Cultura

Fue uno de los espectáculos que más me impresionó y es obra de la compositora Lina Lapelité

“Sun & Sea” en el Cervantino

FIC. Una escena de la ópera "Sun & Sea", de la compositora Lina Lapelité.

La ciudad de Guanajuato se erige como un auténtico crisol de cultura y arte, especialmente durante el Festival Internacional Cervantino, cuya 53ª edición se celebra este año con el estado de Veracruz y el Reino Unido como invitados de honor. La esencia de este magno evento se remonta a los albores de su creación, cuando los estudiantes de la Universidad de Guanajuato interpretaban entremeses cervantinos, esas pequeñas joyas teatrales que el genio de Alcalá de Henares, Miguel de Cervantes Saavedra, legó a la posteridad.

Este año, el Festival no podía ser la excepción, y así, el jueves 23 y el viernes 24 de octubre, el Teatro Universitario de la Universidad de Guanajuato presentará entremeses cervantinos dirigidos por Hugo Gamba Briones en la Plaza San Roque de la ciudad de Guanajuato, ofreciendo una experiencia teatral única y enriquecedora.

La inauguración del Festival, celebrada el 10 de octubre, fue un verdadero éxito, con la presentación de un fandango por parte del estado invitado, Veracruz, que contó con la participación de grupos musicales y de baile oriundos de aquel estado, como Son de Madera, Mono Blanco, Caña Dulce y Caña Brava, el Ensamble de Percusiones de Xalapa y el Ensamble de Arpas de Andrés Huesca, en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, donde el clima agradable y la tarde-noche colaboraron para el éxito del evento.

Uno de los espectáculos que más me impresionó fue la ópera lituana “Sun & Sea” de la compositora Lina Lapelité, con libreto de Vaviva Grainyté y escenografía y dirección escénica de Rugilé Barzdziukaité, presentada en el patio de la Casa de Cultura de Guanajuato, donde se depositaron 25 toneladas de arena de mar y se creó un ambiente de playa con actores, extras y cantantes que, en un despliegue de virtuosismo vocal, interpretaron una música de gran belleza y emotividad. Esta ópera-performance, ya galardonada con el León de Oro de la Bienal de Venecia, se ha convertido en un referente internacional, siendo una de las creaciones escénicas más influyentes de los últimos diez años.

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