Cultura

Un paseo para Emilio

¿Inteligencia Artificial en el FICM?

Un regalo para Emilio

Nuestro cine es una plataforma que se enfoca en películas y cortometrajes independientes, al igual que en coleccionar, en un solo lugar, clásicos del cine mexicano.

Anteriormente la página solía llamarse FilminLatino, aún así, con este cambio, no modificó su política que permite a cualquier espectador disfrutar de gran parte del contenido de manera gratuita.

Para las personas que no tuvieron la oportunidad de asistir al Festival Internacional de Cine de Morelia de forma presencial, pero que querían ver algo de la selección oficial, Nuestro cine puso al alcance de todos su plataforma como distribuidora del festival.

Una paseo para Emilio es un cortometraje que participó en la sección de animación y que yo busque en la plataforma, ya que no lo pude ver en la pantalla grande.

Esto fue después de que me comentaran que estaba hecho con inteligencia artificial. Mi primer pensamiento fue algo así: “¿Cómo que el festival acepto este trabajo? ¿Uso de IA?"

Un amigo que encontré un día, saliendo de una función, fue quien me aviso de la existencia del cortometraje y respondió mis dos dudas. La sentencia de ambos sobre el uso de la IA fue negativa y esto no se contrarrestó ante una explicación poco creativa del director cuando se le cuestiono de su técnica. Sí, la excusa era tan poco creativa como su cortometraje:

Según el director, al inicio sí tenia a un dibujante que le hizo los fondos, pero como se le iba acabando el tiempo y había recibido fondos de PROCINE (Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano), ya no podía hacer todo a mano.

Lo que escuchaba me estaba molestando mucho y, en cuanto pude, busque Un paseo para Emilio en nuestrocine.mx para comprobar con mis propios ojos lo que había escuchado. Simplemente no me lo podía creer, mientras pasaban los segundos comencé a notar detalles en la historia que indicaban el uso de una maquina.

Carteles mal escritos como, ya es común notar cuando la IA hace algo, decoraban los paisajes. Cuando acabo el cortometraje, el cual en general tampoco me pareció una genialidad, me entristecí. Lo que se narra en el audiovisual parece un mal chiste, un papá quiere que su hijo deje de estar todo el tiempo en el celular por lo que lo lleva a dar una vuelta por la Ciudad de México para que observe cosas reales y vivas.

Ya no se trata de sólo de todos los nuevos cineastas que, como yo, se esfuerzan para que sus proyectos queden en uno o más festivales, compitiendo con otros creadores, ahora también tenemos que enfrentarnos con la inteligencia artificial.

Y esa es una realidad frustrante, que me enoja, me dan ganas de irme a quejar con quien votó la selección oficial del festival. Quiero cuestionar los lineamientos y sus decisiones y así tal vez lograr entender porque las cosas se dieron así.

Ganar una de las múltiples convocatorias de los fondos de creación cinematográfica que existen, es, para mí como a otros artistas, ayudaría muchísimo en proyectos futuros a los que deseamos darles vida, pero ahora resulta que la competencia con tecnología que se roba lo que hacen otros creativos, va a ser el mayor obstáculo y no una historia honesta que viene desde los sueños de alguien.

El crédito del acuarelista original perdió mucho valor, ni siquiera puedo asegurar que su trabajo va a ser reconocido correctamente. Y eso es triste porque se nota que el trabajo original (con el que alimentaron a la IA) era algo muy bello.

La Inteligencia Artificial quita oportunidades, vuelve plástico al arte y hace más difícil a un mercado que de principio no es fácil.

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