Cultura

El director de Noviembre, Tomás Corredor, habla a Crónica durante el Festival de Morelia

“Los festivales permiten a las películas ser animales en su estado natural”

Tomás Corredor, director de Noviembre en el FICM

Durante el segundo día del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Crónica entrevista al director Tomás Corredor y a dos de las productoras de la película colombiana Noviembre, la cual recrea la toma del Palacio de Justicia de Bogotá durante 1985.

La Opera Prima de Tomás Corredor, ya había sido previamente estrenada en El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF).

En cuanto a las reacciones por parte del público mexicano y el canadiense, las productoras de la película compartieron que les llamó la atención como la gente en Canadá se sorprendía de que el guion estuviera basado en un hecho real, “acabó la película y automáticamente fueron a Wikipedia”.

Toda la trama del film se desarrolla en un baño, a excepción de un poco de material de archivo que, de vez en cuando, se utiliza para agregar un toque de realismo, para añadir valor a la narración. Este único cuarto se encuentra lleno de caos, gritos, miedo e incertidumbre. Hay momentos en los que este espacio, no tan grande, se aglomeran más de diez personas; los rehenes intentan negociar para que los dejen salir, mientras que los guerrilleros planean sus siguientes movimientos mientras atienden a los heridos.

Todo esto puede sonar caótico y, por momentos, así se llega a percibir en la pantalla, pero existe un trabajo de trazo de escenas que puede pensarse sumamente cuidadoso: Aunque una escena sea concisa y el foco de atención se encuentre en las acciones de solo dos o tres personas, simultáneamente, en el fondo, suceden otras microacciones que se sienten naturales.

Y precisamente en torno a ello, el director responde a una preguntas de Crónica destinada a saber qué tanto lo descrito se había ensayado o había sido producto de la improvisación.

El director de Noviembre explicó que el guion tuvo unas 19 versiones en las que iba cambiando mucho entre una y otra. “Ensayamos más de lo que rodamos. Está película ensayó durante seis semanas y la rodamos durante cuatro”, aunque agrega que también “es una película que sí tuvo muchísima improvisación”

Además, Tomás Corredor también compartió que durante los ensayos nunca les dijo a las y los actores donde se iba a hallar la cámara. “La montamos como si fuera teatro, para que pudieran liberar emociones colectivamente y que pudieran generar relaciones muy dinámicas donde muchas cosas terminaban dándose en la escena y eso hacia que se rescribiera el guion permanentemente”.

noviembre

“Creció mucho al pie de la nota durante los ensayos e incluso durante el rodaje” explicó Corredor, “me permití ser un poco espectador y estaba muy pendiente de disfrutar la escena”.

-Esta es la veintiseisava edición del Festival de Cine de Morelia y, desde su fundación, han surgido muchos festivales nuevos en el país. ¿Percibes a los festivales como una oportunidad para la exposición del cine latinoamericano que no tiene mucha visibilidad?-, se pregunta al director.

-Me parece que todas las películas que van s la televisión, a las plataformas, su primera vida debería ser esta (la de los festivales). En las plataformas están en zoológicos y a veces se las ve en el celular, que eso ya es como el animal disecado . Pero, básicamente, los festivales, más allá de la visibilidad, le permiten al cine ser cine y que las películas sean mostradas para lo que son hechas.

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