
La Editorial NUN conmemora el décimo aniversario de su creación como institución académica que se fundó en un acto de solidaridad con los cristianos perseguidos en Medio Oriente.
José Alberto Medina Flores, presidente del Consejo de NUN, explicó que el nombre y el escudo de la editorial provienen de la letra árabe “nun”, con la que eran marcados los cristianos (“nazarenos”) en Siria e Irak.
“Esa ‘n’ en la puerta de tu casa significaba que perdías tus propiedades y la vida en algunos casos,” señaló Medina Flores. “Nosotros, en solidaridad con ese grupo de cristianos perseguidos, pensamos adoptar el signo de Nun.”
Más allá del simbolismo, esta misión fundacional se trasladó al contexto mexicano con el objetivo de rescatar la memoria histórica y la cultura cristiana que, según el director, ha configurado la civilización del país.

El segundo pilar de NUN fue la necesidad de ofrecer apoyo a los investigadores que deben publicar sus obras y a la vez sufren por tirajes excesivamente grandes y costosos que los superan.
El presidente del Consejo de NUN mencionó la importancia de proteger nuestra memoria histórica, “si no producimos nosotros discusión, intelecto, generación de inteligencia, pues nos podemos quedar en anécdota”.
En ese sentido, explicó que NUN nació como una editorial predominantemente digital, con la mayor parte de sus obras arbitradas y con tirajes muy cortos bajo el sistema Book on demand, transformando con ello la experiencia de los autores y facilitando este proceso.
“La idea fue hacer una editorial en la que el costo sea simplemente los servicios editoriales, que no tengamos que matar árboles para que ellos puedan tener su beca,” afirmó el presidente del consejo.
Gracias a este modelo, NUN ha logrado publicar alrededor de 100 títulos en temas de filosofía, teología, historia y bioética, e incluso ha distribuido libros en lugares tan lejanos como Canadá, Nueva Zelanda y Checoslovaquia.