Cultura

El escritor y guionista habla sobre su experiencia en grandes corporaciones, el reto de contar historias originales en Latinoamérica y el simbolismo detrás de San Misterio

Entre la industria y la magia: Humberto Cervera y la búsqueda de libertad creativa en la animación

“Factúrales, pero no les entregues tu alma.” Esa frase resume la filosofía con la que Humberto Cervera —escritor, guionista y narrador— ha aprendido a sobrevivir en la industria creativa. Tras haber liderado el departamento de producciones originales en Cartoon Network entre 2015 y 2019, y luego regresar al camino independiente, el autor sabe que el equilibrio entre el arte y la estabilidad económica es un acto de resistencia.

Humberto Cervera (Hachette)

“Yo empecé como creador independiente, pero mi realidad material no me lo permitió por un tiempo. En Cartoon Network aprendí cómo funcionan las corporaciones por dentro: no buscan riesgos, buscan fórmulas probadas, el séptimo reboot de Scooby-Doo. Por eso siempre le digo a mis colegas: trabaja con ellas como cliente, factúrales, pero no les entregues tu alma. Tu obra personal no te va a dar dinero, pero te da la tranquilidad de saber que hiciste que existiera.”

Esa dualidad entre la pasión y la estructura, entre el control y la libertad, se refleja también en San Misterio, la historia que Cervera coescribió junto a Carlos y Ari, y que ha evolucionado de cómic independiente a novela ilustrada publicada por Hachette. Para él, el proyecto representa mucho más que una serie juvenil con elementos de fantasía y leyendas mexicanas: es una metáfora de resistencia cultural.

“Lo que intenté plasmar en San Misterio y San Misterio 2 es este tema de la gentrificación, a través de los Montero: cómo las megacorporaciones llegan a homogeneizar un espacio y una cultura. Recuperar la magia del pueblo es un acto de resistencia contra esos grandes capitales que aplanan la cultura.”

Aunque confiesa que sus intereses personales suelen inclinarse hacia la ciencia ficción y los comentarios sociales, Cervera encontró en San Misterio una oportunidad para explorar un nuevo territorio narrativo sin perder su sello autoral. “Fue un reto interesante salir de mi zona de confort —dice—. Y como escritor profesional, tienes que demostrar que puedes hacer más de lo que siempre has hecho.”

La novela, narrada desde la perspectiva de Luna, una de las protagonistas, le permitió profundizar en la vida interna de los personajes y trasladar al lenguaje escrito la textura visual del cómic. “Fue un proceso hermoso —cuenta—. Toda esa textura que Carlos y Ari aportan desde el dibujo, yo la llevé a la palabra.”

A lo largo de la conversación, Cervera no oculta su visión crítica sobre el ecosistema creativo en Latinoamérica. “Aquí no hay un sistema que sostenga al creador independiente. Los apoyos existen, pero no son suficientes, y las empresas solo buscan maximizar la ganancia. Por eso el camino más sano es trabajar con ellas, pero sin depender de ellas”, explica.

Humberto encontró en la escritura de San Misterio una nueva libertad narrativa. Pasar del cómic a la novela le permitió habitar las voces de los personajes con mayor profundidad.

“En el cómic, el dibujo cuenta lo que no se dice; en la novela, lo dices con las palabras. Fue hermoso trasladar la textura visual del cómic a la literatura, pero también un reto: cómo mantener la emoción, el ritmo y el color desde el lenguaje.”

La historia está narrada desde la perspectiva de Luna, una joven que se enfrenta a los secretos de su pueblo y a la magia que se esconde en lo cotidiano. Esa mirada adolescente, sensible y curiosa, fue también un ejercicio de empatía para el autor.

Hoy, con San Misterio en librerías y una nueva etapa de independencia creativa, Humberto celebra no solo la publicación de una historia, sino el cumplimiento de un sueño de infancia: ver su nombre en los estantes que solía recorrer de niño.

“Pasé toda mi vida ojeando los libros en Sanborns o en cualquier librería, y ahora ahí está mi nombre. Eso es indescriptible, un sueño hecho y derecho.”

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