coherencia ética que se mantiene viva a lo largo de toda su obra.
Tiempo de Salmones se presenta como un testimonio documental y un referencial para la condición humana y sus luchas en el ámbito público.
Es un valioso encuentro literario que convoca a todos a cuestionar y replantearse el camino personal y profesional en un México que clama por hombres y mujeres honestas y profesionales que sirvan a los demás.
“Tiempo de Salmones”, la novela de Edmundo Salas que desafía corrupción y reivindica honestidad en el servicio público